EL AMOR DE LA ROSA ETERNA

CAPITULO 32

CENA DE COMPROMISO

Candy miraba la fachada de la casa, nunca imagino que fuese el hogar de Terry si lo hubiera sabido el día que estuvo con Paty no habría dudado en tocar para decirle cuanto lo amaba, pero las cosas fueron tan diferentes, Candy tomo aire necesitaba valor pero no dudo más y toco el picaporte de la casa, casi de inmediato le abrieron.

– Que se le ofrece señorita – la señora Rose saludo amablemente.

– Vengo a ver a Terry Grandchester – dijo Candy mordiéndose los labios, la señora se le quedo observando.

– A, ¿quién anuncio? – la mujer pregunto mientras abría paso a Candy.

– Soy Candy White – Candy miro la casa quedando asombrada por su extraña belleza.

– Un segundo por favor – la señora Rose se encamino al despacho para anunciarla, no tardó mucho en regresar, su rostro mostraba confusión – señorita la espera en el despacho – Candy volvía a tomar aire, sentía que sus piernas temblaban.

– Gracias – le dijo con una sonrisa a la mujer, Candy siguió a la empleada hasta llegar a una gran puerta de madera, la señora rose abrió la puerta, Candy entro con la mirada al piso pero cuando la levanto miro que aquel lugar parecía estaba siendo remodelado – Hola – dijo en un hilo de voz, el ama de llaves cerró la puerta.

– ¿Qué haces aquí?– Terry estaba sentado frente al escritorio.

– Necesito que hablemos – le dijo ella estaba por sentarse.

– Se breve – Terry la miraba con recelo.

– Terry por favor sé que estas molesto – Candy se quedó de pie.

– No Candy no estoy molesto – Terry se levantó y dejo un libro sobre el escritorio.

– ¿Entonces? – Candy pregunto curiosa.

– Me siento decepcionado – Terry apretó los labios, no se movió de su lugar ya que si se acercaba a ella no podría evitar tomarla entre sus brazos.

– Pero, ¿por qué? – Candy lo miro interrogante.

– Haz cambiado tanto – Terry lo dijo de modo decepcionante.

– Terry que es lo que te pasa – Candy estaba muy nerviosa, Terry la volteo a ver fríamente.

– Candy será mejor que te vayas – dijo Terry con gran indiferencia.

-¿Qué? – Candy sintió como si le hubieran echado un balde de agua fría.

– Las cosas nunca ha funcionado bien entre nosotros, siempre hay algo o alguien que interfiere para que no estemos juntos – Candy no podía creer lo que Terry le estaba diciendo.

– Pero... - Candy estaba boquiabierta ante lo que estaba escuchando, Lucia entro en ese momento.

– Lo siento – se disculpó Lucia cuando miro a los dos chicos – pensé que no había nadie.

– Que quiere – Terry se notaba enojado.

– Vine a poner esto aquí, me ordeno la señora Rose – Lucia llevaba un arreglo de flores blancas, lo dejo en una mesita y salió no sin antes mirar de arriba abajo a Candy.

– Veo que tendrás una reunión – Candy había notado que los empleados estaban arreglando la casa.

– Vaya, lo notaste – Terry contuvo la respiración, cerró los ojos y exhalo.

– Te recuerdo que trabaje como empleada de servicio – Candy pensó que las cosas no saldrían bien y no está muy equivocada.

– Es una cena muy importante para mí – se veía determinante – hoy pediré la mano de Susana – Candy sintió que las piernas le temblaron cuando escucho eso, la realidad era que Robert Hathaway daría una cena por el cierre de la obra Romeo y Julieta, aunque después de una visita que hizo a Susana el día anterior lo hizo pensar en una absurda idea.