Capítulo 62: Mensaje

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Despierto asustado, sudado y con la respiración muy agitada. Cuando me doy cuenta de que tuve una pesadilla, me tranquilizo un poco, y hago un vano intento de dormirme otra vez. Cierro los ojos, me acuesto en diferentes posiciones, pienso en cosas que me calmen, pero así y todo no logro conciliar el sueño nuevamente.

Al notar que probablemente no vuelva a dormir, me giro y reviso el reloj para ver que hora es. Son las 5 de la mañana. Se supone que debería levantarme en dos o tres horas. Y para mi mala suerte, logré dormirme alrededor de las 2.

Me levanto de la cama, y salgo de mi compartimiento. Luego comienzo a caminar por los pasillos del Distrito, deambulando sin un rumbo determinado, y pensando sobre lo que deben estar haciéndole a Katniss (si es que aún está con vida). Tal vez la están torturando como a Yassir, con agua y cables. O tal vez le cortaron los dedos como a Haymitch. El problema no es que la estén torturando, ni tampoco pensar en estas maneras de tortura, sino que el problema es que sé que no es ninguna de esas dos. A Katniss de seguro le tocó algo mucho más fuerte y doloroso.

Soy un inutil. Katniss salvó mi vida en los Juegos del Hambre, me ayudó en el Vasallaje y también aquí en el 13 me ayudó para que podamos salvar a Haymitch y a Yassir. ¿Y que hice yo? Nada, sólo me quejé mucho tiempo sobre todo, me peleé con Gale, y no cuidé a Katniss como debería haberlo hecho.

Pienso en que puedo hacer para ayudarla, pero no se me ocurre nada concreto, nada que pueda llegar a ser efectivo o al menos util. No sé que tipo de torturas pueden hacerle a ella, que es el referente principal de la Revolución.

Entonces, algo llega a mi cabeza: Haymitch. Él estuvo en el Capitolio, lo torturaron, y probablemente haya hablado con Snow mucho más que Yassir durante ese tiempo que ambos estuvieron cautivos. El problema es que no sé donde está Haymitch, no sé en que compartimiento se encuentra (o si se encuentra en uno).

Podría encontrarlo rápidamente, pero es arriesgado. Sin embargo, para ser honesto, me importa muy poco si me encuentran. Voy a revisar los archivos personales de la presidenta ahora mismo.

Comienzo a caminar hacia su oficina. Las luces están apagadas, lo cual hace que los pasillos estén muy oscuros. Sólo están siendo iluminados por unas tenues luces amarillas que lo único que hacen es ayudarme a no llevarme una pared por delante. Esto parece una película de terror, sólo falta la música de fondo y un asesino siguiéndome.

Cuando llego a la oficina de Coin, intento abrir la puerta y, para mi sorpresa, está abierta. Pienso unos segundos en como puede ser que haya tan poca seguridad (o mejor dicho nada) en la oficina más importante del Distrito. Luego recapacito y me doy cuenta de que aquí las reglas son respetadas por todos los habitantes, y que sólo a mí se me ocurriría entrar aquí sin permiso y a las cinco de la mañana.

Me meto en la oficina y noto que está todo oscuro. Entonces tanteo con mi mano sobre la pared hasta encontrar el interruptor que enciende la luz. Cuando lo presiono, se enciende solo una luz, por lo cual sigue estando todo bastante oscuro, pero hay iluminación suficiente para poder moverme.

— Muy bien, ¿dónde están esos papeles? —susurro y comienzo a buscar.

Me fijo en los muebles de los costados, y en las bibliotecas, pero no encuentro nada. Ahí es cuando me doy cuenta que Coin jamás guardaría papeles que contienen información sobre los habitantes del Distrito, ya que si hay un asalto o algo por el estilo, podrían encontralos facilmente.

Entonces recuerdo cuando la presidenta sacó los papeles para autorizar a Katniss a ir al 12 a buscar un vestido para Annie. Lo sacó de una gran carpeta, y la guardó en algún lugar bajo su mesa. Probablemente la ubicación de cada uno esté ahí.

Los Juegos del Hambre: El Vasallaje MasculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora