CICATRICES DEL ALMA

Capítulo 52

                                       *TODO TIENE SENTIDO*

SEATTLE, 12 DE JULIO DEL 2011

Un mes de gestación cumple hoy mi mujer, estoy sobre la luna, pensé que tendría más tiempo pero antes de salir del hospital nos el tiempo exacto. Al menos deberá permanecer dos semanas más en cama y eso la tiene de un humor infernal. Sabe que debe hacerlo por nuestro bebé pero la simple idea de hacer nada la esta enloqueciendo. Anunciaremos el embarazo una vez que se le permita rehacer su vida normal. Estoy preparando han mega fiesta para ese gran acontecimiento. Quiero que todo el  mundo sepa que seré padre por segunda vez, le juré a mi mujer que jamás dejaría de a Teddy, lloró durante dos días pensando que él estar embarazada me haría cambiar mis sentimientos por él, eso jamás sucederá. Los cuidado que debe tener son exhaustivos y estrictos. Cuido de ella todo el tiempo. Comencé hacerme cargo de ambas empresas mientras ella está en reposo. Kate volvió la semana pasada a Madrid para hacerle frente allá. Mi suegro y cuñado compraron una casa a los días de llegar y estarán aquí mientras Ana esté en reposo. 

Comencé  a sentir celos de las cercanía que Ethan intentaba tener con mi hijo, pero mi pequeño siempre volvía a mis brazos y no dejaba de llamarme papá. Amo a ese pequeño ser de amor. Mis padres han estado al pendiente de mi nena en todo momento, vienen al menos una vez al día a verla, si por mi madre fuera viviría con nosotros. Becka sin duda alguna es de gran ayuda y confort en estos momentos. Mima, cuida y vigila a mi testaruda mujer. Recuerdo lo ocurrido el día de ayer y es imposible no reírme. 

Al entrar a casa después de un largo día de trabajado lo que menos imagino es llegar y encontrar a mi fuerte y terca mujer en un mar de lágrimas, mi pequeño junto a ella abrazándola e intentando no reirse. Becka de pie junto a ellos con las manos en la cintura.

Me acerco a ellos y pregunto que ocurre, mi pequeño es quien responde a mi pregunta mientras ella se mete entre mis brazos.

-nana legano a mami pol no tomel comida ella hace iuuuu-

Teddy se acerca su madre y le dice que no llore porque las mamás bonitas no lloran. Mi nena llora con un sentimiento que rompe mi corazón. Becka comienza a explicarme que Ana no quiere comer un cocido de pollo en cual le dará fuerzas. Le pregunto a mi nena que ocurre y me dice que no hablará hasta doña gruñona salga. Les pido a Teddy y nana que me dejen un momento a solas con ella.

-Christian no quiero comerlo, no se me antoja, he tenido náuseas toda la mañana sólo con olerlo estaré peor. Ella me llamó berrinchuda. Me dijo que si la salud de mi hijo no me importaba. Eso no es justo.

Termina de darme su versión entre sollozos y pucheros. Sé que nana no lo dijo en mal sentido, pero quizás sean las hormonas del embarazo lo que la tienen así. Me quedé con ella en la habitación, cada vez que nana entraba se cubría la cabeza con las sábanas para no verla. Eso me hacía reír. Teddy la imitaba y eso la enfadaba. Por momentos peleaba hasta con nosotros. Después de unas tres horas de siesta su humor cambio.

Si alguien me hubiese dicho que sería tan feliz con los cambios de humor de mi mujer embarazada le habría apostado toda mi fortuna a que eso no sucedería. Hasta Kate y sus empleados han pagado las consecuencias de su mal humor.

Después de un agotador día en la oficina lo que más deseo es ver a mi hermosa mujer. Mi hijo está está tarde con mis padres, pasaré por él camino a casa de los abuelos.  Me han pedido que asista hoy a su casa sin falta.