Reina de mi corazón: Cristian y Anastasia

Capitulo 35

POV CRISTIAN

Las cosas habían salido mejor de lo que todos pudieran haber imaginado. Por un lado, Ana estaba haciéndose cargo de la escuela y tanto el arquitecto como el abuelo habían dicho que tiene una visión bastante avanzada para el bien de los niños. ella sabe lo que necesita sabe tan bien lo que ocupan, lo que le hace falta y lo que es más primordial, dentro de una educación de alta calidad.

Obviamente el que se llevó todas las miradas y todos los cariños fue Bola de nieve, estuvo en los brazos de Ana todo el día. Los niños jugarán con él, pero Ana me dijo que fue difícil porque como no le hemos comprado el arne, o las correas, nada de eso. Si lo dejaba en el suelo, salía corriendo para cualquier lado y aunque hay pocos vehículo en este lugar, lo que si hay son muchas carretas, los patada de los caballos podía incluso matarlo.

Ese pensamiento hace que mi cuerpo tirite, ya que no quiero que le pase nada.

-deja de fruncir el ceño. Lo más probable, es que todos piensen que no estás a gusto con la cena- me dice Ana sacándome de mis pensamientos. Me doy vuelta para mirarla y me doy cuenta que todos los que están sentado a la mesa, me están mirando porque de la nada tengo que haber fruncido el ceño ante esos pensamientos.

-lo siento. Estaba pensando en cosas y tengo que haber pensado en algo no muy lindo y no me había dado cuenta. Aunque debo decir que esta sopa está bastante buena, aún para tener espinaca que no son de mí agrado- digo y Ana niega con la cabeza y mi madre suspira.

-la sopa de espárragos, cariño. Tu preferida. La sopa no tienes nada como espinaca o acelga, nada que no te guste. Por eso nos extrañó que fruncieras en ceño gusto cuando diste el primer bocado- dice mi madre y cierro los ojos de darme cuenta de la metida de pata. Mi abuelo se llega hasta atorar con el líquido que tenía la boca, al escuchar la respuesta de mi madre.

-estoy algo desconcentrado por culpa de mis pensamientos y algo cansado. Hemos tenido mucho trabajo hoy y nos dimos cuenta que falta muchas cosas en el pueblo para ser considerado avanzados y ser llamativos para otros países- digo. No sé dónde tengo la cabeza, pero sé que el abuelo está orgulloso de nosotros por lo que estamos haciendo en estos momentos.

El simple hecho de que el arquitecto nos haya dicho que aunque es difícil hacer que las calles sean mejores en poco tiempo, los caminos están marcados y por lo tanto puede ser más fácil de comenzar a trabajar. Lo único complicado serían los caminos que están muy cerca de algún barranco, ya que no soportaría el peso de la maquinaria grande, pero se puede hacer, pero puede ser forma manual, personal y ese se demoraría un poco más de lo previsto.

-lo que deberían hacer ustedes, es ir a descansar. Han estado trabajando todo el día y hasta ahora Bola de nieves está durmiendo tranquilo en la camita que le compre. Si el llego de esa manera, significa que tuvieron mucho trabajo y me gusta mucho verlos trabajar, pero tienen que descansar. No nos sirve de nada, tener futuros reyes que están quedándose dormidos en reuniones- dice mi madre y asiento con la cabeza.

Durante la cena, la conversación transcurre normal y divertida con las anécdotas de mi madre cuando yo era pequeño. Hay muchas cosas que no sabía y ese significa que era un niño bastante aventurero para mis padres porque no me podían controlar la mayor parte del tiempo, lo que los hacía reír mucho. Cuando nos despedimos y vamos a la habitación, sin decir nada, tomo la mano de Ana y le llevó hasta mi cuarto.

-sé que no va haber tormentas por varios días y sé que no hay nada que pueda asustarte, pero me gustó dormir contigo anoche y me gustaría volver a repetirlo- le digo y Ana suspira para luego mirarme directamente a los ojos.

-si quieres eso, vas a tener que traer a Bola de nieve porque sólo no duerme- dice y asiento con la cabeza y corro a buscar al cachorro que aun duerme en la cama en la sala. Está tan cansado que no se da cuenta que lo muevo y que lo dejó de lado de nuestra cama por si se despierta en la noche y se asusta. No se me olvida de ponerle el periódico a un lado por si quiere hacer sus necesidades.