Tras enseñarle un poco la ciudad a Oz, me percaté de la hora y corrimos rápido hasta mi trabajo.
Por suerte había pensado en esto y traje mi bolsa de cambio conmigo.Oz y yo caminamos hasta la cafetería y corrí apresurada hasta el vestuario.
—Oye, Lydia, ¿quién es ese chico rubio que venía contigo? —preguntó, con esa cara de perversa.
—Uh, ese es Oz, un compañero de clase —respondí cortante.
—¿Así que un compañero de clase, eh? Y dime, ¿qué hacéis ambos solos? Además, parece ser que se queda a tomar algo —comentaba mi amiga, queriendo sacarme información.
—Sólo quedamos para hacer un trabajo y decidió venirse pues no tenía nada mejor que hacer. Eso es todo —mentí.
—Ya, claro... Por cierto, Jason estuvo preguntando por ti ya que no te vio y... aquí viene —dijo, y me giré.
Jason se acercó hasta mí.
Le sonreí y él me imitó.—¿Qué te parecieron las flores? ¿te gustaron? —me preguntó algo nervioso.
—¡Oh! Sí, eran hermosas. Gracias, Jason —respondí tímida.
—Me alegra saber eso. Por cierto, ¿de qué conoces a ese chico? —me preguntó, señalando disimuladamente hacia Oz.
—Bueno, acaba de ingresar en la universidad donde estudio —respondí.
—¿Te puedo hacer una recomendación? —asentí con la cabeza— no es de fiar. Creo que sería mejor si dejaras de hablar con él —me advirtió.
Abrí mis ojos con sorpresa.
—¿Le conoces? —pregunté.
—Demasiado de lo que me hubiera gustado —contestó bastante apenado.
Torcí el gesto.
—No puedo hacer eso así como así, me comprendes, ¿no?
—Sí, claro. Al menos, no tengas demasiada relación con él. No es quien aparenta ser —me dijo y volvió a su asiento.
Todo eso me había parecido bastante extraño.
¿Por qué no debería relacionarme con Oz? Era cierto que al principio me daba mala espina, pero a medida que le he ido conociendo me ha parecido buena persona.
¿Por qué no debía relacionarme con él? Esa era una pregunta que debí haberle hecho.Beth se acercó hasta mí.
—¿Qué te ha dicho? —me preguntó animada.
Le miré.
—Esta mañana me envió flores, así que me preguntó que si me gustaron —respondí.
—¡Eso es genial, Lydia! Creo que podría decirse que eso fue como una especie de declaración de amor, estoy segura —comentó emocionada—. Aunque... no te veo muy emocionada, ¿te ocurre algo?
—No, es simplemente que tengo un dilema. Jason acaba de advertirme que no me acerque demasiado a Oz, mi compañero de clase, pero no entiendo por qué. ¿De qué se conocerán? Aunque ni siquiera sé si se conocen.
Ella arrugó el entrecejo, pero luego suavizó su expresión.
—Ya sé qué está ocurriendo aquí —dijo—. Lo que pasa es que Jason está celoso de Oz. Mira, no para de mirarle con cara de odio extremo. Se nota a leguas esos celos internos —explicaba ella mientras ambas mirábamos la escena.
No estaba segura si eran celos o no, pero era cierto que Jason miraba a Oz de una forma espeluznante. ¿Habría alguna historia detrás? ¿Algo que encajase con todo esto? Seguro que sí.
...
Oz se quedó para tomar algo pero se marchó al instante, algo nervioso. Lo más seguro fue que no soportaba la mirada de Jason por más tiempo. Él también se percató de eso.
No pude preguntarle qué estaba ocurriendo pues cuando me quise dar cuenta, ya se había marchado.Hoy no había mucha clientela en la cafetería, así que tuvimos un día bastante tranquilo.
Jason se había marchado media hora antes, sin posibilidad de preguntarle qué ocurría entre él y Oz.
En fin, la vida no quería que fuese hoy.Cuando caminaba rumbo a mi casa —pues no había venido en coche—, pude percatarme de alguien en las sombras. Al acercarme un poco más, pude percatarme de quién se trataba. Era Oz.
—¡Hey, Oz! —exclamé y él se giró, algo sorprendido.
—Menos mal que te encuentro, no estaba seguro de cómo llegar a tu casa —me dijo.
¿A mi casa? ¿Para qué quería Oz visitarme?
—¿Ocurre algo? —pregunté desorientada.
—Necesito que me escuches ahora, Lydia. ¿Conoces a Jason? Disculpa, es que te vi conversando con él esta mañana —me preguntó.
—Sí, claro que le conozco —asentí.
—Entonces voy a pedirte algo bastante importante. No vuelvas a hablar con él, te va a hacer muchísimo daño si no te apartas de su camino en cuanto antes —me advirtió.
No lo podía creer. Dos advertencias en un mismo día.
¿Qué debía hacer ahora? ¿debía alejarme de Oz o de Jason? ¿¡Quién era el «villano de la película»? Realmente no estaba comprendiendo nada.—¿Por qué quieres que deje de hablar con él? —pregunté totalmente confundida.
—Te lo he dicho. Podría hacerte daño en el futuro.
—¡No lo entiendo! No parece mala persona.
—¿Nunca te han dicho que las apariencias engañan?
Eso también me lo había dicho Jason.
Quería que alguien me explicar qué estaba ocurriendo exactamente. No aguantaba esta presión. ¿Era todo tan peligroso como pintaba la situación?—¿De qué forma podría hacerme daño? —cuestioné temerosa.
—No podría decírtelo, no me creerías —respondió serio—. Debo marcharme, Lydia. Espero que me hagas caso.
Oz se fue, y yo me quedé con miles de preguntas en mi cabeza, además de la confusión. ¿Qué significaba todo esto? ¿Jason podría hacerme daño? ¿por qué? Lo único que Jason había hecho hasta ahora fue ayudarme, ¿por qué me haría daño en el futuro? Todo esto me estaba dando bastante escalofrío.

YOU ARE READING
Fix Me Up 『Jason The Toymaker』
Random«Algunos humanos parecen demonios; algunos demonios parecen ángeles». Desde el día en el que Jason entró en la cafetería, la vida de Lydia empieza a tener otro sentido. Éste siempre le está ayudando, aunque ella a veces tan sólo le de problemas; pro...