Amor Antes que Facción: Divergente.

Capítulo 25.

Tobias.

Termino de ordenar mi oficina. Me quedo mirando nuestro trabajo. En comparación al orden de Max, cualquier cosa podría ser más ordenada.

Nunca imaginé que terminaría en una oficina como líder. Aunque planeo pasar el menor tiempo posible acá, a veces me veré obligado.

Me dolió haber dejado la Sala de Control. No era algo que planeaba, pero ya está hecho. Ahora está todo listo para comenzar realmente el liderazgo con Tris. Ya conocemos las reglas, las reuniones, los otros líderes  (incluso trabajamos amistad con ellos, sin contar que Tris no puede sentir simpatía por Johanna. La exaspera.) Y todo está en perfecto estado, además la boda se acerca.

-¿Eso cuenta como despedida de soltera? - pregunto luego de mi decidido silencio, por quedarme viendo mi nueva oficina.

La oficina de Tris está lista; terminamos de ordenarla ayer por la noche.

Ahora todos saben que somos líderes de Osadía. Recurren a nosotros en emergencias, supervisamos sus trabajos y los guíamos.

No hay que ser un tirano para ser un gran líder. Es lo que ambos sabíamos desde el principio. Sólo había que ponerlo en práctica y evitaríamos tantos problemas en Osadía.

De hecho, hace dos días, durante la reunión mensual, vimos las estadísticas de conflictos en nuestra facción y el bajo resultado fue impresionante para todos,  puesto que Osadía es la más conflictiva de todas. Luego viene Verdad.

-No. Solo es una junta entre nosotras. Nada más. - responde Tris negando suavemente con su cabeza.

-¿Nada más? - la miro y levanto una ceja. Cuando entiende, agarra mi chaqueta de la percha y me la lanza encima. La atrapo en el aire entre carcajadas.

-¿Cómo piensas...?

-Es sólo una broma. - aclaro con una media sonrisa.

Rueda los ojos y me da un puñetazo en el hombro con más fuerza de la que se suele emplear en estos casos.

-Vaya broma, Cuatro.

-¿Me llamaste "Cuatro"?

-Recuerdos de la iniciación. Quería probar cómo sonaba después de tanto tiempo.

-Bien, Beatrice.

-¡Eh!

-Por cierto, ¿vas a invitar a tus padres a la boda, no?

-Y a Caleb también.

-Tienes que decirles en algún momento.

-Lo sé.

-Espero que no se incomoden con... lo que sea que Christina haya organizado. Ya sabes, abnegados... fiestas...no son muy buenos amigos.

-Y asumiendo que Christina se excedió...

-¿Cómo dejaste que ella organizara nuestra boda?

-Se ofreció. Estaba emocionada y me lo pedía a cada minuto. Terminé por hartarme y le dije que aceptaba.

-¿Y ni siquiera le has preguntado qué hizo?