Ella sonreía, él le devolvía la sonrisa.
Ya me había cansado de ver la misma imagen una y otra vez.
Linda se acercaba, le enseñaba algo en su celular y él reía. O se acercaba para darle un beso y dedicarle sonrisas pícaras.Treinta minutos mirando el fondo vacío del vaso de Starbucks.
— ¡Ya va a empezar! — gritó Uccio a mi lado haciendo que me sobresalte del susto.
— ¿Qué? —musité — ¿Qué va a empezar?
—La carrera de Moto3 — respondió.
Lo miré extrañada y se golpeó la cara con la palma de su mano.
— ¿Eso es bueno o malo? — dudé.
— No puedes estar aquí sin saber que es eso... — opinó haciendo reverencias al cielo. — Ven — me indicó llevándome fuera del box.
Había una cerca alta de tela metálica.
Todos estaban callados. Uccio me llevó hasta donde estaba Valentino, apoyado mirando directamente la pista.
Estaba un poco confundida pero decidí disimularlo.
Sin previo aviso unos estallidos aturdieron mis oídos, haciendo que instintivamente me tapará las orejas. Al verme Valentino libró una carcajada, no la escuché pero por su expresión podía adivinar qué se estaba riéndo de mí.
— ¡Hacen un poco de ruido! ¿No? — dije obvia. O más bien, grité.
Porque aún no escuchaba bien. Miré a mis costados y Uccio había desaparecido.
— Debes usar éstos —recomendó Valentino. Extendió su mano y me dejó ver unas cosas que parecían un maíz.
—¿Maíz? — lo miré confundida.
— No es maíz, son tapones para los oídos — me mostró.
— Parecen maíz — hablé. — ¿Cómo se sup.. —estaba por preguntar cuando vi lo que hacía.
Sujetando uno con la punta de sus dedos lo metió en la boca para llenarlos de saliva. Era asqueroso. Ya podía imaginar mi cara.
Valentino rió y acercó el tapón a mi oído pero lo alejé rápidamente.— No, no — negué con los ojos cerrados — no quiero tu maíz baboso en mi oído.
— Déjame ponértelo —pidió — Te vas a lastimar los oídos — advirtió.
— Prefiero eso a meterme eso lleno de saliva — me referí a lastimarme mis oídos.
— No seas terca, venga — frunció su ceño e hice una mueca.
Volvió a meter el tapón en su boca. Se acercó y guió el tapón hasta mi oído nuevamente. Lo introdujo y sentí como se deslizaba dentro de mi oreja. Achiné mis ojos aguantando las ganas de alejarlo de mí.
— Además tienen estilo — dijo y me enseñó la parte del tapón amarillo en la que tenía un "46" -el que le quedaba en su mano-.
—¿Cómo hicieron para poner algo tan pequeño? — me sorprendí. Se encogió de hombros.
Repitió la acción con el tapón y sujetó mi cabeza. Metió el otro tapón en mi oído derecho y encogí mis hombros al sentir la rara sensación.
— Listo — me miró.
— Gracias — sonreí.
Las motos volvieron a pasar a toda velocidad por la pista pero el sonido fue diferente. Lo miré asombrada y me sonrió sin mostrarme los dientes.

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¿Un Doctor Enamorado? |Valentino Rossi|VR46
Fanfiction¿Él? Un piloto profesional de la motoGP, campeón de 9 mundiales de motociclismo. Un mujeriego con punto final, con una dulce prometida y una vida casi estable. ¿Ella? Apenas acaba de cumplir 18 y es todo lo contrario al orden. Es curiosa y atrevida...