El suicidio de papá

2.1K 111 3
                                    

Aún no comprendo el por qué les estoy contando esto, tal vez para desahogar todo el mal que llevo dentro de mí, y es porque ese día, ese trágico día, conocí a la muerte en persona.

Era mi séptimo cumpleaños, mis papás habían invitado a todos mis amigos y sus padres. Yo estaba jugando con ellos mientras todos los adultos preparaban la fiesta, la cual se celebraría en el patio trasero.

Mi papá subió al ático con las luces para poder colgarlas, las amarró al faro de luz del patio y después al tejado de mi casa.

Los demás padres se burlaban por las acrobacias que tenía que hacer mi papá, pero en un sólo instante, las risas cesaron: mi papá había resbalado y su cuello quedo atrapado en el cable, por lo que quedó colgando. Mi mamá gritaba y lloraba, al igual que los niños. Los adultos subieron al ático y salvaron a mi papá, a quien le quedó una horrible marca en el cuello. La fiesta se canceló.

Desde ese día mi papá ya no volvió a ser el mismo. Ya no hablaba, ni pasaba tiempo con nosotros, y la mayor parte del tiempo se la pasaba encerrado en el ático, al cual no nos dejaba entrar ni a mí ni a mi mamá. Mi papá empezó a recibir terapias.

Como saben, hay ocasiones en las que la curiosidad domina sobre la razón. Una noche, mientras mi papá recibía su terapia, tomé las llaves y subí al ático. Mientras más me acercaba a la puerta, sentía un temor inmenso, hasta que abrí la puerta.

No veía nada más que la oscuridad, y la luz de la Luna atravesando la ventana. Entré con miedo, pues sentía que alguien me observaba, y no me equivocaba: en la oscuridad se podían distinguir unos ojos brillantes, y bajo éstos, una sonrisa que dejaba ver unos colmillos. Me asusté mucho cuando esa cosa empezó a caminar hacia mí, aunque en verdad flotaba. Salí de ahí tan rápido que olvidé las llaves.

Asustado, me recosté en mi cama. Por más que intentaba no podía dormir sabiendo que esa cosa estaba en el ático de mi casa. Alrededor de las 12 de la noche escuché a alguien caminar enfrente de la puerta de mi habitación, y no sólo eso, ese "alguien" deslizó una carta que decía:

"Hijo:

Perdoname por lo que haré pero es necesario que te lo diga. No puedo seguir viviendo de ésta forma, es por eso que he decidido acabar con mi vida. Sé que es muy egoísta de mi parte el no pensar en el sufrimiento que causaré en tu madre y en ti, pero me temo que no hay otra salida. Esa cosa en el ático es algo mucho más fuerte que yo, es más dura que una pesadilla hecha realidad, es más aterradora que tu peor miedo, esa cosa es la muerte. Es ella quien me ha estado atormentando desde el día del accidente y me ha vigilado todos los días. Sabes, no debieron salvarme ese día, pues ella estaba dispuesta a llevarme y esas personas que me salvaron se han atrevido a retarla. He tratado de mantenerte a ti y a tu madre al margen, pero ya no puedo con tanta presión. He notado que has dejado las llaves en la puerta del ático, lo cual quiere decir que entraste y tal vez ya te diste cuenta de cómo es. Quiero decirte que en el futuro no te atrevas a desafiarla, porque ella no perdona y desearás haber muerto para entonces. Una última cosa que te pido es que, al leer esto, no intentes subir al ático, pues yo estaré completando el encargo de esa criatura."

Al leer esto salí corriendo al ático. Al entrar vi a mi papá con una soga en el cuello y esa cosa frente a él. Supongo que se dio cuenta de mi presencia, pues se volteó para verme, pero la muerte provocó que quedara colgando. Su cabeza se desprendió de su cuerpo y cayó ante mis pies.

Todo se volvió oscuro. Desperté en mi cama, creí que todo había sido un sueño, por lo que me dirigí a la habitación de mis padres, sólo estaba mi mamá, y en la bolsa de mi pijama estaba la carta que escribió mi papá.

Terror y MiedoWhere stories live. Discover now