Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 39: De Vuelta

/Sevus Snape/

Ayudé a Laury a subir su horriblemente pesada valija, se había emocionado en comprar cosas nuevas en el callejón así que ahora las traía consigo.

Busqué un andén completamente solo y la deposite ahí, minutos más tarde ella llegó con un par de ranas de chocolate que había comprado en el carrito del expreso.

-Tómala- dijo extendiéndomela mientras ella abría la suya.

Hice lo que pidió y la imité.

El transcurso fue algo rápido y más silencioso de lo normal sin el hablador de Lucius rondando por ahí.

Cuando fue hora de bajar volví a ayudarla, pero en el camino nos cruzamos con Potter y sus amigos. Suspiré con pesadez pues sabía que comenzarían a molestar de inmediato al verme con aquella chica.

Pero no fue así, simplemente me miraron y continuaron con su camino. No hubo bromas, no hubo chistes, no hubo hechizos o cualquier tipo de humillación. Pero si alcancé a ver en sus caras la manera en la que se contenían sobre decir algo.

Muy extraño.

Llegamos al Gran Comedor y nos sentamos juntos en la mesa de Slytherin. Pasó la habitual selección para los de primero y después vino el discurso de Dumbledore donde advertía que el innombrable había adquirido más poder y debíamos tener cuidado porque tiempos difíciles se avecinaban.

En lo personal creo que están exagerándolo todo.

Era hora de ir a nuestras habitaciones y como prefecto debía guiar a los chiquillos nuevos. Caminé al frente del grupo y llegamos a la Sala Común de Slytherin donde les expliqué lo necesario y todos los menores fueron a sus habitaciones a instalarse.

La mayoría de los grados más altos se quedaron ahí a charlar o hacer otras cosas

Vi a Laury llegar y se acercó directamente a mi.

-Esas chicas te están viendo- dijo mirando por sobre mi hombro. Reí al ver su cara de molestia.

-No te creo- me burlé.

-Velo tú mismo.

Así que me giré demasiado obvio y miré hacia dónde ella apuntaba, y era cierto, un grupo de unas tres chicas miraban atentas a nosotros y de pronto sonrieron de una extraña manera, como si quisieran llamar mi atención, eso nunca antes había pasado.

-Es tu culpa Sevy, este año te ves aún mejor- comentó cuando devolví mi mirada a Laurine.

-¿Celosa?- pregunté divertido.

-Sí pero eso tiene arreglo- respondió dejándome confundido, no esperaba que lo admitiera. -Si no te importa....- tomó mi mano y la entrelazó con la suya.

Poco a poco noté como la mayoría nos miraba entre sorprendidos y confundidos así que aproveché aquello.

-Eso no bastará- me burlé. -Si no te importa....- imité sus palabras y la acerqué aún más tomándola por la cintura para después besarla lentamente, frente a todas esas personas.

Necesitaba volver a sentir sus labios y ese momento me pareció adecuado, aunque conforme los segundos pasaban y me percataba de lo atrevido que había sido, comencé a ponerme sumamente nervioso, hasta separarme de ella quien sonreía totalmente.

-Eso estuvo mejor- guiñó un ojo. Tuve que reprimir una sonrisa para aparentar estar un tanto serio.