Capítulo 35: Es Una Promesa

4.8K 275 68
                                    

La bestia que cae delante nuestro confirma lo que Neille dijo hace aproximadamente una hora: los Vigilantes querían reunirnos con Yassir para hacer esto, para ponernos a todos en peligro y así matar a alguien. Es obivo que esta cosa no está aquí por la sección horaria, porque si fuera así, el brazalete de Beetee hubiera sonado, o al menos hecho alguna luz, y no ocurrió eso. Ni bien veo al muto que tengo delante de mí, tomo a Yassir del brazo y lo muevo hacia atrás. Tomo una flecha y apunto directamente hacia el monstruo, pero no disparo.

Las consecutivas y filosas garras que recorren sus cuatro extremidades lo hacen peligroso para cualquier persona que se encuentre cerca. Su enorme rostro tiene aspecto de rata, con la diferencia de que esta tiene unos grantes colmillos, como si esa zona se tratase de algún animal salvaje. Su pelaje es discontinuo, en algunas zonas está pelado, y tiene unas raras manchas moradas, que se encentran acompañadas con profundos cortes que le hacen sangrar, como si hubiera sido sometido a golpes constantes. Sus patas, las cuales poseen solo tres dedos, parecen estar medio podridas, pero aún así el muto es firme. Su cuerpo está lastimado tambien, su pelaje es color negro azabache, con notorias manchas de polvo blanco y grandes trozos de vidrios en su espalda. Este monstruo no salió como ellos esperaban. Esta mutación da mucho miedo, y creo que fue diseñada exclusivamente para eso: aterrarnos para poder asesinarnos.

Nadie se mueve, nadie hace absolutamente nada, solo esperamos a que el muto reaccione o haga algo. Le hago señas a Haymitch para que se acerque lentamente a nuestra posición, ya que está muy cerca del monstruo, más precisamente a su derecha, tirado en el suelo por el estruendo que este provocó sobre él. Continúo apuntando mi arco, y cuando todos estamos juntos, comenzamos a retroceder lentamente.

El muto parece ser ciego o algo por el estilo, porque mira a su alrededor, pero no percibe nuestra presencia. Finnick dice en un susurro la idea que daba vueltas, y todos asienten porque están de acuerdo, incluyéndome. Si queremos salir vivos de esta, tenemos que ser sigilosos, no podemos llamar la atención. Comenzamos a caminar sigilosamente hacia atrás, hasta que el brazalete de Beetee comienza a sonar, y el rugido del muto se escucha sobre él.

— ¡Corran! —grita Finnick.

Apunto al ojo del muto, y disparo, pero lamentablemente fallo, y por bastante distancia. Comienzo a correr detrás de los demás, que ya se encuentran a una distancia bastante considerable. El monstruo creado por los Vigilantes comienza a correr paralelamente a mí, y a una velocidad muy alta, como si quisiera alcanzar el resto del grupo. Veo que se acerca cada vez más y más con cada paso que da. Sus cuatro patas le ayudan a superarnos a todos nosotros con mucha diferencia en velocidad.

— ¡Cuidado! —grito, pero al parecer no me escuchan por los pitidos que emite el brazalete de nuestro compañero del Distrito 3.

El muto se acerca cada vez más y más, y no tiene intenciones de atacarme a mí, sino que quiere atacar al resto de mis aliados. Entonces me doy cuenta de que el muto está persiguiendo el sonido del brazalete de Beetee, y no va a detenerse hasta asesinarlo. Si quiero llamar la atención de esta cosa, necesito hacer ruido. No hay forma de que haga algo que supere el sonido que el brazalete de Beetee está haciendo. Entonces el ruido se detiene. Los pitidos acaban de dejar de sonar, y eso significa solamente una cosa: estamos encerrados en esta sección durante una hora.

— ¡Vengan aquí! —grito, y la única persona que voltea por mi advertencia es Blight, que se encarga de llamar a los demás.

El resto del equipo llega a mí, y el muto queda un poco desorientado, porque al parecer no sabe adónde ir. El suelo comienza a temblar, y creo que mi plan se acaba de ir por el caño, porque esto no nos viene nada bien. Sé lo que va a pasar ahora, a Blight le ocurrió, y si mal no recuerdo a mí también. El suelo va a abrirse, y con eso en mi cabeza, se me ocurre algo.

Los Juegos del Hambre: El Vasallaje MasculinoWhere stories live. Discover now