Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 51: Hechizo

/Laurine Selwyn/

Mi corazón latía con fuerza, me costaba trabajo respirar y estaba bastante cansada de correr. Pasé al menos cinco pasillos más antes de detenerme dándome cuanta que me acercaba a la torre de Griffindor. ¿Era hacia el otro lado?

Me recargué sobre la pared e intenté recobrar el aliento.

-¡Ven aquí Laurine!- lo escuché gritar a lo lejos pero ya era demasiado tarde, no podía huir en realidad no quería hacerlo.

Y segundos después apareció Severus, caminando aparentemente molesto. Lo cubría un extraño líquido rosa.

-No lo lamento- reí al verlo.

Le había jugado una broma, tenía mucho que no lo hacía así que me tenté a cambiar sus ingredientes en la clase de Pociones, de nuevo. Fue una buena jugada pero tuve que huir después de escuchar las risas de los demás.

-Se que no lo haces, te conozco- se acercó peligrosamente.

Y tenía razón, yo también lo conocía y sabía que no estaba realmente molesto pero le gustaba fingir que si, era muy normal que se mostrará frío ante los demás pero conmigo era diferente cuando estábamos a solas.

Así que saqué mi varita, le apunté para lanzarle un hechizo y segundos más tarde ya se encontraba totalmente limpio. Él me miraba atento, sin moverse.

-Perfecto, no me hubiera gustado ensuciarte- dijo y me acorraló contra la pared para después besarme con dulzura.

Le seguí el ritmo porque últimamente había mejorado su técnica al besar y me gustaba como lo hacía, también me gustaba que tuviera la iniciativa en momentos como este. Valió la pena haber hecho el trabajo sucio para lograr sacar los sentimientos de Sevy a flote.

Cuando nos separamos para tomar aire me miró alegre, pero al notar a los chicos que se acercaban su cara cambió totalmente,

Los tres venían notablemente divertidos.

-Snivellus, no sabíamos que eras tan pasional- se burló Potter.

-O atrevido- sonrió Black.

-O tenias sentimientos- agregó Pettegrew.

-Obvio los tiene, no seas tonto y por lo visto también tiene necesidades que no sólo su mano puede satisfacer.

Los tres rieron mientras yo sólo me sonrojaba. Noté que Sevy estaba algo serio, como si pensara en algo o planeara hacer algo pero era muy poco probable.

-Laurine, sabes qué aún hay oportunidad de cambiar de opinión, ¿cierto?- Sirius guiñó un ojo.

-No lo haré gracias- hable fuerte y claro, iba a darme la vuelta para retirarme pero Severus me sostuvo de la mano para que no me alejara.

-Aún no entiendo que le viste a Snivellus- hizo una mueca de asco.

-Bien entonces hay que divertirnos un rato- rió Potter mientras sacaba su varita, pero Sevy fue aún más rápido.

-¡Expelliarmus!

Todos lo miramos sorprendido. En mi cara pronto se formó una sonrisa.

-Levicorpus- susurró levantando a Potter en el aire pero para nuestra mala suerte la pelirroja apareció mirándonos de mala gana. Sevy lo dejó caer al suelo, pasó su mano sobre mis hombros y salimos de ahí caminando bastante emocionados.

Ahora veo lo divertido sobre hechizar a otros.