¿Un Doctor Enamorado? |Valentino Rossi|VR46

Capítulo 13: Mundo mediático.

Abrí mis ojos pesados, al instante ardieron como si estuviesen prendidos fuego.
Un dolor en mi cabeza llegó haciéndome recostar en la cama de nuevo.
La almohada tenía un poco de mi maquillaje.

—¿Chicas? — musité con los ojos cerrados.

—Ayuda — dijo Nuria tirada en el piso tocando su cabeza.

Quise reír pero un dolor punzante tocó la parte trasera de mi cabeza.

—Voy a morir... —alargó la última palabra.

—Nunca volveré a salir con ustedes —bromeó Carlota apareciendo por la puerta toda despeinada.

[...]

Ya estábamos mejor, habíamos tomado una tira de aspirinas entre todas.
El departamento seguía siendo un caos pero al menos estábamos vivas. La señora de limpieza había llegado a las 6:30 p.m.

Carlota hacía la cena, ya que nos habíamos levantado a las seis de la tarde. Y nuestro desayuno había sido a las 7.

Estábamos las cuatro cenando cuando mi teléfono comenzó a vibrar, la primera vez que lo hizo no le dí ni la más mínima importancia, pero cuando vibró tres veces más le encendí la pantalla.

Eran notificaciones en Instagram.

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Mis manos temblaban, parecía que el celular se me caería de las manos. Estaba nerviosa. Aunque estaba segura de que él no manipulaba su perfil en Instagram.
Tenía ganas de sonreí o reírme para librar los nervios pero no hice nada. Ya que las chicas estaban comiendo.

—Hoy no salimos — dijo Nuria.

— Nos quedamos en casa — dijeron Carlota y Laura y reí, sin dejar de pensar en que Valentino había "comenzado a seguirme".

—¡Pijamada! —gritó Nuria.

Levantamos y lavamos la vajilla entre todas. Cuando estuvimos listas -duchadas y eso-, nos fuimos a la habitación de Laura y Carlota porque era más amplia. Yo me había puesto mi pijama de gatitos y Nuria el suyo de flores.

—¿Estás bien? —me miró Carlota comiendo una fritura de uno de los casi veinte paquetes que había traído.

— Sí —sonreí ampliamente.

—Pareces muy feliz —dijo Laura.

—Lo estoy, por tu casamiento — mentí, aunque estaba contenta por Laura mi felicidad iba a otro lado.

— No saben cuando he esperado que Aleix me diga eso —dijo feliz —llevamos 9 años de novios y era hora.

— Van a ser felices —dijo Carlota.

—¡Hora del cotilleo! —trajo Nuria una computadora y se sentó en medio de nosotras para que pudiéramos ver la pantalla.

— Es mi parte favorita — comentó con malicia Carlota.