ES UNA PROMESA (Yu Kanda-D gray man)

Capitulo 20:¿Alma?

El viento azotaba, la lluvia también pero eso no les importaba a ninguno de los dos.

Lo único en lo que podían pensar era en bailar, en unir sus almas al son de la música, nada les importaba más que estar juntos. Se amaban y una sola mirada era necesaria para saberlo.

Naira lloraba.

Kanda también.

Todo lo que querían era estar juntos, después de tanto tiempo esperando y cuando se encontraban no podían estar juntos, amándose ¿Por qué era tan cruel el destino?

-Podría bailar contigo todo el tiempo...-sus labios estaban a centímetros pero lo único que lograban era susurrar

-y nunca me cansaría.-completo Naira.

-Te amo.-

-Te necesito.-

-Naira...-

-Kanda ¡Kanda! ¡no te vayas! ¡Kanda!-

Naira se despertó de un sobresalto, su corazón latía y quería llorar, miro a sus alrededores y se dio cuenta que estaba en un cabaña.

Olía a incienso, todo era cálido pero sin embargo sabía que fuera llovía por el ruido que esta desprendía, se concentró en el caer de las gotas de su imaginación hasta que fue sorprendida por una voz que le saco de su trance

¿Cómo había llegado ahí? Lo único que recordaba era el momento en que salió corriendo.

Después de haber abandonado a Kanda.

-Al parecer ya has despertado-reconocería esa voz al lugar a donde fuera

-¿Pa-papá?-susurro.

Cross se asustó por lo que enseguida se levantó y corrió hacia su hija quien temblaba a pesar del cálido ambiente. Recordó la primera vez que la vio.

Se veía tan frágil, tan rota, tan todo.

Y así lucia de nuevo.

-Naira, Naira ¡Naira por favor responde! Pequeña...-Naira le volteo a ver, su mirada estaba rota y vacía- Sabia que esto pasaría, lo siento Naira.

-Papá, duele, me duele, mi cabeza...-las lágrimas comenzaban a caer rotundamente. Cross sabia que tarde o temprano pasaría esto.

-tranquila Naira, lo solucionare todo-

Orden Asiática.

-No hay nada más triste que pelearse entre amigos ¿eh?-Un hombre elegante junto a un paraguas se presentó enfrente de la orden mientras soltaba alguna que otra risilla.-como ocurrió con el decimocuarto...

Una muñeca de trapo se posó en su hombro y hablo.

-ah, sí si aquella vez con el decimocuarto fue penoso...-

-aquella vez...-el hombre comenzó a llorar arrodillado siendo regañado por la muñeca quien le gritaba que no se acobardara. Él se levantó.

-¿vas a ver a Allen así?-pregunto la molesta muñeca.

-Bueno...¿podemos guardar el secreto de que estoy súper deprimido?-

-no eres nada honesto contigo mismo-suspiro.

De pronto un triángulo salió del techo de la orden y se duplico causando viento comenzando a disparar pero para el conde milenario eso era algo lento.

-pero...-sonrió-como soy el primer apóstol de Adán, el conde milenario, yo como el no me detendré-su ropa se comenzó a transformar-hasta que encuentre el corazón de los exorcistas, y arrastrare a dios a la oscuridad-

Alzo su paraguas mientras que algunos akumas de nivel 4 le respaldaban.

-No puedo permitirme parar pase lo que pase-

Y las defensas de la orden desaparecieron.

Países Bajos.

Cross corrió hacia afuera mojándose por la lluvias pero eso no le importaba necesitaba salar a Naira, a su pequeña, a su hija.

Tomo una rama y comenzó a recitar algunos hechizos.

-ma, nura, kaza de na ¡zumbari kaza da!- La bara se volvió de un tono azulado y en cuanto lo hizo Cross la estrelló contra el suelo, en cuanto le toco salieron 7 rayos del mismo tono hacia direntes direcciones yéndose a una gran velocidad, Cross volvió a entrar encontrándose con Lucia, la misma mujer que había viajado por Naira

-¿Cómo está?-

-Esos niños necesitan literalmente volar o ella no sobrevivirá-Cross suspiro.

-Vamos, necesitamos hacer lo posible porque ella aguante-

Los dos corrieron a ver a la Chica quien sudaba y lloraba gritando incoherencias. Lucia corrió por unos paños mojados para bajar su temperatura mientras Cross le ataba sus extremidades, no debía tocar su cabeza o se dañaría más de lo que ya estaba; necesitaban a los chicos para poder salvarla ya que ellos era los únicos con el poder suficiente para poder separar a Alma de Naira.

Los aprendices de Cross.