Capítulo 54

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*Lauren pov*

Cuando volví a casa era las once y todas las luces estaban apagadas, excepto la lámpara que estaba en la entrada. Dejé las llaves colgadas y caminé dentro.

Ya había cenado con Vero, así que antes de ir a mi habitación fui a la de Emma para asegurarme de que estuviera dormida y bien cubierta con las mantas. Mateo no estaba en su habitación, así que era probable que estuviera durmiendo con Camila en nuestra cama. O eso creí.

Camila estaba acariciando suavemente la espalda de nuestro bebé que dormía acurrucado contra su pecho. Al sentirme levantó la mirada y como si no estuviera ahí la bajó nuevamente a donde estaba nuestro hijo.

La miré unos segundos antes de ir al baño para prepararme para dormir. Cuando estuve lista me levanté el pelo en un moño rápido y fui a la cama después de revisar mi teléfono. Por la mañana iría a la empresa y tenía unas citas en el estudio para dos tatuajes que me llevarían tiempo, así que estaría mucho tiempo fuera.

—¿Va a dormir con nosotras?—Pregunté en voz baja mientras subía las mantas sobre mi cuerpo. Camila simplemente asintió sin mirarme.—Camila, no quiero estar así…

—Te hubieses quedado a hablar conmigo, no a gritar, en lugar de irte por ahí con cualquiera. Fuiste con Kristen, ¿no? Ahora corres con ella.—Abrí mi boca  sorprendida y nada salió de mí por algunos segundos.

—Estás diciendo pura mierda.—Negué viéndola a los ojos.—No puedo creerlo.—Me reí sin gracia.

—Sí, ríete de mí.—Se acomodó más abajo y cerró los ojos abrazando a nuestro hijo.

—Estaba con Vero.—Le dije.—Fui con ella a un bar a pasar el  rato. Estaba enojada y no quería seguir discutiendo contigo.—Seguía haciendo de cuenta que yo no estaba ahí y eso me enfurecía.—¿Qué pasa contigo? ¿En serio vamos a estar así por lo de ésta mañana?—Negué suspirando.—Te estoy hablando, Camila.

—No quiero hablar. Duerme, tu hijo está en eso y vas a despertarlo.—No me podía creer como estaba actuando.

—Esto es estúpido.—Murmuré dándole la espalda.

**

En la mañana desperté sola en la cama y suspiré levantándome sin ganas. Me bañé y  luego me vestí antes de salir de la habitación. En la cocina Camila estaba preparando el desayuno y Emma se dormía apoyada sobre la mesa.

Me dijo buen día y le di un beso, miré a Camila que parecía ignorarme otra vez así que no dije nada y fui con Mateo que dormía con el chupete en la boca en su carrito de bebés.

—Hola, campeón.—Le di besos en las mejillas y él ni siquiera se movió. Estaba hermoso con unos pantalones celestes de polar y un buzo blanco con un elegante gris en el medio, llevaba su gorrito de panda y olía a su colonia de bebés. Quizás Camila saldría con él ahora.

—Emma, desayuna que vas a llegar tarde al colegio.—La niña bufó comenzando a comer sin ganas y Camila dejó una taza de café delante de mí con un plato de tostadas.

—Gracias.—Bajé la vista a mi hijo que comenzaba a despertarse y sonreí acariciando sus mejillas. Tenía los labios rosados entre abiertos y las manitos cerradas en un puño sobre su pecho. Era el ser más precioso que había visto en mi vida.—¿Vas a salir?—Pregunté después de un rato.

—Voy a ir a la casa de mi madre.—Asintió. Quería decirle que no debía andar, que debía quedarse en casa y descansar como el médico le había pedido, pero seguro buscaría discutir así que no dije nada.—Viene por mí.—Dijo después de un rato. Asentí más tranquila.

Remove the chains {Camren}Where stories live. Discover now