Cap 21. Dejando el nido con el ala rota

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Déjame vivir libre, libre como el aire.

Me enseñaste a volar y ahora me cortas las alas.

Y volver a ser yo mismo, que tú vuelvas a ser tú.

Libre, libre como el aire  

(Jarabe de Palo con La Mari de Chambao, Dejame vivir)

(Jarabe de Palo con La Mari de Chambao, Dejame vivir)

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     Llegó el fin de semana y Jongin estaba harto de guardar reposo. El brote de virus infantil apenas mermaba y dos de las cuidadoras voluntarias se fueron enfermas a sus casas. Había mucho trabajo con los niños y para colmo de males, dos pequeños más ingresaron nuevos esa tarde, unos hermanos de cinco y siete años. Su padre que había sido acusado de violencia descubrió dónde estaban sus hijos y durante la tarde montó un escándalo en la puerta del hogarcito hasta que fue necesario llamar a la policía. Erik estaba en emergencias con una de las niñas que había pescado un virus estomacal, así que Anna había tenido que darle frente a la pelea con el padre loco. Eran las cinco de la tarde y Jongin estaba tenso por escuchar tantos gritos fuera. Esas situaciones siempre lo ponían de los nervios, le recordaban cosas que prefería mantener muy enterradas en su memoria. 

     Desde hace muchos años, Jongin había asistido religiosamente a esa academia de danza y el tener una semana en cama le hacía sentirse tenso y deprimido. Cerró la puerta de su habitación y empezó a sentir un poco de paz hasta que veinte minutos después, Anna la abrió y lo retó.

     —Sabes que es prohibido mantener las puertas cerradas. No porque Erik no esté aquí puedes hacer lo que te dé la gana.

     A pesar de lo que le decía, era siempre Anna la que lo regañaba. Erik solo le llamaba la atención cuando la cosa era realmente grave. Ahora veinte minutos a solas, era todo lo que había conseguido. Empezó a leer el último tomo de One Piece. Richard y Andy, sus compañeros de habitación, entraron haciendo escándalo y fastidiándolo  insistiendo en que los dejaran tomar los mangas.

     NO. N-O. NO.

     Los chicos se fueron al jardín a molestar a alguien más. Esa tarde, Eunhye lo visitó y le había traído una dona de chocolate. Después de la última vez que Alex lo llamó gordo, Jonign intentaba no comer demasiado, en especial ahora que llevaba una semana siendo una almohada más en su cama, pero bueno, era una dona de chocolate a la que no tenía acceso todos los días, ya podía dejar de desayunar mañana para compensarlo. Solamente que en ese lugar era imposible comerse algo así sin ser atacado por más de veinte niños antojadizos que, en el mejor de los casos, le robarían la comida; y en el peor, se pondrían a berrear todo el día y volverían histérico hasta al más santo. Ya lo sabía: debía encerrarse a comer en el baño, solo allí nadie lo vería. Puso el plan en marcha, no tardó más de tres minutos en engullir la dona. Sabía rica, aunque le fastidiaba tener que encerrarse para comer. Si tan solo pudiera cerrar la puerta de su habitación por unos miserables cinco minutos, es decir, ¡no es como si estuviera con alguien ahí dentro!

La danza del huérfano [Fanfiction EXO-KaiSoo/SooKai]Where stories live. Discover now