Capitulo 28

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POV ANASTASIA

-no sé porque le tienes tanto miedo a un cachorro. Es una bola de pelos hermosa y solamente quiere jugar y puede que a veces se le olvide que tiene pequeños dientes afilados que al momento de apretar la piel, duele y puede hacerte algún corte- dijo y Cristian suspira pesadamente.

-es solo que me acaba de doler la mordida y de hecho puedo ver como los pequeños colmillos del cachorros quedaron impresos en mi piel- dice de mala manera. El Cachorro ahora está en mis brazos y su rostro está triste.

-también tienes que asumir que es tu culpa. Has estado jugando con el cachorro toda la tarde y lo has estado provocando a través de los apretones en su patita y también tirándole alguna de sus cuatro patas y la cola. Lo más probable que en un ataque de pérdida de control, simplemente te mordió pensando que lo dejaría tranquilo un rato- digo y Cristian niega con la cabeza.

-llevas conociendo menos a ese perro que a mí y lo defiendes más que a mí. Es injusto, deberías ponerte de mi lado y no del simple cachorro- dice y suspiro.

-eres demasiado terco para darte cuenta que sabes cometiste un error. El cachorro no tiene la culpa, es un niño y los niños juegan y no se dan cuenta de los errores que cometen hasta que los regañan, pero fuiste muy feo con él. Deberías disculparte- Cristian mira con una ceja levantada y gruñe algo que no logro entender.

-no pienso disculparme con el cachorro además, ¿Qué quieres que le diga? ¿Guau, guau, guau? Por favor Ana, es un simple perro. ¿Cuántas veces no se le grita a los perros cuando hacen algo malo?- cierra los ojos y pido paciencia. No sé quién me dará tanta paciencia, pero la necesito con urgencia, este hombre es más terco que una mula.

-si te comportas de esta manera con un ser tan pequeño, no sé qué va a pasar el día que seas padre. ¿Acaso tú crees que un bebé te va a decir cuando tiene hambre, quiere un cambio de pañal o cuando quiere dormir? Pues no, un bebé lo único que va a hacer es llorar, babear y escupir para decir qué es lo que quiere. Así que dudo que al instinto paternal aparezco en ti, si no eres capaz de tener un poquito de paciencia con un simple cachorro- digo y comienzo a acariciar al cachorro que tiemblan mis manos. El grito de Cristian se escucha bastante lejos, incluso podría jurar que hasta los pájaros volaron de sus árboles en ese momento.

-no es lo mismo. Eso va a ser distinto, será mi hijo, carne de mi carne, sangre de mi sangre y no un simple animal que llegó a nuestra vida por casualidad y buscando un refugio- dice y quiero golpearlo, pero me contengo, ya que no tiene la culpa de que a veces sus neuronas no trabajen de forma eficiente. Vuelvo a tomar ubicación en el suelo donde está el tablero de juego para lanzar los dados. El Cachorro lo único que quieres es ir a jugar con los dados, ya que siempre que puede los intenta tomar con el hocico y su colita se mueve cuando se mueven. Al lanzar los dos dados, me salió un ocho.

-eso significa que llegó hasta el puente y tengo que sacar la carta roja y está dice: siga 4 puestos y cobre el arriendo de la casa 28 sin importar el dueño que sea- digo y Cristian se enoja, ya que ese es su lugar y tendrá que pagarme el arriendo.

-sigamos jugando y creo que exageré un poco con el tema del cachorro pero no me imaginé que alguien podría morder tan fuerte y tienes razón perdí los estribos por algo tan pequeño. No quiero que estés molesta conmigo. Además, esto es lo que se dice que hace una pequeña bola de nieves: que se ha transformado en una avalancha y que está destruyendo toda estabilidad a nuestro lado- dice y sonrío al darme cuenta lo que él acababa de decir.

-ya lo tengo. Ya sé cuál es el nombre que le vamos a poner al cachorro- digo y Cristian se sorprende ante la efusividad de mis palabras.

-me acabas de dar un susto gigante. ¿Cómo se te ocurre gritar de esa manera hasta el cachorro se asustó?- dice apuntando con un dedo hasta la dirección del cachorro.

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-es que no lo podemos seguir llamando cachorro, tiene que tener un nombre y como es gordito y pomposo y redondito y llegó en un momento que hacía frío que mejor que ponerle bola de nieves. Además eso nombre funciona tanto para él o ella- digo y en un movimiento inesperado, el cachorro salta de mi regazo y cae sobre el tablero y tanto las casas como los edificios, los dados y las tarjetas vuelan por todos lados y Cristian maldice.

-no voy a decir nada, pero voy a contar hasta 10- dice y me hace reír.

-no puede ser gruñón toda la vida. Tienes que disfrutar estos momentos. Qué importa que el cachorro hay desordenado el juego, podemos volver de cero. No te enojes y disfruta la locura que se llama vida- digo y caminando en cuatro patas en acercó hasta dónde está el quedando muy cerquita.

-sé que no me debería enojar, pero es que hay cosas que no entiendo y a veces las cosas simples que desordenan el panorama que tenemos durante el día, hace que me enojé- dice y levantó mis cejas mirándolo fijamente.

-lo estás haciendo bien, sólo que exageraste demasiado. Además nos queda mucho tiempo para seguir aprendiendo juntos y este cachorro también tendrá que aprender las reglas y a comportarse como un perro de la realeza- digo aun manteniendo la cercanía con Cristian. Él me toma por la cintura y por una fracción de segundo, nuestros labios se tocan para luego dejarme sentada a su lado. Toma al cachorro y lo deja entre sus piernas para poder sacarle del hocico de los dados que tiene.

-eso ya lo sé, pero se me olvida que este cachorro no está entrenado y creo para el abuelo será un simple animal que lo sacara de sus casillas, pero no puedo hacer nada, ya que hay que entrenarlo- dice y por fin logra quitarle los dados del hocico y me lo entrega para dejarlo a mi regazo y así poder hablarle mirándolo a los ojos.

-debes de dejar de sentirte de esa manera, Cristian. Es un perro, un cachorro y tiene que aprender y nosotros somos los encargados de enseñarles. Eso hicieron nuestros padres con nosotros y jamás nos dejaron solos. Ello han estado en todo con nosotros, los buenos y malos momentos. Los tenía cerca y tú siendo el próximo rey de este pueblo desde que te conozco, nunca te han dado la espalda. Siendo que has tenido bastante escándalos amorosos que han sido publicados a nivel nacional e incluso internacional- digo y el deja salir un suspiro bastante pesado.

-me gustaría poder cambiar el pasado, para tener una mejor imagen en el presente y que eso no afecte el futuro. Ahora que estoy casado, al intentar tener esta relación matrimonial contigo, me he dado cuenta que muchas veces el sexo no es lo más importante en una relación, sino que es la comunicación. Eso ha logrado que nosotros nos conozcamos más y nos ha ayudado a trabajar ahora. Te he dicho cosas que pocas personas saben comenzando por el hecho de que me gusta pintar y también visto a la mujer detrás de la repostería- asiento con la cabeza antes sus palabras.

-lo que quería que entendieras es que mis padres llevan más de 40 años de casados y lo han logrado porque ellos se saben comunicar. Se han dicho muchas cosas de mi padre y de mi madre, de infidelidades, intereses de por medio y otra cosa más, pero mis padres han estado ahí, al pie del cañón y no han dejado que estos argumentos o estos chismes les impida ser felices. Créeme que el día de mañana, puede salir cualquier noticia de nosotros dos, como que los próximos reyes no saben lo que están haciendo, que son muy jóvenes, que no deberían estar en el reinado, ya que no sabemos nada. Es así como es la sociedad y creo que a través de la comunicación y el trabajo en equipo, podemos hacer más de lo que la gente realmente puede esperar de nosotros y eso es lo que nos hace ser un buen reinado o reinado pésimo- digo y el asiente con la cabeza.

-creo que lo mejor que podía haber hecho o haber elegido, fue haberme casado contigo. Sé que cuando me casé contigo, fue una decisión rápida, pero creo que fue la mejor decisión que he tomado en tan poco tiempo. Me has ayudado a dejar este egocentrismo que traía desde la universidad, ya que pensaba que a veces el título era más importante que el mismo apellido, o el mismo rey, pero contigo sé que las personas valen por sus acciones y los valores que tenían inculcados. Supongo que mi madre y mi padre y mis abuelos no se equivocaron al enseñarme como lo hicieron cuando era pequeño. Extraño ser niño, ya que no tenía tantas preocupaciones. Pero tampoco me gustaría volver a ser niño, ya que era como vivir en una burbuja y no tener preocupaciones. Ahora me gusta y tengo más fuerza que nunca para demostrar lo que valgo y lo que quiero, es una familia como la que mis padres tienen o los tuyos y creo que juntos podemos hacer muchas cosas, más cosas de lo que jamás hemos pensado. Espero que así sea, qué pueda convertirme en el mejor padre, amigo, esposo qué puede haber existido en este mundo y también que se amolde a tus necesidades- dice y tengo una sonrisa en mi cara.

-es la primera vez, que escucho que hablas tanto sobre tu corazón en tan poco tiempo y me alegra porque eso significa que quieres tener algo que muchos no pueden tener y me encanta que seas así, me encanta que esté saliendo el verdadero Cristian, no el Cristian que salía en las noticias por escándalo, sino el Cristiano humano, vamos a salir adelante y agregamos un nuevo integrante a nuestra familia y si en un futuro las cosas cambian incluso podemos agregar hasta un hijo, pero tenemos que seguir trabajando ya que eso es lo que significa tener una relación y estar casados y muchas cosas más- digo y el asiente con la cabeza.

Me alegra que por fin esté dando a conocer sus emociones y también lo que realmente espera y a través eso, yo puedo saber cómo ayudarlo, cómo trabajar en equipo y eso es lo que más anhelo, quiero sentirme útil y quiero ser la mujer que él necesita y creo que gracias a lo que acabamos de pasar y de lo que acaba de pasar con el cachorro vamos por buen camino.

AQUÍ DEJO EL PRIMERO DE DOS CAPITULO... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LOS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO... 

BESOS...

Reina de mi corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora