Hola a todxs! Bueno, tal y como os prometí, aquí tenéis un regalito. Espero que os guste =) Muchas gracias por toda la paciencia que me tenéis, por vuestros comentarios y, sobre todo, por los empujoncitos que me animan a seguir.
¡Feliz San Valentín! =D
Pd: Os dejo el link de una cancioncita que podéis poner en el momento que se indica más abajo: https://www.youtube.com/watch?v=2ouGtW_5d6A
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Lily Evans se despertó temprano aquella gélida mañana de enero. El cielo resplandecía con la pálida luz solar del invierno sobre un cielo de aspecto grisáceo, a pesar de no presenciarse una sola nube en él, algo bastante inusual teniendo en cuenta que la semana anterior había nevado de lo lindo. A través de la ventana podía observarse el balanceo de las blancas copas de los árboles del Bosque Prohibido. Los terrenos del colegio permanecían por completo cubiertos de la gruesa y fría capa que el mes de enero había dejado a su paso. Pero sin duda, preferiría pasearse desnuda por aquel desierto nevado a enfrentarse al cálido castillo que la esperaba al otro lado de la puerta de su dormitorio, porque claro, al otro lado, bajando las escaleras, la estaría esperando James Potter.
Desde que habían vuelto a Hogwarts, hacía escasamente una semana, el muchacho no dejaba de perseguirla con la intención de que mantuviesen una conversación seria. Lily dudaba bastante que James fuese capaz de aquello.
- ¿Has visto uno de mis pares de leotardos? - Le preguntó Annie desde su armario.
- No. - Negó Lily, abotonándose la camisa blanca de su uniforme.
- Te juro que me desaparece la ropa. Tenía tres aquí y ahora solo hay uno.
Annie estaba obsesionada desde hacía algunos meses con ese tema. Según ella, era bastante probable que algún duendecillo travieso se hubiese colado en su dormitorio y les estuviese robando cosas. El duendecillo debía tener fijación con Annie, porque a Lily nunca le desaparecía nada.
- Tal vez los dejaste fuera del armario y los elfos domésticos hayan pensado que estaban sucios.
La buscadora se encogió de hombros con resignación, tomó un par de leotardos entre las manos, la falda y una camisa. Lily empezaba a pensar que Annie se imaginaba cosas. Eso, o se estaba volviendo muuuuuy despistada.
- ¿Dónde se ha metido Frambuesa? - Preguntó entonces su amiga, arrugando el ceño al ver vacía la cesta de mimbre donde solía dormitar apaciblemente la gatita de Lily Evans.
- Creo que esta noche ha dormido con James. - Dijo Lily, intentando que su tono de voz fuese de lo más natural, como si no le temblasen las piernas cada vez que ese nombre salía de su boca.
- Oh.
Lily se ató los cordones de los zapatos negros de espaldas a Annie. Casi podía ver su rostro, crispado ligeramente, como si acabase de romper un plato especialmente bonito.
- James... Hablando de James...- Empezó a decir la chica de rizados cabellos - Me dijo que...
- No.
- Pero déjame que te diga lo que me dijo. - La voz de Annie sonó risueña a espaldas de Lily Evans.
- Es que no quiero saberlo. ¿No crees que ya me persigue lo suficiente como para que además tú me hables de él?
Annie suspiró con impaciencia. Lily se puso en pie, tomó su mochila con mano firme y se dispuso a salir del dormitorio con decisión. La capa ondeaba tras ella con cada paso que daba. Su amiga chasqueó la lengua a su paso, pero la siguió sin decir nada más.

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Memorias de Hogwarts
Fanfiction"La primera vez que Lily Evans cruzó su mirada con la de James Potter no sabía muchas cosas. No sabía que sería un calvario asistir con él a clase. No sabía que preferiría quemarse en el infierno a tener que entablar una conversación con él. Tampoco...