t r e i n t a i s i e t e

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Capítulo 37

Dani no reaccionaba, sólo abrió los ojos y se quedó estático mirándome.

— Dani. — pasé mi mano por su cara agitándola para ver si daba señales de vida. — ¡Oye! — le moví.

— Te vas. — susurró aún un poco ido.

— Sí, me voy pero... — no me dejó terminar la frase.

— ¡No te puedes ir! ¡¿Estás loca?! ¡Simplemente no puedes! No me puedes dejar aquí, no puedes irte tú sola, te puede pasar algo. — se puso como loco. — ¡Me niego en rotundo! — me agitó por los hombros. — Tú no te vas.

— Quieres tranquilizarte. — reí.

— No sé qué te hace tanta gracia. — comentó molesto cruzándose de brazos.

— Dani, tranquilo, no me voy para siempre, sólo un tiempo para cambiar de aires. — le quité importancia.

— ¿Y tu trabajo? No puedes dejarlo así como así. — me examinó la cara.

— Ya sabes que estaba pensando dejarlo, mañana hablaré con mi padre. — respondí encogiéndome de hombros.

— Ya claro y ¿de qué vas a vivir allí en Alemania? — preguntó preocupado, enfadado e insistente.

— No lo sé, Dani, ahora no pienso en ello. He estado ahorrando y mi madre me ha enviado dinero para que viva allí durante el verano. — suspiré.

— ¡¿Todo el verano?! — preguntó exaltado. — Eso es mucho tiempo.

— Eso es el tiempo necesario que necesito para despejar mi mente.

— Sé que haces esto por Sergio, así que no trates de justificarte con excusas tontas porque tú y yo sabemos que él es el culpable de que tengas que irte. — me soltó de golpe, pero tenía razón.

— Dani, yo... — suspiré. — Tengo que hacerlo, y lo sabes. — me acerque y miré sus ojos llenos de preocupación. — Sólo necesito que no te enfades, no quiero estar enfadada contigo y mucho menos cuando estoy apunto de irme. — le pedí con los ojos rojos.

Él sólo me examinó la cara y me abrazó. Con ese abrazo me dijo todo lo que necesitaba saber.

— Gracias. — susurré en su hombro.

— Te quiero. — susurró de igual forma. Nos separamos y los dos teníamos una sonrisa. — ¿Cuando te vas? — me preguntó.

— Mañana por la mañana.

— Te acompaño al aeropuerto. Y no acepto un no por respuesta. — me dijo riendo. — Se lo tienes que decir a los chicos.

— Iba a eso cuando he venido pero echaba de menos estar con todos. — sonreí nostálgica.

— Ellos te quieren, saben que debes hacerlo. — me animó Dani.

— Allá voy. — suspiré y entré al salón.

Todos hablaban animadamente, lo iba a echar de menos.

Mejores Amigos. Sergio RamosWhere stories live. Discover now