Capítulo 12

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Bajé de mi camioneta y me hice camino a la entrada de la universidad. Fruncí el ceño cuando vi a Camila y Austin aún lado de las escaleras. Otra vez sentía esas ganas de querer romperle la carita de nena que se traía ese tipo.

—Si, ha sido una clase divertida.—Le dijo a Camila sonriendo.

—Deberíamos hacer equipo más seguido, eso ha sido más fácil de lo que creí.—Camila le habló encontrándose con mi mirada.

—Tienes que buscarte otro equipo la próxima vez, campeón.—Le di una palmada, un poquito, bueno, fuerte, en el hombro y el se movió lejos de mi.

—Lauren, vamos.—Camila me quitó la mano del hombro de Austin.—Adiós, Aus.

—¿Aus? Oh. Me cago en la vida. Aus… No puede ser.—Negué siguiéndola.

Caminaba lejos de mi. Rodé los ojos cuando dio un portazo una vez dentro de la camioneta.

—Me vas a dejar sin puerta si sigues haciendo eso.—Le dije. Se cruzó de brazos y miró por la ventana evitando mirarme a mi. 

Pensaba llevarla a algún lugar, pero había tenido un maldito día de mierda y no pensaba seguir viéndola enojada, entonces la llevé a su casa. No dijo nada, incluso ni siquiera me miró durante el camino.

Suspiré  estacionando frente a su casa. Se quitó el cinturón de seguridad e intentó abrir la puerta, sin resultado porque yo la había trabado antes. Me acerqué para besarla y me corrió la cara.

—¿¡Por qué mierda haces eso!? ¿Qué es lo que te pasa?—Abrí la puerta de su lado bruscamente y me bajé de la camioneta también.

Abrí la puerta trasera, busqué sus libros y cerré la puerta de la misma manera que ella lo hacía. Tomó sus libros sin mirarme, tenía su cabeza hacia abajo y suspiré cuando noté que se estaba mordiendo el labio. Intenté calmarme. Me pasé mis manos por la cara y cuando se giró para irse la detuve. 

—Lo siento. No quise gritar… ¿Mañana a las seis?—era nuestra cita. Ella asintió mirando hacia abajo.—Camz. Lo siento, bebé.—Levanté mi mano a su mejilla, pero discretamente se alejó de mi toque.—Háblame.

—¡No! Déjame irme de una vez. –Habló molesta y casi pensé que estaba por llorar.

Se pasó una mano por el pelo enojada y luego todo se le volvió a la cara. Apreté los labios y flexioné mis rodillas para estar a su altura frente a su rostro y solté una risa cuando se quitó el pelo descubriendo su rostro.

—¿De qué te ríes?—Me empujó con ambas manos y la vi luchar por no reírse tampoco.

—Te quieres reír. Vamos. Ríete.—Me acerqué a ella y le di con un dedo en su costado. Me dio un manotazo en la mano y luego me empujó contra el auto cuando escondió su rostro en mi pecho. Estaba llorando. Suspiré. ¿Por qué siempre tenía que arruinarlo todo con mis estúpidos celos?—Lo siento, Camz.—La abracé y bajé mi cabeza para poder besar una de sus sienes.—Tus padres me van a matar si te ven llorando cuando entres.

—Llévame contigo. No quiero ir a casa.

—No puedo, tengo cosas que hacer. Una pintura que terminar y…

—No voy a molestar. Me quedo quieta en un lugar.—Me reí haciendo que dejara de esconderse y tomé su rostro entre mis manos.

—Sólo si me das un beso.

—Cuando lleguemos a donde vayas.—Quitó mis manos de su rostro, se limpió las lágrimas y estampó sus libros contra mi pecho para luego subir otra vez a la camioneta.

I like what is wrong {Camren}Where stories live. Discover now