Sophie
La clase termina en cuanto el profesor deja de hablar, así que agarro mi bolso, lo cuelgo en mi hombro y salgo de clase. Al instante, el pasillo se llena de estudiantes que al igual que yo, acaban de salir de sus clases.
A mitad de camino por el pasillo, veo una cara muy familiar no muy lejos de mi: Alice. Quién en cuanto me ve, viene casi corriendo hacia mí con una sonrisa amplia, y me envuelve en un abrazo efusivo.—¿Dónde te has metido? –digo, separándome de ella–. No has venido las dos primeras horas.
—Estuve con Tony, ya sabes... –me guiña un ojo y ríe–. Se me hizo tarde entre una cosa y otra, y bueno... al final he tenido que venir ahora.
Sé perfectamente a lo que se refiere, ni si quiera hace falta que me lo diga. Con solo ver su cara despejada y esa sonrisa amplia en su boca que ilumina su rostro y muestra felicidad, es más que evidente que lo pasó muy bien anoche, y esta mañana también.
—Ya veo...
–respondo.—Creo que tienes muchas cosas que contar, ¿no?
–dice sonriendo, con una sonrisa traviesa en sus labios.Me agarra del brazo y comenzamos a caminar en dirección hacia la cafetería;
—No sé a qué te refieres.
–respondo, haciéndome la tonta.—Yo creo que sí. Sábado noche, tú, Grayson, su casa... ¡Ya puedes empezar a contarme!
–dice emocionada.Una risa nerviosa y tonta escapa de mi labios.
Ay, dios... ¿cómo empiezo a contarle?
No sé ni cómo ni por dónde empezar, porque ni yo misma entiendo cómo pasó todo.—No hay mucho que contar... –suspiro–, estaba borracha, no quería ir a casa y Grayson me llevó a la suya.
—¿Y...?
–dice emocionada, esperando que cuente más.—Me dormí en su coche. Grayson me llevó en brazos hacia su casa, a una habitación de invitados y...
—¡Te lo tiraste!
–exclama interrumpiéndome, y llamando la atención de las demás personas que están sentadas cerca de nosotras.Siento mi rostro ponerse rojo como un tomate. Miro hacia alrededor y veo alguna que otra persona mirando hacia nosotras, pero rápidamente se giran y vuelven a lo suyo como si no hubiera pasado nada.
Alice ríe, y veo que sus ojos están llenos de emoción y curiosidad, por saber más sobre lo que pasó entre Grayson y yo.
—Shhh. ¿Por qué tienes que gritarlo a los cuatro vientos? A nadie le importa mi vida sexual.
—Así que, sí, te lo follaste.
–habla ignorándome, y ahora, en un tono de voz normal y bajo.—No, esa noche no. Fue al día siguiente por la mañana... no sé ni en qué momento pasó todo, pero simplemente pasó.
Alice ríe, emocionada y contenta. Está disfrutando del momento.
—¿Cómo fue? ¿Dónde fue? ¿Qué tal folla?

YOU ARE READING
¿Un mafioso enamorado? •EDITANDO•
Teen FictionÉl tenía ese algo que conseguía que sin quererlo ni planearlo, cayeras locamente enamorada en su red. Sus ojos grisáceos y su preciosa pero tan poco enseñada sonrisa, hacían que todo lo malo desapareciera. Quizá estaba loca por fijarme en alguien...