Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 41: Celos

/Laurine Selwyn/

Pasaron algunas semanas de maravilla, Severus me había pedido no mirarlo en clases admitiendo que se ponía nervioso. Me pareció sumamente tierna la manera en la que admitía ciertas cosas.

Pero no todo era tan fantástico pues al parecer él se había vuelto más "popular". Ahora la mayoría de Slytherin lo trataban diferente, con algún tipo de admiración y extraño respeto. Las chicas lo miraban más y normalmente le sonreían, por suerte Sevy no lo notaba o lo ignoraba por completo.

Y eso no era todo pues el mismo efecto había tenido para mí, un día en la Sala Común, mientras me encontraba aparentemente sola escuché a unas niñas charlar sobre nosotros y descubrí que me llamaban "la chica que encantó a Severus". Al inicio me reí por el sobrenombre, después fue molesto escucharlo en todos lados.

Éramos la noticia en Hogwarts y ¿cómo no? si siempre me atrevía a tomar la mano de Sevy en público. Al inicio fue difícil pues él se avergonzaba un poco, luego solo eran un par de sonrojos y ahora ya es un poco más normal pero puedo notar que aún se pone sumamente nervioso con mi cercanía. Yo no mantengo la calma del todo, también tiene ciertos efectos sobre mi.

Un día el director Dumbledore me llamó para ir a su oficina donde pasamos horas hablando toda la tarde sobre lo enamorada que me encontraba de Severus y lo mucho que todos lo notaban. Me dio un par de consejos y al final me pude retirar.

El ambiente comenzó a tornarse un poco más normal, esperaba que todos olvidaran aquel asunto sobre nosotros estando "juntos" y para mí suerte fue así o al menos se acostumbraron a vernos por ahí más cerca de lo usual.

Aquella noche entré sola al Gran Comedor, Sevy se había adelantado por lo que al entrar me detuve justo en la puerta para buscarlo con la mirada, cuando finalmente lo encontré saludé con la mano y una sonrisa la cual desapareció al sentir un leve golpe a mis espaldas. Alguien me había empujado y para ser exactos había sido Lily quien me miró molesta y luego fingió una sonrisa para después tomar la mano de Potter, como si quisiera restregármelo en la cara.

Pero a mí no me importaban ellos dos.

Caminé un tanto irritada hasta sentarme junto a Severus quien me miró confundido.

-¿Qué tienes?- preguntó preocupado

-Nada- contesté mientras comenzaba a servir comida en mi plato.

Y mi humor no mejoró al escucharla reír tan estruendosamente, estaba fingiendo de nuevo, alcé la mirada y la vi observándonos atenta.

De nuevo más risas que pareciera que solo yo las notaba.

-Discúlpame- le dije a Severus mientras me levantaba de mi lugar y caminaba hasta la salida pero tan pronto lo hice sentí a alguien tomar mi muñeca impidiendo que me fuera.

-Sevy.... déjame ir

-No lo haré Laury, ven aquí- sonrió y me atrajo a él con un rápido movimiento para posar suavemente sus labios sobre los míos en un dulce y corto beso.

Últimamente le gustaba hacer eso y a mí me encantaba la manera en la que se armaba de valor para besarme frente a todos.

Al separarnos pude notar de inmediato las miradas curiosas de la mayoría, de asco por parte de los merodeadores, molesta por parte de Lily y alegre por parte de los Profesores que estaban en la mesa central.

Me sonroje de inmediato y lo arrastre conmigo hacia el pasillo, para después abrazarlo y ocultar mi rostro en su cuello, sentía aún mi cara arder.

Lo oí reír abiertamente, apuesto a que le causaba extrañeza que fuera yo quien actuaba con timidez y no él.