Conduje por la carretera alejándome de la ciudad hasta que encontré un camino para poder entrar con la camioneta por el borde de la calle, no sabía donde estaba yendo, solamente conduje y llegué hasta un bosque, donde por el medio pasaba un arrollo.
Me senté sobre el tronco de un árbol caído y Camila caminó un poco más cerca de mi, cruzada de brazos y mirando a su alrededor. Estaba preciosa, siempre lo estaba, pero aquel día llevaba jeans negros algo rotos y una remera algo holgada, tenía su pelo algo despeinado haciéndolo más lindo y esa carita que ponía cuando algo no le gustaba, en este caso estar conmigo, y esperaba solucionarlo pronto. Odiaba tenerla allí y ni siquiera poder tocarla.
—¿Dónde estamos?—Preguntó. Se refería al lugar, lo sabía, pero en ese momento, su pregunta, en mi mente, parecía referirse a nosotras, a nuestra relación.
—Dónde conduje… Es mi culpa, ¿no?—La miré un momento.—Digo… te hice mucho daño antes y entonces no confías, no tengo que enojarme porque de todos modos que tu estés celosa no es nada a comparación de lo que yo te hice…
Se quedó en silencio cruzada de brazos mirando hacia el agua. La miré, la observé, la admiré esperando respuesta, pero nada volvió.
—Somos muy diferentes, ¿te das cuenta? Siempre lo fuimos y siempre vamos a serlo. Yo soy tan… No lo sé ordinaria, libre, todo me da igual, en cambio tu eres tan educada, tan buena, tan correcta. Yo soy mayor que tu y tu eres una niña, para mi. Yo hice tantas cosas malas en mi vida mientras que tu lo haces todo bien. Tienes lo que quieres, siempre lo tuviste, tus padres te apoyan a pesar de que alguna vez no lo hicieron, los escuchas decir que están orgullosos de ti… Y yo no tengo nada de eso, yo no hago que nadie se sienta orgulloso de mi, mis padres no me apoyaron nunca y mi vida es un asco. ¿Ves que si somos tan diferentes, que nuestras vidas siempre fueron tan opuestas? Intenté ser mejor, lo juro, lo intento por ti, pero… pero no sé que pasa, qué hago mal… Es todo, ¿verdad? Lo hago todo mal. Me lo dijiste antes de irte y tengo que aceptar que tienes razón, siempre hago todo mal, no importa cuán mejor intente ser o hacer las cosas todo va a salir mal conmigo.
Seguía sin mirarme y me dolía porque yo estaba allí diciéndole aquello, estaba siendo sincera con ella, conmigo misma, con nosotras y ni siquiera me miraba.
Limpié un par de lágrimas que ni siquiera sabía que habían caído hasta que las sentí en mi barbilla. Miré el agua que corría entre piedras y plantas. Suspiré intentando relajarme un poco. Si Camila no quería decir nada… pues estaba bien.
—Yo no quiero… que te sientas así. Porque no eres todo eso que dices, no entiendo porqué te valoras tan poco como persona, que algunas no te hayan valorado o querido tanto no quiere decir que todos los demás lo hagan también. Y lo siento, estuve mal, lo sé. Te juro que intento no ser así… Intento comportarme cuando estoy contigo, pero siempre soy la niña, la inmadura, la idiota, la que molesta, la…
—Amo eso de ti.—La interrumpí.—Siento que nací para complacer tus mañas, Camz, pero todo tiene un límite… Me encanta que seas tan niñita a veces porque eres linda y eres adorable, me encantas así, me encanta que seas celosa, que me molestes, que te enojes para que pueda pedirte perdón y terminemos basándonos mucho, amo todo eso, pero… pero créeme que no puedo con que me grites todas esas cosas sin dejarme explicarte antes. Te pedí que confiaras en mi… Y no lo haces.
—¿Y tu confías en mi?—Nuestras miradas se encontraron por primera vez en días y nos sostuvimos así.
—¿Acaso no confié en ti cuando te fuiste a Canadá con tus padres y yo sabía que Austin iría? Lo hice y lo hago. Nunca estuve nerviosa ni pensando en qué estarías haciendo. Me cuesta porque siento que… que todo y cualquiera puede hacerte daño y no lo soporto.
—Me cuidas mucho.—Murmuró.
—Es porque te amo. Porque te quiero para mi y quiero ser yo la que te haga feliz, la que esté para ti, quiero ser yo la primera en todo en tu vida. ¿Entiendes qué tan enamorada estoy de ti?
Bajó sus brazos lentamente dejándolos caer a un lado y suspiró bajando su mirada a algún punto del césped verde. Bajé del tronco en donde estaba sentada y me acerqué un poco a ella. Levantó su mirada hasta la mía y pude ver en sus ojos que luchaba por no llorar, estaba apenada, lo sentía porque la conocía demasiado y hacía falta que me mirara para saber qué pensaba o sentía.
—Lo siento.—Dijo dando un paso hacia mi.
No me sorprendí que se abrazara a mi y escondiera su rostro en mi pecho, que llorara en silencio aferrándose a mi ropa, no me sorprendía porque así era ella, así era Camila, de repente era una niña rota, quizás por mi culpa, pero estaba entre mis brazos y eso me importaba porque siempre volvía a mi.
Pensé en que no podía cambiarla, no podía cambiarme a mi misma mas de lo que había cambiado porque era imposible. Quizás debíamos aprender a tratar con la otra, con nuestro defectos y virtudes y dejar de intentar cambiar cosas que ya eran parte de nosotras.
Es que el amor se trata de eso, ¿no? De aprender, de aceptar, de enseñar y de querer de cualquier manera. Pues eso debíamos hacer nosotras.
Estábamos muy centradas en querer ser mejor para la otra que muchas veces nos olvidábamos de nosotras mismas.
Yo luchaba por ser perfecta para ella, para darle todo y nunca pensaba en mi, en lo que quería, en lo que era. Ella intentaba ser correcta para mi, luchaba conmigo, nunca me dejó sola y se olvidó de ella, se olvidó de que también tenía otras cosas más importantes que yo como ella misma, como aceptar que era una persona y no era perfecta, yo tampoco lo era. Ninguna lo somos.Me aferré a su cuerpo contra mi y solté un suspiro largo. Era obvio que nunca iba a poder alejarme de ella, no importa lo que pasara, lo que hiciéramos, no iba a poder dejarla o soltarla porque me había vuelto dependiente de ella, la había vuelto una parte de mi, de mi vida y quizás estaba mal porque era muy rápido o que se yo, pero no había nada que pudiera hacer. Camila era lo más importante de mi vida ahora, mañana y lo sería siempre porque era una maldita chica preciosa que se adueñó de mi desde el primer momento en que la vi. Era así de simple.
Ya no había nada que hacer o decir. Camila había escrito sobre mi, ya era suya.

ESTÁS LEYENDO
I like what is wrong {Camren}
FanfictionTítulo en español: Me gusta lo que está mal. Yo era un desastre. Ella era perfecta en todo sentido. Éramos totalmente diferentes, pero a ninguna nos importaba. Me estaba enamorando. Ella también. Portada hecha por el user "5H-1D-JB-DL-1997".