Un Simple Panadero

17K 773 112
                                    

Cinco guardias entran en mi habitación, son muy diferentes a los agentes de paz normales: No usan cascos lo cual me permite ver sus rostros con claridad. No usan tanto equipo de defensa en sus cuerpos, no veo los protectores en sus pechos, ni rodilleras o guantes de cuero, sus uniformes parecen estar hecho de tela normal. Sin embargo están definitivamente mucho mejor armados, tienen un cinturón con dos o tres armas de fuego, parece que también llevan pequeñas dagas, puedo ver la empuñadura por fuera de la cintura, uno de ellos tiene un arma mediana color plateada pero no parece disparar balas ya que tiene una especie de tuvo con un liquido verde fosforescente en la parte superior.

—Es hora— Anuncia uno de los guardias y me agarra por arriba del codo —Andando.

Tardo unos minutos en caminar a una velocidad normal, el dolor en mi cuerpo exige que me detenga, mientras el guardia me empuja con su pesada arma por la parte de atrás.

—Es suficiente Wells, el muchacho obviamente no puede ir mas rápido— dice uno de ellos, el mas joven del grupo. Es un hombre joven, alto, de ojos grises oscuros y cabello castaño, me recuerda a Gale Hawthorne. Espero que Gale este junto a Katniss..."Te alegrara saber que el amante de tu novia debe de estar achicharrado sobre alguna pila de cenizas en el doce" Recuerdo las palabras del comandante de Agentes de paz Thread ¿Qué quiere decir? ¿Fueron contra Gale y la familia de Katniss, en cuanto vieron lo que sucedía? No, no puede ser, si los rebeldes se llevaron a Katniss con ellos también le brindaron protección a su familia, si quieren usarla tienen que darle algo a cambio, ella no representará a una rebelión a cuestas de la vida de su familia. Están todos bien, tienen que estarlo, tengo que creerlo para mantener un poco la cordura.

—Basta Wells el muchacho ya pasó por demasiado— dice el joven guardia cuando recibo un empujón en las costillas

—Deberías unirte a los rebeldes si eso es lo que piensas Whitman— responde la voz de Wells a mis espaldas

—Lo que yo piense o no, no es asunto de nadie mas que mio. Pero aun así si estoy en este lado, o en el otro se valorar la vida de una persona. Deja de maltratar al muchacho— responde el joven Whitman con fiereza

Caminamos a lo largo de un extenso pasillo blanco, la única interrupción de ese color son las puertas plateadas indicando cuantas habitaciones existen en este complejo. Al final del pasillo llegamos a un ascensor de doble puerta, es completamente negro y las luces en su interior parpadean como si la energía fuera insuficiente. Mis guardias han dejado de hablar y se enderezan y comportan de manera mas profesional, lo cual me indica que estamos cerca de nuestro destino. Copio a mis escoltas y me enderezo también, no voy a demostrarle debilidad a mi enemigo, sea quien sea la persona con la cual me encontraré. Las puertas del ascensor se abren y veo un amplio pero corto pasillo beige con decoraciones doradas, el camino termina en una imponente puerta doble de madera esculpida elegantemente.

Whitman, mi escolta mas joven abre la puerta y me indica que cruce el umbral.

—Buenas noches señor Mellark. Es un raro placer poder hablar con usted a solas— saluda la poderosa voz del presidente Snow en cuanto doy unos pasos dentro de la habitación.

—Desearía poder decir lo mismo— respondo de manera inmediata sin medir mis palabras porque ya nada importa. Katniss esta a salvo, si hemos tenido suerte, su familia esta a salvo con ella también. El presidente rie breve y superficialmente

—Arrogancia. Nunca creí que la arrogancia sería un problema con el panadero del distrito doce— responde mientras se pone de pie y camina por detrás de su escritorio. La habitación es amplia y esta enmarcada por una imponente puerta de cristal que conduce a lo que parece ser un balcón, delante de esa puerta hay un gran escritorio repleto de papeles mal acomodados, puedo ver el dibujo de un Sinsajo sobre una de las hojas. Encima de cada mesa o superficie plana hay un jarrón repleto de rosas blancas, el ambiente esta viciado con su dulce aroma, es prácticamente insoportable.

Sinsajo perspectiva de Peeta MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora