No voy a mentir. Ver a Grayson con la prima de Karol dolía. En especial al saber que quizá ella era especial para él, porque fué su primera vez. Jennifer era ahora mi más grande rival supongo.
Me senté en la cocina, agarré el cartón de cereales y tomé un manojo que terminó en mi boca y algunos sin suerte cayeron al piso. Ethan se aproximaba, bebiendo de su zumo de naranja mirándome como si hubiera algo mal conmigo.
―¿Por qué tan enojada? ―dice inspeccionandome antes de dirigir su mirada a Grayson―. Oh, ya entiendo.
―No, no. Nada que ver, ni siquiera lo pienses, es que... hoy no fue un buen día.
―Oh Jamie bebé, ven aquí ―hace un puchero y me abraza.
Harper aparece por detrás y su llegada me sorprende un poco.
―Hola mata pasiones.
Ethan empieza a reírse antes de soltarme y dar unos pasos atrás para abrazar y besar a Harper. Quería un novio como Ethan sin duda. Él es la clase de chico que da todo por una persona aunque no reciba el mismo trato. Eso lo hacía diferente al resto.
―Ay, cállate. Suena a los calzones de mi abuelita.
―Hoy saldremos a cenar, Jamie, disculpa que te dejemos con los tórtolos ―Ethan dice intensionadamente. No planeo revelarle todavía que entre Grayson y yo había algo así que mantengo una mirada relajada.
Ambos salieron por la puerta, dejándome sola con mi soledad en la cocina mientras escuchaba como Jennifer y Grayson se reían a carcajadas en la sala. Justo en el sillon del sexo, eso me derpimía un poco. El lado bueno es que solamente estaban hablando. Me acabé la copa de helado que segundo atrás olvide tener.
Era cuestión de minutos hasta que alguien toque la puerta.
―Yo voy ―dije para mí misma, porque los otros ni siquiera creo que escucharon el golpe.
Con toda la mala gana del mundo me levanto de mi zona y abro la dichosa puerta. Al inicio lo único que sentía era confusión, pero luego de ver los vaqueros negros ajustados y zapatos blancos detrás del ramo de flores, supe que era Romeo.
Es como si el universo estuviera pendiente de mí esa misma noche.
―La verdad es que... no podía resistirme ―confiesa él, entregándome el bellísimo ramo. Oh santos cielos, esto era demasiado.
Le dí las gracias y salté sobre él emocionada. Quizá la euforia se debía a que porfin no estaba sola, ya no tendría que soportar a Grayson y a su compañía hasta que se marchara.
Caminé de la mano con Romeo hasta el balcón. Noté el silencio entre Grayson y Jennifer y sonreí con malicia, sin siquiera mirarlos.
―Gracias por las flores, están bellísimas; las cuidaré, lo prometo
―Sé que íbamos a salir mañana pero te juro que no me resistí.
Abracé a Romeo y su aroma me llevó de vuelta a la primera fiesta, cuando bailé con él.
Grayson.
Aprieto mis puños al ver a Jamie pasar hasta el balcón.
Otra vez el tipo que parece baño de gasolinera.
Jennifer nota mi repentino cambio de humor y toma mis mejillas, esperando a que Jamie desaparezca con el chico detrás de la puerta de vidrio.
―¿Estás bien? ―pregunta y yo asiento fingiendo una sonrisa.
Pero no lo estaba. Había un hombre llevándose mi oportunidad de estar con Jamie frente a mis ojos.
...
―Sí, te llamaré ―Jamie se despide de Romeo y cierra la puerta. Jennifer se había marchado un par de minutos atrás y yo esperaba una explicación de parte de Jamie. Apoyé todo mi cuerpo a la pared mirándola fijamente con los brazos cruzados.
Cuando se percató de mi expresión, la suya cambia drásticamente. De una sonrisa a una cara seria.
―¿Por qué vino él aquí?
―¿Importa?
―Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta.
―No me digas ―responde sarcástica.
Empieza a caminar lejos de mí pero tomé su brazo, para que no me dejara a media discusión.
―Ah, Grayson, estás lastimándome.
Pero no entiendo. Estoy tan enojado que no entiendo de palabras y pronto mi otra mano sujeta su otro brazo y empiezo a empujarla hacia atrás, dando contra una pared.
―Ni siquiera has preguntado por mi rostro, que dicho sea de paso, es por tu culpa.
―¿Mi culpa? ¿Me has dirigido la palabra en estos dos días? Pensé que eras diferente.
Es cierto. No lo sé, realmente no sé porque me he distanciado de Jamie estos días. Creo que ni siquiera lo he notado. Tal vez es por el hecho de que no quiero revelarle lo que planeo con Jennifer, porque sé que mi bocota se lo dirá inconscientemente.
Tomo un mechón de su cabello y juego a enredarlo entre mis dedos. Miro directamente a Jamie mientras mi mano empieza a bajar por sus pronunciadas curvas y me dentengo en su cintura. Me acerco a besarla pero me detiene. Coloca sus manos sobre mis hombros, pero no me empuja.
―Detente, no todo se soluciona poniéndonos calientes ―se queja tratando de conservar su compostura, pero es obvio que no puede.
―¿Segura? ―muerdo uno de sus dedos de manera suave. Siento como su cuerpo se relaja ligeramente.
―Apuesto a que deseas que te toque en este preciso momento ―susurro en su oído mientras su cuerpo ahora se tensa bajo mí.
―No-no lo creo ―dice con dificultad―. A la mierda.
(Atención: una parte smut de nuevo gg. Diosito, esto es sólo con el motivo de entrener a mis lector@s)
Jamie.
Me encargo de estampar mis labios contra los suyos y empiezo a tocarlo, incitándolo a hacerlo también. Me levanta y sin darnos cuenta terminamos en mi su habitación.
Nos deshicimos de nuestra ropa y finalmente caímos sobre la cama. Grayson se encontraba debajo de mí. Ambos nos movemos con intensidad, sintiendo cada parte del otro.
―Eres un idiota ―digo sin aliento golpeando su pecho.
Grayson gruñe y me da una nalgada antes de tirar su cabeza hacia atrás acompañado de un grito de placer.
De un sólo movimiento ya me encontraba bajo él. Me sentí diminuta al observar como sus ahora oscuros ojos recorrían mi piel y mordía su labio.
Me puse de rodillas a su altura y sólo nos observamos por una eternidad, antes de lanzarnos el uno al otro.
Y sólo ha sido uno emis tantos pensaientos sucios cuado estoy cerca de Grayson.
Grayson.
―No-no lo creo. A la mierda.
En ese momento retrocedo, con una sonrisa burlona. Evitando besarla como ella lo hizo segundos atrás.
―Creo que tienes razón.
Me alejo mirando el rostro de Jamie. Primero con los ojos cerrados y luego con una expresión de decepción. Yo no era tan fácil como ella pensaba, y haré que sufra de la misma manera que sufrí mirándola con ese sujeto.
―Idiota.
―Digo, ¿por qué no se lo pides a Romeo?
―Tal vez lo haga ―reprocha molesta pasando por mi lado, no sin antes empujarme con su hombro y mucha fuerza.
¿Me pasé esta vez?

YOU ARE READING
Departamento Desastre ; d.t
Fanfiction¿Qué es mejor que entrar a la misma universidad con tus dos mejores amigos? ¡Vivir los tres juntos en un departamento! Fiestas, alcohol, noches de desvelo, trabajo, ¡¿bebés?! engaños, celos, peleas y otros factores más pondrán a prueba no sólo su re...