Departamento Desastre ; d.t

56. Peleas y más peleas.

Ethan.

Busqué el certificado por todas partes pero Jamie es demasiado inteligente como para dejarlo a la vista así que antes de que Grayson entrara, salí y lo llevé conmigo hasta el balcón.

―Ethan, estás matándome con la intriga, ya dime.

―Es que, no sé cómo te lo tomes.

―Estoy a punto de golpearte.

―Bien, el otro día encontré una hoja en la cama de Jamie y... lo que contenía no me agradó demasiado que digamos.

Grayson.

En este punto, estaba tan ansioso que ni siquiera sabía que esperar.

―¡Mierda, Ethan, dime qué decía el papel!

Ethan levanta ambas de sus manos, diciendome que me detenga y baje el tono de mi voz porque no había razón para alterarse.

―¡Ya! Ya. Relájate. El papel estaba firmado por ella, como si fuera un contrato. Se irá a Londres permanentemente, Grayson, lo siento mucho.

Escucho con atención un momento hasta cierto punto y dejo de darle importancia. Me cruzo de brazos y empiezo reír cínicamente por un momento.

―Grayson, esto es serio. Jamie te abandonará aquí.

―Ethan, si todo esto es porque ya casi no pasamos tiempo juntos, lo entiendo, pero no debes inventarte algo así ―río sarcásticamente ahora―. No vas a conseguir separarnos, Jamie no es esa clase de chica y que triste que seas tan hipócrita con tu mejor amiga de toda la vida. ¿Te molesta tanto vernos felices? Cuando tú has obtenido todo lo que has querido, nunca me he puesto en medio de tí y de todas esas cosas.

―Grayson, no lo entiendes.

―No, sí lo entiendo. Entiendo perfectamente tu puesto, recuerdo que en algún momento pasó lo mismo en vice versa pero yo jamás me atreví a hacerte o decirte algo tan jodido como eso.

Ethan me empuja con todas sus fuerzas y pierdo el equilibrio, pero mi cuerpo termina estampado contra la ventana de vidrio, casi rompiéndola.

―¿POR QUÉ TE MENTIRÍA? ―exclama él agarrando el cuello de mi camiseta― ¡Soy tu hermano!

―¡¿Por qué Jamie me lo ocultaría?!

Ethan aligera su agarre y va soltándome de a poco.

―No lo sé.

―Tremendo imbécil ―susurro cuando Ethan se ha alejado lo suficiente pero para mi mala suerte lo escucha.

―¡ESTOY TRATANDO DE PROTEGERTE MALDITA SEA! ―regresa y vuelve a estamparme contra el vidrio.

―¿Protegerme de qué? ¡Jamie no está haciéndome daño!

―Es lo que crees, pero cuando menos lo pienses, ella ya no estará aquí y sabrás que tengo la razón y que siempre la tuve.

Es lo último que dice antes de entrar al departamento y encerrarse en su habitación. Yo me quedo impactado todavía de lo que acaba de pasar. Nunca me había peleado con Ethan así y ahlra me sentía culpable a pesar de que fue él quien inició todo esto.

Ahora me encontraba en un limbo. Ethan jamás me mentiría con algo así y Jamie prometió que no nos ocultaríamos nada.

Mi cabeza empezaba a doler como si fuese a explotar y descubrí que me estaba sangrando la nariz, probablemente por el impacto. Entré y me limpié, cambié mi camiseta y salí por Jamie. Luego iríamos a hacer compras.