Yo era una pequeña niña... Era hija única, y era feliz con mis papás... Pero muchas veces, al ver a mis compañeras, sentía un poco de envidia. Ellas eran como yo, pero eran un poco mas felices que yo, porque ellas tenían un hermano, o una hermana con quien pelear, compartir secretos, y también tristezas y alegrías.
Y entonces pensé... ¡ Quiero un hermanito ! Y ocurrió...
Mi madre se quedó embarazada, y pocos meses después dio luz a un dulce niño. Parecía un ángel, un regalo de dios... Ese dia fui muy feliz, y como niña que era, mis sentimientos maternales despertaron con mi hermanito, y lo cuidé y protegí como algo realmente valioso...
Era dulce... Era inteligente... También era algo travieso, y muchas veces por lógica me enfadaba con él... Sin embargo... Sin embargo esos enfados pronto se me pasaban, y siempre íbamos juntos de la mano..
Era feliz, muy feliz ! Dios me regaló un hermoso ángel, bueno, atento, y siempre con una agradable sonrisa... Pero el destino... Ese cruel y duro destino, decidió que Yukky debía regresar con padre, nuestro creador...
Fue en una hermosa tarde de verano... Yukky me pidió de salir para ver una exposición de robots, y yo, aunque de mala gana, acepté su capricho, y fuimos a ver esa exposición. Todo iba bien, Yukky era muy feliz, y corría de un lado a otro, riendo y gritando emocionado por todo aquello que veía... Me sentía algo avergonzada por su actitud, y le reprendía, pero de manera suave, sin enfadarme lo mas mínimo. Me contagió su entusiasmo y alegría, y cuando mejor estábamos...
Sucedió...
La tierra comenzó a temblar, y todo se derrumbó a nuestro alrededor. Yukky y yo corrimos... Corrimos sin cesar, sin rumbo... Pero él fue valiente, y nunca gritó, no quería preocuparme, y escondió para él, un fatal golpe que recibió... Cuando finalmente logremos salir de allí, y de regreso a casa, Yukky se desmayó, y ya nunca más despertó.
Las ambulancias llegaron rápido, y mi madre y yo estábamos desesperadas. Los médicos atendieron allí mismo a Yukky, y finalmente uno de los doctores, con lágrimas en sus veteranos ojos, cubrió a mi hermanito, y allí mismo certificó su muerte.
Los dias siguientes fueron muy duros, y yo me negué a aceptar la muerte de mi hermanito.. Y huí... Huí lejos de casa, desesperada, sin rumbo... Quería ver a Yukky otra vez ! Fui a su parque favorito... Fui al lado de aquel río donde el me solía tirar agua mientras reía... Quería volver a sentir su presencia... Pero todo fue inútil...
Con lágrimas en los ojos, acepté esa dura realidad, y con tristeza regresé a mi casa... Estaba oscura, no había nadie, estaba sin vida...
¡ Mamá ! ¡ Mamá !
Llamé a mi madre por toda la casa, mas con desespero comprobé que ella no estaba, y cuando mas desesperada estaba... Se abrió la puerta, y mi madre con lágrimas en los ojos apareció...
¡ Mirai ! ¡ Mirai ! ¡ Mirai !
Se me abrazó con fuerza, y juntas quedemos las dos en el suelo, llorando nuestra desgracia, intentando llenar el vacío que nuestro pequeño Yukky nos dejó...
Y entones lo vi...
Vi a mi hermanito iluminado por los tenues rayos del atardecer... Estaba sonriendo feliz por ver que su hermanita volvió de nuevo junto a mamá... Volvió a su hogar, nuestro hogar...
Yukky... Mi pequeño ángel... Cada rincón de la casa me recuerda a ti, y a veces pareces estar presente, haciendo que mi corazón recupere aquella dulce calidez que solo sentí cuando tú, estabas junto a mi...
💗😢💗 TE QUIERO YUKKY, MI DULCE ÁNGEL GUARDIÁN 💗😢💗
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