—¡Adiós, Zach! —Conny se abalanza hacia el, rodeándolo por los hombros y besando su mejilla.—Nos vemos. —el le sonríe de inmediato.
El grupo de amigos se va del instituto. ___ y Zach se van por separado caminando. La chica notablemente enojada, no le agradable el jueguito de Conny, ni que Zach se lo siguiera.
—N-no haz hablado mucho —dice rompiendo el incómodo silencio que se propagaba entre ambos— ¿Fue por lo de Conny, verdad?.
—¿¡Y tu que crees?! —exclama— Odio que esa perra intente conquistarte siempre, ¡frente a mi y no te das cuenta!.
—No te pongas celosa, amor. Solo soy amable con ella, me gustas tú.
—El otro día los vi muy abrazaditos.
—Sólo soy amable.
—¡Cálla! Sabes que me molesta.
Sin poder evitarlo, el deportista sonríe con malicia. Era verdad, lo hacía para molestarla, amaba que sea celosa, le demostraba que no quería perderlo.
Al día siguiente, en el almuerzo, el mismo grupo de amigos se reúne para hablar en la cafetería.
—Hey, ¿te ayudo? —quita la bandeja de las manos de la rubia y la ayuda a llevarla hacia la mesa.
—¡Gracias! —agradece con una sonrsia de oreja a oreja— ¿Que tal todo? ¿Todo bien con tu equipo?.
—¡De maravilla!, de hecho, tengo mucho de que hablarte, Conny. Y tu a mi igual.
—Me encantaría conocerte.
____ desvía la mirada de ellos, los dos frente a ella en la misma mesa. Bryce estaba soltero, y era demasiado bueno, por lo tanto va en su busca.
—Oye, Bryce.
—Dime, nena —dice volteando a mirarla, Zach se había enojado.
—¿Crees que mi mano sea pequeña?.
La chica le extiende su mano, Bryce sabiendo todas sus intenciones decide seguir el juego. Toma su mano y la examina de todas formas, entrelaza sus dedos.
—De hecho, si es pequeña. No estoy seguro. —continúa tocando su mano con una sonrisa— Pero hay algo de lo que si estoy seguro.
—¿Si?.
—Tu cabello es muy bonito. —acaricia este de arriba a abajo— Tu piel es muy suave.
—Conny, si necesitas ayuda con alguna de tus tareas puedo ir al tu casa a ayudarte. Cuenta conmigo para ese problema en matemáticas.
—Uno de estos días no estaría mal.
Se levantaría de su asiento a propinarle un palizón pero el timbre de regreso a clases había sonado. Se despide de los chicos y se larga de ahi.
Al final del día escolar, Bryce los acerca a casa de Zach y se va, no sin antes lanzar un beso al aire para ____.
—No haz hablado mucho. —ella imita un tono de voz tonto y chillón, similar al de Conny.
—Es por ese perro desgraciado. —dice con voz gruesa y rara.
—Sólo te amo a ti —tira de su corto cabello hacia ella— ¿¡Ves Lo que se siente?!.
—Si, lo siento.
Entran a casa, los dos se miran sonrientes, arreglaron las cosas y habían prometido jamás hacerlo otra vez.
—¿Y ahora que las cosas están bien?.
—Debemos dejar en claro una cosa pequeña —se cuelga dejar su cuello— ¿No lo crees?.
—Oh claro que si, nena.
Empiezan con un beso fugaz y apasionado, despertado en otras palabras. Zach la guía hasta el sillón entre besos para cargarla en su cintura y apoyarla con fuerza sobre los cojines.
El lame toda la zona del escote hasta su abdomen, ahora deja húmedos besos hasta su vientre. Se despide de todas sus prendas al igual que las de ____, sin pensarlo ella rodea sus piernas a su cadera permitiendo mayor acceso
Zach entra de una sola vez provocando un inmenso placer en los dos. Se mueve rápidamente, casi obligando a ____ a gemir por más. Toma con sus dos manos sus pechos y los acaricia con poca fuerza pero era igual de placentero para ella.
El se inclina más hacia ella, tomándose del respaldar del sofá, se adentra con más facilidad y fuerza, rompiendo en gemidos, los cuales aumentan por toda la casa. Hasta que finalmente ahogan un sonoro grito. Con respiración agitada se separan entre besos.
—Eres mía.
—Y tu mío.
