Romántico)?
Me encuentro completamente nerviosa. Siempre me ponía así cuando él y yo salíamos juntos, a pesar de ser pareja hace más de cinco meses.
Escucho como tocan la puerta de mi casa. Entonces corro, con el corazón en la garganta.
— Monty —le sonrío extensamente.
— Hola nena.
Él besa mis labios, y siento el cosquilleo en mi estómago, y el calor en mi rostro.
— Vamos, Pame, tenemos un gran recorrido que hacer —dice a la vez que toma mi mano y nos dirigimos a su auto.
— ¿A donde me llevaras? —pregunto ansiosa.
— Armé un picnic, bajo la luz de la luna, tú y yo solos.
— Aww, Monty, que romántico.
— Todo por ti —vuelve a besarme.
Sonaba romántico. Nosotros siempre salíamos de noche, amábamos aquello, a veces en silencio y otras veces no dejábamos de hablar. En las vacaciones incluso veíamos el amanecer.
— Hey, Pamela —lo miro— ¿Recuerdas el mirador?.
— Claro que sí —afirmo sonriente—, es un lugar precioso.
— Justamente nos dirigimos ahí.
Montgomery sonríe sin dejar de mirar el camino. Durante el camino miré por la ventanilla, hasta que al fin habíamos llegado. Él baja una canasta y un mantel, mientras que yo bajo las bebidas.
— Da un poco de miedo, ¿no? —digo observando todo el lugar en completa oscuridad.
— Golpearé a cualquier león que quiera atacarte —bromea rodando los ojos entre risas.
— Gracias, espero que así sea —río.
Desplegamos el mantel sobre el césped, y dejamos todas las cosas de la canasta encima. Me quedo mirando toda la ciudad, las luces de las calles y tiendas, todo era muy hermoso.
— Gracias por esto —lo miró.
— No te preocupes, Pame —suspira— Se cuanto te gustaba éste lugar, y quise traerte.
— Eres un lindo, Monty —me sincero.
— Tú eres preciosa —contradice, haciéndome sonrojar— Me traes muy loco como para que yo sea romántico.
— Yo siempre supe que lo eras, y no sólo un chico malo —encogí mis hombros.
— Es tu culpa que saque mi lado tierno a veces.
Se acerca aún más, tanto que puedo sentir nuestras respiraciones mezclándose. Sonrío levemente sin poder evitarlo, algo nerviosa.
— Sólo tu puedes sacar mi lado bueno, Pamela.
— Y yo agradezco que me dejes verlo—acorto más la distancia entre nosotros— Aunque seas como seas te amaré. Eso tenlo seguro.
— Eres tan tú que me enamoras.
El comienza a reír antes de abrazarme y apegarme a su cuerpo. Reparte besos por todo mi rostro, y entre risas lo sigo.
— Me vuelves loco —sonríe.
— Y tú a mi.
—
