Dicen que el dolor es sólo una ilusión, que sólo estoy confundida pero sólo...yo sólo soy una humana.
Tanto sufrimiento y odio me habían cansado quería dormir para nunca volver a despertar por aquel dios al que tanto odio, pero ahora, ahora se que m...
-Bien chicos los generales estaremos en las habitaciones del sótano, Sokaro estará en la habitación 11, Cloud estará en la que está a la izquierda y yo en la de la derecha si desean dormir o descansar Lenalee y Naira podrán ir con Cloud, Kanda y Marie en la mía y Allen y Lavi con Sokaro, llegaremos en 6 horas-informo el general Tiedoll con su típica "sonrisa paternal" todos asintieron separándose los generales junto a Marie hacia las habitaciones indicadas mientras que los más jóvenes se quedaban juntos aunque Kanda pronto cambiaba el rumbo pero se detuvo al escuchar la plática entre los demás.
-¡chicos! Hay que ir al casino-sugirió el pelirrojo -esta bien, vamos-decía un feliz Allen pero Lenalee lo tomo del hombro haciéndolo parar -Lavi, Allen y yo somos aún menores no podemos tomar alcohol-dijo Lenalee reprobando la idea -lo siento Lavi pero quiero escribir un rato-esta vez habló Naira -Tch no iré a perder el tiempo con ustedes-finalmente habló Kanda quien yacía ya a unos metros -¡vamos! Una copa no le hace mal a nadie siempre tomamos cuando hay una fiesta de bienvenida-rogó Lavi pero Naira y Lenalee ya iban en dirección a su habitación pero un comentario las detuvo -¡vamos chicas! Habrá coreanos ¿no recuerdan?-Las dos jóvenes se voltearon sonriendo -¿¡Coreanos!?-
Hace unos meses cuando Allen, Lenalee y Naira fueron a una misión a Corea las dos se volvieron locas ya que los Coreanos les encantaban. Los dos muchachos sonrieron mientras asentían
-bu-bueno claro que siempre hay excepciones, una no hace daño-sonrió Lenalee uniéndose -Podré escribir en otro momento, yo voy a ir a enamorar Coreanos-el comentario de la pelirroja le puso la piel de gallina Kanda, con tan solo imaginar a su pelirroja con otro le prendía los celos al mil
-yo voy a ir, eh escuchado que las coreanas son preciosas-todos (por excepción de Naira) voltearon a ver al Nipones con cara de sorprendidos ya que ese tipo de comentarios nunca venían de el, siempre le molestaba cuando las chicas se le acercaban (como era con Emilia) pero sólo era para darle celos a Naira sin embargo no resultó así -¡Si! Son hermosas, me hubiese gustado ser Coreana-rió la joven sin una pizca de celos, sólo pensaba en Corea y no le importaba nada. -Tch, sólo lo eh escuchado seguro son huecas-
El grupo de amigos camino hacia la cantina del barco, entre risas y bromas como siempre claro que nunca faltaba el amargado y ahí estaba Kanda. Al entrar las miradas se posaron de inmediato en el grupo de parte de todos, chicas y chicos, y bueno ninguno de ellos tenía una pizca de feos. Los ojos de las jóvenes miraron inmediatamente a los coreanos presentes y como no, las miradas fueron mutuas. El grupo de amigos se sentaron juntos pidiendo cervezas y copas hablando sobre cosas triviales cuando comenzó el entretenimiento y como no, coreanos.
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Algunos que otros participaban en los eventos sin embargo el quinteto permanecía sentado hasta que el "director de espectáculos" hizo pasar a las dos chicas pero en menos de lo que canta un gallo Lenalee había corrido de regreso a la mesa por vergüenza pero Naira decidió cantar, le cantaría a Kanda.
comenzó a cantar, como decía antes ella no iba a dejar pasar esos 2 meses de tristeza, no le daba miedo, era descarada como ninguna, no tenia miedo, no tenia pena, mostraría lo mejor de ella misma.
Kanda sabia obviamente que todo esto iba dedicado hacia el, no era tonto. Su cabeza estaba revuelta de miles de pensamientos, acaso ¿ella le quería? ¿ella lo amaba? No sabia que pensar pero de algo estaba seguro:
Se estaba volviendo loco por besar esos carnosos labios rojos.
La vio terminar y la sensación de besarla, abrazarla y reclamarla como suya aumentaba, no podía contra sus sentimientos pero incluso así había algo que le impedía hacerlo, si, su orgullo. Vio a cada uno de los pasajeros comiéndose (literalmente) con la mirada a Naira, "genial, teníamos que subirnos en un barco que tiene dueños coreanos"
Vio como lo chicos se acercaban a Naira
"Que hermosa dama" "¿gustas una copa?" "nunca vi cabello tan hermoso como el tuyo" pero eso no era lo peor para el japones, lo peor de todo es que ella les dejaba decir eso.
Le enojaba.
Le calentaba la sangre.
Le enfurecía.
-muchas gracias-reia Naira divertida de la situación, era verdad que los asiáticos le volvían loca pero sobre todo los coreanos, e incluso así ella quería a Kanda pero el hecho de mirarlo muriendo de celos le divertía como nunca, lo mejor de todo era su orgullo que a pesar de que ella no lo quisiera aceptar también ese problema le impedía correr a sus brazos, decirle que lo extrañaba y que lo prefería mil veces a el antes que a todos los demás.
Pero algo le tomo desprevenida.
-nos vamos estupida-Kanda se acerco a la joven bajo la atenta mirada de sus amigos que veían toda las escenas mas divertidos que aquellos dos, la tomo del brazo y la jalo pero Naira se negó. -Déjame en paz afeminado-gruño Nira soltándose de su agarre -dije que nos vamos-dijo Kanda matando con la mirada a todos los coreanos, intimidandolos -y yo dije que me dejes en paz sordo-pero antes de que pudiera seguir insultando a Kanda este tomo su cadera cargándola sobre su hombro, no paso un segundo y Naia reclamaba con todas sus fuerzas reclamándole de todo al joven quien salio tranquilamente del bar, camino unos metros hasta llegar a la proa del barco tirando a la chica de un golpe en el suelo-¡¿es que acaso eres estupido?! te eh dicho que me dejaras en paz -tu y yo tenemos cuentas pendientes mocosa de sexta-Naira se levanto del suelo mirando fijamente al japones quien fue tan rapido que Naira no lo vio venir, la tomo del cabello estrellándola contra una pared -¡sueltame bastardo! hijo de la grandisima perr..-pero antes de pudiera seguir insultando vio un puño venir en a su cara dejándola paralizada, se esperaba todo pero ¿un golpe?