XL

2.2K 273 71
                                        

Jason's POV

Iba caminando hasta mi casa, cabizbajo, hecho un lío y con miles de preguntas en mi cabeza.
Había tratado de contactar con Lydia para intentar aclarar lo que había ocurrido, pero no me atendía las llamadas. También lo había intentado llamando en la puerta de su casa, pero no quería abrir. No podía hacer nada más, y quedarme a esperar en la puerta sería demasiado, por lo que le pedí a Beth que hablara con ella y me contase qué había ocurrido.

La palabra monstruo corría por mi cabeza.
Ella me había llamado monstruo, y su rostro de temor me dejó inquieto desde el instante que sus ojos conectaron con los míos. De un momento a otro, pasó de la alegría al temor.

Entré a mi casa, pero sentía que algo no estaba como siempre. Entonces me percaté de algo inusual: había huellas de tierra por el suelo. Asustado por lo que me temía, seguí el rastro, que me llevó hasta la habitación que había cerrado con múltiples candados y que ahora estaba abierta.
La habitación de las muñecas estaba abierta.
Caminé hasta dentro y vi que todo seguía igual. Las muñecas no habían sido alteradas, ninguna había sido robada... todo estaba tal y como lo dejé, excepto por que el candado había sido reventado y ahora todo estaba expuesto.
Obviamente, no podía llamar a la policía por esto puesto que el que acabaría arrestado sería yo.
No entiendo quién había podido ser, ni por qué lo hizo o cómo supo que esto estaba aquí. Empezaba, incluso, a pensar que Lydia lo había encontrado, pero parece algo imposible porque ella no había estado aquí desde que salimos juntos de la casa.

-¿Quién mierda ha podido...? -farfullé, y escuché que llamaban a mi puerta.

Moena's POV

Mientras caminaba por la noche, satisfecha con mi paquete de papas, vi cómo Jason salía de su casa, junto a Lydia. Supuse que iban a esa fiesta ibicenca por sus vestimentas blancas. A mí me echaron de allí puesto a que sólo tengo ropa oscura -es lo que me gusta, el blanco no me sienta bien-. Miré a la parejita feliz hasta que se marcharon, y bufé. Los envidiaba. Entonces, dispuesta a seguir con mi camino, escuché un sonido por entre los arbustos del jardín de Jason.
"así que no se ha demorado en conseguir una nueva asistenta", pensé.

Quería ver el rostro de esa persona, así que como soy más curiosa que un gato y no tenía nada mejor que hacer a esta hora, salté el muro de sus jardines y caminé hasta la puerta de la mansión.
Me extrañé al ver que la casa estaba con las luces completamente apagadas, pero la ama de casa se escuchaba caminando por algún pasillo de ésta. Así que continué caminando hasta que escuché una conversación no muy agradable.

-Y colorín colorado, esta falsa relación ha terminado -escupió una voz que me sonaba bastante.

Escuché un risa varonil.

-Esto es demasiado; pero mira qué muñecas y qué bien hechas -escuché la voz de un chico.

Me alarmé al escuchar la palabra «muñecas», y caminé hasta donde imaginaba que se encontrarían.

Encendí las luces del pasillo y, en efecto, pude encontrar a dos personas, un chico una chica, frente a la habitación secreta de Jason -que había dejado de ser secreta para aquellos dos indivíduos-, y habían conseguido abrir los candados que rodeaban la puerta. Ambos me miraron horrorizados, pero al ver que no se trataba del dueño de la mansión, aflojaron su semblante.

Miré directo a los ojos de la chica, con furia, y me acerqué a ella de forma amenazadora.

La señalé con el dedo índice.

-Intrusa, qué cojones estás haciendo aquí, y abriendo tan libremente esta habitación. ¡Nunca traes nada bueno! Más te vale no decir nada sobre esto o te juro que-

-Para empezar, tú también eres una intrusa en este lugar; y para terminar, te diré que no me interesa que la policía sepa sobre esto. Ya tengo a alguien en mente a quien le sorprenderá más aún saber qué esconde esta secreta habitación -me interrumpió Catherine, con altanería.

Quería borrarle esa sonrisa de autosuficiencia con un crochet en toda su asquerosa boca, pero entonces me fijé en el tipo de al lado. Vestía de negro, tenía cabello negro y largo que cubría con un gorro oscuro, y sus ojos eran color oro. Aquella persona no parecía muy cuerda... O incluso humana.

-¿Piensas enseñarle esto a Lydia? ¡Por encima de mi cadáver! -repliqué.

-Demasiado tarde, ya lo ha recibido -respondió, guardando su móvil en el bolso-. Nunca entenderé por qué insistes en salvar a esa niñita. En fin, hazte a un lado, mi trabajo está hecho y quiero salir de aquí -exigió la rubia.

Me negué. Estiré mis brazos en señal de que no me movería de aquí.

-¿No te apartas? Está bien...

Carherine miró al moreno y, de repente, ocurrió algo demasiado supernatural: aquél chico sonrió, y aquella sonrisa emitió una luz dorada que me dejó atónita. Entonces, por si aún no me había sorprendido lo suficiente, movió sus manos de las cuales salieron unos hilos dorados, y me agarraron las piernas para, entonces, tirarme contra la pared.

Los dos empezaron a caminar hacia delante y, cuando la chica pasó justo por mi lado, dijo: «la próxima vez, no des tantos problemas», y siguió su camino hasta salir de allí.

Anonadada, intentaba explicarme a mí misma qué es lo que acababa de ocurrir, y si Lydia sabría sobre esto o no. De todas formas, corrí hasta la venta que daba a la calle y salté hacia fuera.
Me hice un poco de daño puesto que aquél golpe que acababa de recibir por el sujeto extraño aún seguía doliendo. Por otra parte, lo de dar saltos a diestro y siniestro ya no era nada para mí.

Encontré mi paquete de papas en el suelo, siendo olisqueando por un perro callejero y lo eché. Agarré mi paquete y me dispuse a marcharme. Pero, antes de irme, eché un vistazo a la mansión de Jason y pensé que debía avisarle en cuando llegara.

Una hora más tarde, le vi entrar. Sabía que iba a enfurecerse muchísimo en cuanto viese lo ocurrido. Tras vacilar varias veces, abrí la verja de la mansión y luego llamé a la puerta.

Carherine conocerá la verdadera ira de Jason, aunque estoy más preocupada por Jason, quien tal vez tenga que enfrentarse con aquel sujeto de ojos color dorado.
El caso es que su rostro no se me hace desconocido del todo...

Fix Me Up 『Jason The Toymaker』Where stories live. Discover now