8.

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—¿Y bien? ¿Por qué esa cara? —preguntó Maggie cuando me deslicé en el asiento de una de las clases que aparentemente compartíamos. Me había tomado unos cinco minutos enteros salir del campo de atletismo y recordar que debía ir a clase—. ¿Hola, de qué hablaron?
—No importa de qué hablamos —la interrumpí.
—Importa tan poco que te ves más amargada que mi tía cuando se enteró que su marido la engañaba —forcé una sonrisa y Maggie hizo una mueca, sabiendo que estaba fingiendo.
—Me contó quién es y ya. Pero podrías haberme dicho que su apellido era Luthor y era nuestra compañera de habitación y no habría quedado como una completa imbécil cuando me lo dijo.
—Nunca me lo preguntaste exactamente —se quejó.
—¡Claro que sí, y tu salías corriendo cada vez!
—Oh —dijo encojiéndose de hombros y sonriendo—, lo siento.
—Como sea, ya no importa. Dejó muy en claro que está mejor sola y no necesita una amiga.

El profesor entró y saqué mis cosas.

Media hora pasada de la clase y yo estaba bastante interesada con la explicación de las sustancias hasta que abrí uno de los libros y un trozo de papel se deslizó en la mesa. El dibujo de la rosa que Lena había hecho días atrás y que me había regalado antes de irse me devolvía la mirada como si estuviera burlándose de mí. Pasé la punta de mis dedos por donde las espinas tapaban uno de los números que estaban debajo y subí hasta uno de los pétalos.

—Señorita Danvers, ¿le gustaría venir a realizar el segundo problema de la lista? —dijo el profesor en voz alta. La mención de mi nombre me había asustado. Todos se giraron a verme y Maggie me pateó por debajo de la mesa para que me moviera. Me levanté lentamente procurando no tropezar con mis propios pies y tragué la bola ansiosa en mi garganta. El ejercicio era pan comido ahora que lo veía pero todos los susurros que podía escuchar detrás de mí complicaba la tarea de concentrarme.

«Es tan extraña.» «No sé de dónde salió.» «No inventes, ese pantalón estaba de moda cuando yo nací.» risas, risas.

Volví a mi asiento con la frente en alto, ignorando los rostros expectantes y las miradas que me acusaban en silencio de algo que yo no sabía. Maggie mordía una barra de cereal, desconociendo lo que pasaba a su alrededor, mientras comparaba mi ejercicio con el suyo. Me gustaría ser como ella, nunca notando nada pero siempre sabiéndolo todo.

—¿Cómo lo has hecho tan rápido? —preguntó frunciendo el entrecejo y borrando gran parte de sus números—. Estuve quince minutos buscando la solución y aún así está mal y tú que ni lo has hecho, te observé, lo logras hacer en treinta segundos.
—Practica... creo.

En Krypton estas cosas eran sumamente fáciles, mis padres eran científicos importantes del consejo y siempre me enseñaban cosas nuevas en mi tiempo libre. Los extrañaba más de lo que podía explicar.

—Eres una nerd —suspiró y sonreí.

Me pasé lo que quedó del día durmiendo. No tenía clases y aunque tenía tarea por terminar preferí dejarla para más tarde. Cerca de la medianoche desperté y lamenté dormir tan temprano. Se estaba tornando en una costumbre despertarme a esta hora y no lograr volver a dormir. Pero, un rato más tarde, cuando finalmente decidí hacer mi tarea, mi teléfono convenientemente​ sonó.

Desconocido: hey.
Kara: estaba deseando que hubieras perdido mi número, supongo que no lo deseé lo suficiente.
Desconocido: ¿eres así de cruel siempre o te tomas un descanso?
Kara: soy un ángel caído del cielo, excepto con las personas extrañas que no me dicen quiénes son.
Desconocido: bah, mala suerte.
Kara: decirme al menos tu nombre no te mataría.
Desconocido: supongamos que me llamo, no sé, ¿Katherine? Eso no cambiaría nada.
Kara: no tienes pinta de llamarte Katherine.
Desconocido: porque no me llamo Katherine pero tú dime como quieras.
Kara: olvidas la parte donde no tengo interés en conversar contigo.
Desconocido: ¿por qué no?
Kara: ¡No tengo idea quién eres!
Desconocido: te dije que eso no importa. En fin, ¿qué tal tu día?
Kara: la gente de hoy en día se toma muy en serio eso de ocultar sus personalidades. Conozco a alguien con quien te llevarías de maravilla.
Desconocido: ¿sí? ¿quién?

My Yellow Sun; Supercorp.Where stories live. Discover now