XXXIV

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Cuando al fin llegamos a mi casa, Jason se detuvo en la puerta y yo me puse frente a él, sin soltar su mano. Él me estaba sonriendo. No sabía si debía contarle sobre la obsesión de Catherine hacia él pues lo más seguro sería que pensase que tan sólo eran imaginaciones mías.
Él me miró preocupado, entonces supe que -como siempre- mis ojos habían delatado mi pésimo estado de ánimo.

-¿Ocurre algo, Lydia? -me preguntó.

Estaba esperando una pregunta como esa.

Negué con la cabeza.

-Todo está bien -mentí, forzando una sonrisa en mi rostro.

Él también sonrió, y a diferencia de la mía, su sonrisa era verdadera.

-Y así quiero que sea siempre -me dijo, y luego me besó en la frente.

Ambos nos despedimos y yo entré a mi casa.
Me preguntaba si Jason estaba a salvo con aquella chica en la casa.

...

El despertador sonó y lo apagué con pesadumbre. Abrí mis ojos poco a poco y me levanté de la cama. Me coloqué las zapatillas y me acerqué al calendario. Hoy era lunes, y era festivo. Me alegraba saber eso.

Mientras hacía mi desayuno, mi móvil sonó indicando un nuevo mensaje. Cuando terminé de hacerlo, encendí la pantalla. Era un mensaje de Jason. Este decía lo siguiente:

«Hoy es día de fiesta, ¿qué te parece si salimos para despejarnos?»

Sonreí. La verdad era que sí, necesitaba despejar mi mente de todo un poco, así que acepté.

«Me encantaría»

Jason respondió con otro mensaje indicando la hora y el lugar.

Jason's POV

Mientras echaba una última mirada en el espejo de mi cuarto, vi cómo una silueta de mujer se acercaba a mí. Rápidamente, me giré y vi el rostro de Moena. ¡¿Qué hacía esta chica aquí?!
Corrí hasta ella y agarré sus manos mientras la empujaba contra la pared. No la quería aquí ahora.

-Vaya Jason, yo no venía con estas intenciones -bromeó con su arrogante sonrisa.

-Nada de juegos, Moena. La última vez que te vi sufrí un accidente de coche, y antes de eso hiciste que me rompiera un hueso del brazo. No quiero volver a pasar poe algún otro accidente -le dije, notablemente cabreado.

-No vengo a hacerte ningún daño, Jason.

-¿Entonces a qué has venido?

-Si me sueltas, podría decírtelo -pidió.

Le hice caso y la solté.

-Habla -ordené.

-No tenías que haber sido tan brusco conmigo -decía la pelirroja mientras tocaba sus muñecas.

-No me hagas perder el tiempo y dime a qué has venido de una vez -volví a pedir.

-Tranquilo, Jason. Baja esos humos -le dediqué una mirada de pocos amigos-. Me gustaría saber por cuánto tiempo vas a esconderle a Lydia sobre tu pasado, porque cosas como esas se acaban sabiendo tarde o temprano...

Fix Me Up 『Jason The Toymaker』Where stories live. Discover now