Capítulo 8

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-No voy a permitir que mi hijo pase las Navidades con esa... mujer.

Me crucé de brazos para dar más énfasis a mi opinión. No lo iba a permitir, y Marshall tenía que respetarlo.

-Alex, no va a pasar nada.-dijo Marshall levantándose del sofá.-No le voy a quitar el ojo de encima, estaremos todos juntos. Incluso tú te puedes venir si quieres.

-¿Te olvidas que tengo a mi propia familia?-pregunté ofendida.- ¿Te olvidas de que no aguanto a tu mujer?

-Exmujer.-dijo Marshall corrigiéndome.

-¡Me da igual!-dije desesperada.-No lo voy a permitir.

Marshall me miró con dureza.

-Yo tuve que aguantar que te llevaras a mi hijo a Nueva York porque tu novio lo quiso.

-Eso no es así.-dije defendiéndome.

-¿No?-preguntó Marshall levantando una ceja.-Si estuviste haciendo de jefa de tu discográfica desde Detroit todo este tiempo, no sé por qué tuviste que hacer ahora el traslado sabiendo que a Aylan le viene mejor que estemos los dos en el mismo estado.

Desvié la mirada un momento para coger fuerzas.

-Desde que Jay me traspasó la empresa para que fuese más responsable, apenas me he hecho cargo de ella.-dije poniéndome recta.-Con el nacimiento de Aylan y sus cuidados no he hecho de jefa como debería. Y no des por sentado que estuve todo este tiempo en Detroit, Marshall. No tienes ni puta idea de donde estuve ni lo que hice estos últimos tres años.

Marshall apretó los dientes, intentando contenerse.

-Podrías madurar un poco, Alex. Ya es hora.

Abrí los ojos sorprendida a la vez que se me escapaba un gemido de indignación.

-¿Madurar?-pregunté acercándome a él.- ¿Lo dices en serio? ¿Madurar? ¡Me lo dice el hombre que hasta hace un par de años no controlaba absolutamente nada en su vida por culpa de las drogas y seguía teniendo mentalidad de 15 años!

Él suspiró cerrando los ojos.

-Vuelvo a insistir.-dijo todo lo tranquilo que pudo.-Puedes pasar las Navidades con nosotros.

-Marshall, no voy a ser parte de este teatro que os habéis montado Kim y tú para pasar las Navidades juntos.

-No es ningún teatro.-dijo Marshall frunciendo el ceño.-Lo hacemos por nuestras hijas. El día de Navidad lo pasamos todos juntos y el resto de días festivos nos turnamos.

-Me importa una mierda, sinceramente.-dije encogiéndome de hombros.-No pienso ir.

-Podrías hacerlo un poco por tu hijo.

-Haciendo esto estoy pensando en mi hijo.-dije siendo sincera.-Lo único que veo cuando miro a esa mujer es dolor y odio. Y por alguna razón no puedo controlarme cuando ella está delante. No podré responder de mis actos si dice algo y yo la contesto mal. Así que es mejor que mi hijo no vea esa parte de mí todavía, sobre todo delante de la madre de tus hijas, que son sus hermanas. Tampoco quiero que vean que no aguanto a su madre.

-Deberías dejar todo ese sentimiento a un lado.-dijo Marshall relajando un poco su expresión.-Kim tiene novio y está embarazada.

Se me cortó la respiración de golpe.

-¿Qué?-pregunté no muy segura de lo que acababa de oír.

-Sí, está embarazada.-dijo Marshall.

Hasta que no te quede nada (EMINEM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora