Capítulo 25

1.9K 58 14
                                    

Quiero dedicar este capítulo a @AyelenRoojaas por hacerme una portada taaaaaan bonita y perfecta para mis historia. Tengo una más suya y de otra persona que también me hizo una portada muy genial, pero como no puedo poner todas a la vez esta es la primera y la que yo creo que más pega en este momento. A mi me encanta! Muchas gracias! :D Os dejo la historia ya...


Me revolví un poco en el sofá para ponerme más cómoda y seguir durmiendo, pero noté como tenía dos presiones: una en la espalda y otra debajo de las piernas. Abrí los ojos desubicada y miré hacia el pecho que tenía delante de mí, reconociéndolo al instante.

-¿Qué haces?

-Llevarte a la cama.-dijo Marshall en voz baja.

-¿Dónde está Aylan?

-Ya le he acostado.-dijo Marshall.-Tú madre no está en casa y no podía dejarte durmiendo en el sofá.

Suspiré mientras cerraba los ojos de nuevo y me agarraba a su cuerpo por si acaso me caía, después noté la superficie blandita y cómoda de mi cama y me coloqué mejor.

-No puedes seguir haciendo esto.-dije sin abrir los ojos, adormilada.-No estamos juntos.

-Sigues siendo mi prioridad.

No le contesté, solo quería dormir. Pero notando su presencia todavía en mi habitación, abrí los ojos y le miré.

-Ya puedes irte.

-Prefiero quedarme hasta que te duermas.-dijo Marshall apoyado en el cabecero de la cama.-Así me quedo más tranquilo, sabiendo que estás metida en la cama y descansando.

Me puse bocarriba en la cama y cerré los ojos de nuevo, pero esta vez de frustración. Me levanté como pude y me coloqué como él. Y como no, él no pudo evitar ayudarme a sentarme.

-Marshall...

-Alex, lo hemos hablado mil veces así que no seas pesada.-dijo Marshall levantando una ceja.-Necesito tenerte en mi vida, diariamente. Tengo que verte todos los días, pero como no me dejas vivir contigo ni que tú vengas a vivir a mi casa de nuevo, tengo que aprovechar estos pequeños momentos que podemos tener.

-Tienes que entender que no puedes pasearte por aquí cuando tú quieras.-dije calmada.-Si no quiero verte, no quiero verte. Acepta que no todo el mundo tiene que hacer lo que tú quieres.

Marshall se llevó las manos a la cara para restregársela y luego se las pasó por el pelo.

-No puedo creer que te sea tan fácil estar separada de mí. Si tanto me quieres, no entiendo cómo puedes decirme esto.

-¿Te crees que no me duele? Probablemente más que a ti ya que he sido yo la que ha sido traicionada por ti. Tenías que habértelo pensado dos veces antes de ir a arreglar tus problemas con otra mujer. Y a pesar de que nos hemos acostado un par de veces desde que me quedé embarazada, es mejor que nos mantengamos separados.

-¿Por qué? ¿Para que no tengas tentaciones de acostarte conmigo de nuevo?

-Pues sí, entre otras razones. Sigues estando igual de bueno y cada vez que te veo me dan ganas de...-dije pasándome la mano por la barriga.-Necesito tiempo y espacio, y no me lo estás dando.

Me quedé callada esperando alguna contestación por su parte, pero al no oír nada giré la cabeza para mirarle. Estaba sonriendo.

-¿De qué te ríes?

-Has dicho que estoy bueno.-dijo Marshall intentando no reírse.

Puse los ojos en blanco y volví a girar la cabeza.

Hasta que no te quede nada (EMINEM #2)Where stories live. Discover now