James Potter paseó la mirada distraídamente por el aula llena de alumnos de diferentes cursos mientras Pyrell hablaba con unos chicos de Hufflepuff que no conseguían efectuar correctamente el último hechizo de ataque que habían visto en las clases extra de Defensa Contra las Artes Oscuras. Quedaban dos días para que comenzase marzo, y con él, el Torneo de Duelo que el profesor había organizado. Como era de esperar, eran muchos los alumnos y alumnas que habían decidido apuntarse, aunque no tantos como James esperaba. Todos parecían impacientes y expectantes. Incluso Lily y Annie se habían sumado a la actividad, igual que Dorcas Meadowes y Emmeline Vance.
James observó a las chicas, que practicaban en la otra punta del aula. Lily había formado pareja con Dorcas, Annie lo hacía con Emmeline. Junto a ellas se habían colocado Quejicus y su panda de amiguitos gilipollas. James no pudo evitar notar que pelograsiento Snape aprovechaba cualquier oportunidad para mirar a Lily. Que tío más patético...
- ¡Coño, James! – Gruñó Sirius - ¿Vas a centrarte o vas a pasarte toda la maldita clase en las nubes?
James giró el rostro para mirar a su amigo, que estaba justo frente a él y lo fulminaba con la mirada.
- ¡Venga! – Le instó el chico, alzando las cejas con impaciencia.
Su amigo Sirius estaba más insoportable de lo normal desde hacía cosa de una semana. Nadie sabía a ciencia cierta por qué, aunque James sospechaba que estaba íntimamente relacionado con una chica de cabello negro y rizado y ojos azules como el cielo de verano. Bueno, para ser sinceros no era sólo una sospecha. Sirius se había pasado toda la semana pidiéndole a Annie que "le acompañase", pero la chica siempre lo evitaba poniendo miles de excusas, a cada cuál más descabellada. El día anterior, sin ir más lejos, le había dicho que tenía que ir a hablar con Nick Casi Decapitado. Incluso Lily había fruncido el ceño al escuchar semejante tontería saliendo de la boca de su amiga, y eso no hizo sino enfurecer más aún a Sirius, que salió de la Sala Común como una exhalación, empujando a unos chicos de quinto que entraban por el retrato de la Señora Gorda.
- ¿Podrías intentar ser un poco menos gruñón? – Pidió James, lanzándole el hechizo de ataque.
Sirius se movió rápidamente y consiguió pararlo con éxito.
- ¿Podrías dejar de mirar a Evans? – Preguntó Sirius con el mismo tonito cantarín que había empleado James – La vas a desgastar.
James rodó los ojos y meneó la cabeza. Estuvo tentado de soltarle alguna réplica en la que apareciese el nombre de Annie, pero sabía que era mejor dejar correr aquello. Al fin y al cabo, era una tontería, y no tenía tantas ganas de tocarle las narices a Sirius.
- Bien, chicos y chicas. Escuchadme un momento. – Dijo entonces el profesor Pyrell desde la cabecera de la clase. Todos volvieron a los largos bancos de madera, aunque algunos se quedaron de pie haciéndose a un lado – Sabéis que el día... siete de marzo – añadió, después de mirar unos papeles – empezarán los primeros duelos. Como sois 24 los que os habéis apuntado, haremos ocho grupos de tres, formados al azar. Por supuesto, habrá diferentes fases.
James se apoyó de medio lado contra la pared de piedra, sintiendo el frío traspasarle la tela. De nuevo sus ojos volaron hacia el pelo llameante de Lily Evans, que miraba atentamente al profesor Pyrell.
- En la primera fase cada uno de vosotros deberá enfrentarse a sus dos compañeros de grupo. El que consiga quedar primero de su grupo estará clasificado para la siguiente ronda, es decir, que este proceso daría lugar a cuatro duelos eliminatorios ¿Lo vais entendiendo?

YOU ARE READING
Memorias de Hogwarts
Fanfiction"La primera vez que Lily Evans cruzó su mirada con la de James Potter no sabía muchas cosas. No sabía que sería un calvario asistir con él a clase. No sabía que preferiría quemarse en el infierno a tener que entablar una conversación con él. Tampoco...