Capítulo 28

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Él

-Marcos, creo que no deberías...- Samantha guardó silencio al observar detrás de mí.

Un silencio incómodo se apoderó de la habitación y entonces sentí que el aire podía cortarse con una hoja de lo tenso que estaba todo en el ambiente. Dejé el bolso de Camila sobre el sofá y entonces Samantha comenzó a jugar con su brazo incómoda, aún de pie en la sala.

-Hola- Sam le sonrió esperando una respuesta, pero el silencio que continuaba en la habitación me hizo comprender que Camila quizás no tenía la mejor de sus expresiones en ese momento.

-Ven, te mostraré- le dije a Camila dirigiéndome hacia el corredor, rogando que terminara con sus celos y todo eso.

Caminé hasta la puerta de mi habitación, abrí y le permití que ingresara para que observara el desastre que habían dejado. Si bien Samantha me había hecho un gran favor recogiendo los trozos de vidrio, el resto estaba aún desordenado. Mi ropa en el suelo junto a los cajones y el colchón a un lado, con las sábanas en un rincón de la habitación.

-Por Dios- comentó Camila llevando una mano a su cabeza mientras observaba todo el desastre -. ¿Qué estarían buscando?

-No lo sé, porque no se han llevado nada- ingresé a la habitación también y moví el colchón que había quedado con el siniestro mensaje hacia abajo -. Está aquí.

Camila se acercó, observó el mensaje con su ceño fruncido y entonces mordió su labio inferior. Dejé el colchón en su lugar nuevamente y la vi pensativa aún.

-Es realmente extraño- suspiró y se cruzó de brazos -. No entiendo por qué a ti y no a mí. Quiero decir... Podrían dejarme mensajes a mí o seguirme, pero en cambio van detrás de ti. Los detesto con todo mi ser, le dije a Andrés que se estaban pasando de la raya.

-¿Andrés?

Camila me observó fijamente a los ojos e hizo una mueca. Lo había hecho, finalmente.

-Hablé con él anoche- observó el hueco en la ventana y se abrazó a sí misma.

-¿Qué dijo?- me acerqué un poco y metí las manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón.

-Él confesó que mi madre fue quien contrató a esos tipos para mantenerme alejada de ti- se volteó hacia mí y nuevamente mordió su labio inferior, con su ceño fruncido -. Ellos te hicieron eso, ellos fueron los culpables del accidente y de esto en tu apartamento. Todo culpa de mi madre.

-¿Pero...? ¿Él dijo eso?

-Sí. Lo siento tanto- se abrazó a mí con fuerza, a lo cual correspondí de inmediato rodeándola con mis brazos aunque algo confundido -. En serio, lo siento mucho.

-No te disculpes, no tiene sentido. Tú no tienes la culpa de nada.

-Claro que sí- se soltó de nuestro abrazo y me observó -. Si tu no estuvieras conmigo, y si mi madre no estuviera tan loca, nunca habrías tenido ese accidente ni habrían destruido tu casa de esta forma. Es que esto es todo un caos.

Tomé aire para contradecir lo que decía y hacerle entender que ella no tenía nada que ver con las estupideces que tuviera su madre en la cabeza, pero entonces nos interrumpieron.

-Marcos- me giré en dirección a la puerta de mi habitación.

-Sam.

-Lamento interrumpir- dirigió una mirada fugaz a Camila y nuevamente me observó a mí -, sólo quería avisarte que llamé al cerrajero y que yo ya debo irme.

-Oh, muchas gracias. Déjame que te acompañe hasta la puerta- observé a Camila un segundo observando su reacción. Ella simplemente dirigió su mirada a la ventana rota y entonces caminé hasta Samantha.

Amor VerdaderoWhere stories live. Discover now