*Capítulo 27: La Mejor Decisión

2.1K 241 23
                                    


/Laurine Selwyn/

Estaba nerviosa, había pasado ya algún tiempo desde la última vez que me sentí de aquella manera y es que no sólo me encontraba ansiosa si no extremadamente alegre lo cual era el doble de extraño.

Miré el reloj comprobando que ya era la hora y me miré por última vez al espejo esperando que todo se encontrara en su lugar.

-Aún puedes arrepentirte- dijo Lucius mirándome de frente. Golpee su hombro ante la insinuación de abandono.

-No lo haré, ya llegue demasiado lejos- murmuré y volví a ver mi reflejo con nerviosismo.

-Sabes Laurie, creo que ya eres muy vieja para esto- se burló.

-¿Celoso?- alcé una ceja girándome por completo hacia él.

-Para nada pero como tú mejor amigo no debería permitirte casar con el mismo idiota que rompió tu corazón en la adolescencia- comentó alzando su extraño y preciado bastón.

-No deberías, pero aquí estamos- sonreí y me acerqué para besar su mejilla. -Te quiero- dije y el ofreció su brazo para que pudiera tomarlo y así ambos salir de la habitación.

-¿Lista?- asentí.

Afuera estaba ya toda esa gente esperando. La ceremonia fue algo sencillo y sumamente privado, en momentos como esos no podíamos dejar al descubierto tantas cosas y menos si tanto la Orden del Fénix como algunos Mortifagos se encontraban en un mismo lugar cuando probablemente se acercaba una guerra.

Pero sin importar aquello las personas más importantes tanto para Severus como para mí estaban presentes y eso bastaba. La celebración se llevaría a cabo a las afueras de la ciudad en un hermoso jardín.

-¿Debería estar nerviosa?- pregunté a punto de un colapso. Mi mejor amigo simplemente rió.

-Es normal Laurie. Recuerdo que el día de mi boda estuve llorando de emoción, no podía creerlo y justo ahora podría repetirlo- contó con un tono soñador bastante ridículo.

-Creí que los años te harían más duro- me burlé.

-Lo hicieron, sin embargo hoy es un día especial y puedo dejar algunas cosas de lado por ti.

Ambos cruzamos la última puerta que daba con el jardín principal. Pude ver a lo lejos a Severus de espaldas, justo después de aquella fila larga de personas así que me tensé de inmediato.

-¿Ya te arrepentiste?- se burló de nuevo.

-¿Qué?, ¡no!- lo tomé del brazo para tratar de equilibrarme mejor. -De hecho creo que esta es la mejor decisión que he tomado en años- sonreí con bastante convicción.

.

/Severus Snape/

-Te ves bien Sev- susurró la pelirroja cuando pasó a mi lado.

-Gracias Lily- sonreí con nerviosismo.

-Supongo que esto es lo mejor para los dos. Siempre se vieron demasiado bien juntos- confesó con un notorio sonrojo.

-Supongo que sí- me encogí de hombros.

-¿Qué sucede?, ¿A caso no estás feliz?

-Lo estoy, es solo que me asusta todo esto, no quiero decepcionar a Laurine y mucho menos a Claire- suspiré.

-No lo harás Sev, tengo fe en ti- sonrió y volvió a su lugar dejándome ligeramente más tranquilo.

No supe cómo sentirme con el hecho de que Lily había asistido, afortunadamente no tuve problemas con Laurine por ello pues si la conocía lo suficiente, sabía que probablemente por lo único que había accedido a invitarla fue por el hecho de que ella se vería aún más encantadora y definitivamente quería presumírselo.

Esperaba junto al altar, repasando mis líneas y tratando de no mostrar mi nerviosismo a los invitados o sería vergonzoso. Dirigí una ligera mirada a Claire quien me sonreía con entusiasmo en primera fila.

Solté un audible suspiró y algo llamó mi atención. Al final de aquella larga fila de personas estaba ella, tomada del brazo de Malfoy.

¡Por Merlín!, ¡¿esa es mi prometida?!

Abrí los ojos sorprendido y paré un segundo para admirarla como merecía. No podía entender cómo era que en tan solo unos años había pasado de ser esa sabandija elegante a mi hermosa y deslumbrante prometida. Parecía incluso de la realeza con aquel costoso vestido blanco ceñido a su perfecta figura.

¡Definitivamente enamorarme perdidamente de ella había sido la mejor decisión!

Ambos avanzaron lentamente hacia mí y al estar justo al frente me dedico una sonrisa para soltar al rubio y tomar mi mano con delicadeza.

-Luces preciosa- dije sin poder contener la emoción y acariciando su rostro.

-Gracias Sevy, tú luces perfecto- apretó mi mano y pude notar entonces su nerviosismo. Al menos yo no era el único.

La usual ceremonia comenzó y honestamente no preste demasiada atención. ¿Pero qué clase de hombre podría poner atención teniendo a tal belleza a su lado?, más si justo se estaba convirtiendo en mi esposa.

Su rostro lucía perfecto, más perfecto de lo habitual y no era por el maquillaje que llevaba puesto sino por la felicidad que irradiaba. Apuesto a que yo me encontraba totalmente igual.

Y supe que el momento se acercaba cuando vi que Draco y Claire se acercaban con un par de anillos. Dumbledore se encargó de conseguirlos en cuanto supo de la boda, ambos tenían una especial incrustación de diamante, con un mágico núcleo de dragón.

Entonces escuché las palabras que llevaba anhelando desde hace ya un tiempo.

-Severus, ¿aceptas a Laurine Selwyn como tu legítima esposa? ¿prometes que la cuidaras con toda tu magia?

-Sí, acepto- la miré a los ojos.

-Y tú, Laurine, ¿aceptas a Severus Snape como tu legítimo esposo? ¿Y prometes que lo cuidaras con toda tu magia?

-Claro, acepto- sonrió.

-Perfecto, ahora unan sus varitas- dijo y lo hicimos de inmediato. Susurro unas palabras y una nube de magia color rojo las rodeo cerrando aquel pacto de amor. -Entonces los declaro ma.....- dejé de escucharlo y atraje a Laurine para besarla, reclamándola como mía.

Al separarnos la mayoría aplaudía dramáticamente y Claire fue la primera que corrió hacia nosotros para envolvernos en un gran abrazo.

-Finalmente son mías-comenté besando la mejilla de la pequeña y los dulces labios de Laurine.

Maldita Obsesión {Severus Snape}Where stories live. Discover now