-Pequeña... Han venido las niñas a verte.
Me desperté poco a poco sin querer moverme, intentando incorporarme un poco para estar más cómoda en la cama, pero Marshall me detuvo.
-Espera, cariño...
Me ayudó a apoyar completamente la espalda contra el cabecero de la cama, sentándose a mi lado después. Yo suspiré profundamente, intentando despertarme todavía restregándome los ojos para ver mejor. En cuanto enfoqué, vi a Alaina, Hailie y Whitney.
-Hola a todas.-dije cuando comenzaron a darme un beso en la mejilla para saludarme.
-¿Cómo estás hoy?-preguntó Alaina.
-Hecha una mierda.-dije sin cortarme.
Miré de reojo a Marshall, que se resistió a regañarme.
-Marshall, Whitney tiene casi 16 años...-dije poniéndole los ojos en blanco.
La aludida se rio en voz baja.
-He oído cosas peores de tu boca, papá.-dijo Whitney sonriendo.
-Lo siento, cariño.-dijo Marshall encogiéndose de hombros.
-¿Qué te ha dicho el médico esta mañana?-preguntó Hailie subiéndose a la cama para sentarse al otro lado de mí.
-Algo así como que vamos a intentar aguantar con los bebés todo lo que podamos, pero que si la preeclampsia no mejora, que tendrán que hacerme una cesárea de urgencia.-dije apartándome el pelo de la cara.-Y a mí me parece una reverenda mierda pero...
Las chicas se rieron pero yo lo decía en serio. Estaba gorda, enorme. Ya no podían mentirme a la cara cuando lo decía en alto porque era verdad. El reposo en cama que tenía que tener se había convertido en mi peor pesadilla, porque ya solo me movía para ir al baño, y a veces incluso me había hecho pis encima porque no me había dado tiempo a ir al baño. El día que me hicieron el "baby shower" me pasé todo el día de morros y enfadada. Quería que me sacaran a las niñas ya y nadie me hacía caso.
-¿Es verdad que cuando des a luz, te van a operar para que no tengas más hijos?-preguntó Whitney, seria.
-Sí, cariño.-dije suspirando.-No quiero más hijos. Con este embarazo lo estoy pasando muy mal y no quiero arriesgarme a tener otros dos. Y yo creo que con 5 hijos voy a tener suficiente. No quiero parir más.
-Jo...-dijo Whitney mirando al suelo.
-¿Tú no quieres más hijos, papa?-preguntó Hailie mirando a su padre.
-No, la verdad.-dijo Marshall cogiéndome la mano.-Siempre quise tener una familia grande y no tenía intención de tener más hijos, pero Alex quería una niña y mirad... Han venido dos más y lo está pasando fatal. Y lo último que quiero es verla sufrir.
-Ohhh...-dijo Hailie sonriendo.-Estoy muy orgullosa de ti, papá.
-¿Sí?-dijo Marshall con la voz un poco más aguda de lo normal.
-Sí, todas lo estamos.-dijo Hailie cogiéndole la otra mano.-Eres un padre increíble. Te queremos todas mucho.
Observé la cara de emoción de Marshall sin saber qué decir. Así que le eché una mano.
-Dios mío...-dije llevándome una mano a la cara.-No le digas eso que voy a llorar... Y se me pondrá más cara de pan...
Todos se rieron mientras yo le apretaba la mano a Marshall para transmitirle que estaba de acuerdo con Hailie.
-¿Sabes? A pesar de que estás enorme, estás preciosa.-dijo Alaina después de un rato de seguir charlando.
La miré de reojo sabiendo que lo decía por animarme, no porque fuera verdad.

YOU ARE READING
Hasta que no te quede nada (EMINEM #2)
RomanceDos años después de la muerte de Proof, Alejandra Rodríguez vive en Nueva York con su madre y con su hijo, lejos de la ciudad de Detroit, la ciudad que una vez fue su casa y donde reside el padre de su hijo. Pero todo cambia un día en que Marshall M...