PokeAgent10
En una ciudad donde el pan dulce huele mejor que los secretos que la gente guarda, Caperucita -23, casi 24, independiente, limpia, atrevida y peligrosamente segura de sí misma- entra a Panaderías La Esperanza pensando que sólo comprará una concha... pero sale encontrando algo mucho más grande. Muchísimo. Tipo 35. O más. Muchos más.
Debajo de su vestido rojo late una tanga igual de roja, diminuta, explosiva, lista para incendiar más que los hornos de la sucursal de la calle principal. Pero nada la prepara para el encuentro con él: el Lobo, un furro mamadísimo, 35 o algo así, con brazos de estatua griega, pelaje suave como oreja de pan recién hecha y una mirada que derrite glaseado.
Él no quiere pan.
Él quiere otra concha.