Capítulo 4

2.1K 107 14
                                    

-Hoy nos lo vamos a pasar genial en casa de papá, bebé.-dije colocando mejor a Aylan en mis brazos.-Y vamos a conocer a tus hermanas, ¿vale?

Aylan asintió sin decir nada. Yo le miré de reojo sabiendo lo que le pasaba, pero no le dije nada más ya que Marshall abrió la puerta de su casa para recibirnos.

-Hola, colega.-dijo Marshall sonriendo a Aylan.- ¿Qué tal estás?

-Bien.-dijo Aylan sin soltarse de mis brazos.

Marshall me miró un segundo y después volvió a mirar a Aylan mientras entrabamos en casa.

-¿Te vienes conmigo?-dijo Marshall alargando los brazos para cogerle.

Aylan le miró unos segundos antes de volver la cabeza hacia mí y esconderse en mi cuello. Yo me reí en voz baja, sorprendida.

-Pero, Aylan...-dije intentando separarle de mí.-Si hemos dicho que nos lo íbamos a pasar genial hoy con papá y tus hermanas.

-Mami...

Marshall me cogió la mochila que llevaba en el hombro al ver que Aylan no se quería despegar de mí.

-¿Qué pasa cariño?-pregunté en voz baja.

-Vamos a casa...-dijo Aylan en español.

Madre mía. No era listo ni nada el niño.

-Cariño.-dije bajándole al suelo para que me mirase a los ojos.-Este fin de semana te toca estar con papá, y yo me voy a quedar contigo para que estemos todos juntos y podamos jugar aquí igual que lo hacemos en casa. Y ya verás cómo te lo pasas de bien con Hailie, Alaina y Whitney, ¿vale?

Aylan asintió de nuevo mientras yo le quitaba el abrigo y se lo daba a Marshall, después hice lo mismo con el mío. Aylan esperó a que me quitase el abrigo para levantar los brazos y que le cogiera. Yo suspiré mientras Marshall volvía con nosotros.

-¿Qué le pasa?-preguntó Marshall nervioso.

-Creo que se debe al hecho de que no conoce a tus hijas y se pone un poco vergonzoso.-dije en voz baja.

-Ah.

Avanzamos hacia lo que suponía que era el salón con Marshall a la cabeza.

-Oye, no te preocupes.-dije a Marshall antes de que abriese las puertas.-No es por ti si es lo que te preocupa. Es solo que no conoce la casa tampoco y le da un poco de miedo.

Vi como Marshall se relajaba un poco visiblemente y me sonreía levemente. Desde que me había presentado en su casa aquella noche para dejarlo claro que teníamos que estar juntos lo menos posible, solo había hablado con él en un par de ocasiones por teléfono. Yo no iba a sacar ese tema a la luz, y esperaba que él tampoco lo hiciera. Así que intenté olvidarme de lo que él sentía por mí y me concentré en mirar hacia el salón.

-Chicas, quiero presentaros a alguien.-dijo Marshall avanzando hacia sus hijas conmigo detrás.-Este pequeñajo de aquí es Aylan, vuestro hermano. Y Alex es su mamá. Aunque supongo que Hailie y Alaina se acordarán más, Whitney era muy pequeñita.

Miré a las chicas un segundo mientras ellas alternaban los ojos entre mi hijo y yo, intentando decidir quién merecía más la pena ser observado. Pero yo no tenía ninguna duda, quería mirarlas a ellas sin parar. Habían crecido un montón, sobre todo Alaina, que era toda una mujercita. No pude evitar llorar al ver su cara de felicidad al vernos a Aylan y a mí.

-Hola Aylan.-dijo Alaina acercándose a nosotros.- ¿Qué tal estás?

Aylan se volvió a esconder en mi cuello.

Hasta que no te quede nada (EMINEM #2)Where stories live. Discover now