CICATRICES DEL ALMA

Capítulo 33

                           LA GALA

     

       SEATTLE 20 JUNIO DEL 2011

El calor de unas suaves y pequeñas manos recorriendo mi cara me despiertan , pero no quiero abrir los ojos, quiero descubrir que nueva genialidad se le ocurre a mi hijo para obligarme a abrir los ojos. La habitación permanece en silencio solo es él susurrando en mi oido para despertarme.

-Papi lepeta teno ambe-

Sus deditos comienzan  a pellizcar mi rostro suavemente.

-Papi lepeta pala come tú papá y yo hijo guapo de papá. Mamá no-

Besa mi cara en repetidas ocasiones.

-Yo enojalo-

Me dice. Abro mis ojos lentamenta al sentir movientos y está sentado a la orilla de la cama con sus manitas cruzadas. Es tan lindo verlo en ese gesto de enojalo. Intento alzar las sábanas de satén que nos cubren pero Ana debe estar desnuda. Cambio de posición y sigo fingiendo que duermo. Él al sentir el movimiento vuelve a su plan original pero esta vez se para frente a mi. Mi teléfono comienza a sonar, eso despertará a mi nena y acabará con este momento.

-hola-

¿Cómo sabe mi hijo aceptar la llamada en un teléfono? Eso no es bueno.

-Shhh papá lueme lolalia-

-No yo no eso yo hijo guapo de papá-

La voz de mi pequeño cambia es como si quisiera llorar.

-Papi lepeta fo favol-

¿Qué demonios sucedió? Su carita recargada en mi pecho e intenta meterse entre mi brazo. Se acomoda entre la cama y mi pecho, y se aferra a mí. Al húmedo recorre sobre mi. ¿Está  llorando?

-Buenos días mi pequeño. Que lindo  despertar abrazado a ti-

No dice, esconde su rostro. Lo abrazo y le doy una beso su cabecita. Siento su cuerpecito temblar.

-Teddy que ocurre, no quieres hablar con papá-

Me acomodo sobre la cabecera con él en brazos. Al alzar su rostro con mis manos quedo congelado al ver a mi hijo con su rostro lleno de lágrimas y llorando en silencio. Pensé que era  porque no pudo despertarme y se había calmado pero esto va más allá.

-¿Por qué  lloras? Papá no quería hacerte llorar-

Sus ojitos están tristes y eso me parte, me desgarra.

-Tu no eles mi papá, yo no papá nalie me quele-

Sus palabras se clavan como una daga en mi corazón. Su lágrimas aumentan y sin poderlo evitar sale de mis brazos. Corriendo fuera de la habitación. Me pongo mi pantalón  de chandal y salgo en busca  de él. Corro hasta su habitación, al entrar esta acostado en el suelo en posición fetal, su rostro lleno de lágrimas. Lo tomo entre mis brazos y lo llevo hasta su cama.

-Teddy, papá esta triste por lo que dijiste. Papá te ama y tú  eres su hijo guapo-

Mi voz se quiebra al hablarle.

-¿Por qué dices que no soy tu papá?

Le pregunto, siento algunas lagrimas correr por mis mejillas. Escuchar esas palabras en él causaron un gran vacío en mi. Su manita limpia mis lágrimas de la misma forma en que yo lo hago con las suyas.

-Gitar a mi en el lelefono papi. Decir titian no es papá. Nino feo y nalie quele-

Su llanto pasa de silencioso a  desgarrador. Una mezcla entre dolor al ver a mi hijo así y la rabia descomunal que siento ante quién le dijo eso.