Capítulo 16
-Este es un...ambiente incómodo. -dijo Sophie haciendo una mueca.
-¿Qué? Claro qué no -le sonreí y volví a mirar a Josh- tengo que ir a saludar a la Sra. Roberts. -y salí de allí, ignorando la presencia de Josh.
Esperaba sentir aquella sensación de mi corazón detuviendose al verlo, pero no. No sentí las mariposas naciendo en mi estómago.
Sonreí victoriosa. Josh, ya no estas más en mi mente.
Me dirigí a la cocina, y lo primero que vi fue la cabeza blanca de la Sra. Roberts, aquella señora con un corazón tan bueno que soporta al chico que ella mismo crió.
-¡___.!
-¡Sra. Roberts! ¿Cómo ha estado? -la abrace. Le había tomado mucho cariño desde el día en que entre a esta mansión.
-Muy bien, gracias -sonrió y las comisuras de sus labios se arrugaron- Pero ¿y tú? Ya sabes por lo del Joven Josh...
-Espera ¿tu lo sabías? -me sorprendí. Pensé que mis sentimientos sólo los sabía yo.
-Se te notaba a leguas, cariño. Todos lo notamos -volteé a ver a las otras chicas que se encontraban en la cocina y asintieron. Pero vi una cara extraña entre las chicas- Oh, cierto. No te la presenté. Ella es Uriah. ¿Uriah...
-Tommer. Uriah Tommer. -sonrió la chica tímida.
-Un gusto, Uriah. Espero que te adaptes a este ambiente, es algo...raro y frío. -arrugué la nariz y todas reímos.
-Ella se encargará del desayuno y el aseo de la bodega. -anunció la Sra. Roberts
-¿Yo ya no haré más el desayuno? ¡Uf! ¡Al fin! -me pase una mano por la frente, secándome un sudor inexistente.
-Sí. Pero ¿podrías ayudarle a preparar estos días el desayuno? Ya sabes, el desayuno de Sophie, Connor y el Joven Josh. -me pidió la Sra. Roberts.
-¡Claro! -le sonreí a Uriah. No tendrá más que unos dos años menor que yo- aquí lo único difícil que pasaras será el desayuno de Josh. Voy a enseñarte a como tratarlo, porque el es una personita algo....muy especial. -sonreí molesta. Uriah asintió sin hablar- ¿te han robado la lengua? No te preocupes, no son malas personas. Bueno, a excepción de Josh. Cuando estés cerca de el ten mucho cuidado ¿de acuerdo? -ella volvió asentir asustada- además, yo te protegeré. Te lo prometo. -ella sonrió y la tomé por los hombros.
La chica tenía el cabello demasiado rubio, tanto que pensé que estaba teñido, pero no lo era. Sus ojos eran azules, tan azules como el mismo cielo de primavera, y su piel era tan clara y suave que parecía de un niño recién nacido. Deducí que no era ni estadounidense, ni latina. Era rusa.
Había visto unos poco rusos cuando trabajaba en una pequeña tienda en las afueras del aeropuerto.
-Tú, eres de Rusia ¿cierto? -le pregunte mientras ella lavaba los trastes y yo me comía una manzana sentada en la mesa del comedor.
Asintió tímida, sin siquiera mirarme.
-No se mucho inglés...Yo poco hablo idioma americano. -dijo con gran esfuerzo y un muy marcado acento ruso.
-Si quieres, cuando tengas tiempo, te puedo enseñar inglés. -hice algunas señas en referencia a que le enseñaría- hablo dos idiomas; español e inglés. Yo soy mitad latina, mitad americana. -le dije despacio. Ella asintió sonriendo. Tenía una muy bonita sonrisa por cierto, como un alma inocente, un cachorrito pequeño en un mundo desconocido donde hablaban un idioma desconocido y la cultura era rara.
Creí que estaría muy ocupada lavando trastes, así que decidí lavar el baño, al fin y al cabo, no tenía nada que hacer.
Baje las escaleras tranquilamente, la casa se encontraba vacía, todos se hallaban en el jardín, ya que las amigas de la Sra. Hutcherson vendrían a cenar en el jardín. Nunca había visto a la Sra. Hutcherson, siempre llega después de que yo me voy. Lo único que se es que viene de una familia antigua muy prestigiada, y es muy hermosa. Porque sí no lo fuera ¿cómo es que sus hijos son tan guapos? Desearía verla alguna vez, tan sólo para ver como es. Seguro es una señora fantástica, así como el Sr. Hutcherson
Los gemidos de llanto se escuchan silenciosos detrás de la puerta de la cocina.
-¿Uriah? ¿Eres tu? -pregunte bajando las escaleras más de prisa.
-¿Uriah? ¿Qué pasa? ¿Estas llorando? -abrí la puerta enseguida. Y si, era ella.
La pobre muñeca de porcelana (se parece bastante a una que yo tenía en mi niñez) se encontraba llorando recargada en el lavabo, cubriendose el rostro y el ruido de las lágrimas cayendo al piso.
-¡Uriah! ¿Qué ha pasado? -me acerque a ella preocupada. Se veía tan frágil, como si se rompiera en cualquier segundo.
Dijo algo que no entendí, supuse que estaría en su idioma. Al recordar que lo dijo en ruso trato de explicármelo
-el chico...me insulto...muy peor -y con eso me basto, para que fuera corriendo furiosa hacia el estúpido de Josh.
---------------------------------

ESTÁS LEYENDO
Dangerous
Fanfiction___ Ross era una chica estudiosa, amaba aprender cosas nuevas cada día. Pero sus padres no tenían el dinero suficiente para pagarle la universidad. No tenían mucho dinero y tenía dos hermanas más que tenían que cuidar. ___ No podía seguir estudiando...