¿Matrimonio falso? |¿MF? #1|

Capítulo 15: Siendo directos

Kim

—¡Matt, lo matarás! —grité completamente aterrada, corriendo hacia donde estaba Matt encima de Jay, golpeándolo incluso sabiendo que estaba inconsciente, ya que cuando lo empujó se había dado un golpe muy fuerte en el suelo. Sonaría extraño, pero me aliviaba saber que estaba inconsciente, así no sentía por ahora ninguno de los golpes que Matt le estaba proporcionando.

Bueno, más adelante lo haría.

Un tipo alto y fornido se aproximó con rapidez y quitó a Matt de encima. Él estaba jadeando y la ira se reflejaba en sus ojos. Me planté en frente de él porque temía que volviera a lanzarse sobre Jay.

—¡¿Qué rayos hiciste?! —pregunté encolerizada. Mi pulso estaba acelerado y mi pecho subía y bajaba.

Él me fulminó con la mirada y dio un paso hacia mí, pero el tipo lo sostenía de ambos brazos, inmovilizándolo. Mi hermano resopló.

—¿Me puedes explicar por qué razón hace un rato dijeron que eras la prometida de este idiota? —Señaló a Jay con la cabeza, quien ya estaba siendo revisado por su madre y un señor que decía ser médico. No dudaba que entre esta gente hubieran personas estudiosas y capacitadas. Quería caminar hacia él y saber cómo estaba, aunque no podía; tenía un problema aquí frente a mí.

Tragué saliva, pero me mantuve firme porque había personas alrededor mirándonos con atención. No quería que sospecharan nada así que debía hacer la mejor actuación de mi vida, aunque eso implicara mentirle a Matt.

Antes de que pudiera contestar, el tipo que agarraba a Matt habló.

—¿Tú eres Kimberley? —preguntó, observándome de arriba abajo. No lo hacía de manera morbosa y se lo agradecía. En realidad, él parecía alguien muy respetuoso.

—Sí, ¿y tú eres...? —Dejé la pregunta en el aire.

—Soy Jacob Abrams —se presentó y soltó un brazo de Matt para extender su mano hacia mí. La estreché y me quedé pensando en el nombre. Me sonaba conocido.

Luego recordé. Abrí los ojos sorprendida.

—¿Tú eres el otro dueño de la franquicia?

Él asintió y sonrió de lado, algo que lo hizo ver muy atractivo. Debía admitir que él era muy guapo. Alto, bronceado, cabello negro bien peinado, nariz aguileña, unos ojos llamativamente azules y unos labios gruesos. Sip, bastante guapo diría yo.

—Al parecer ya has escuchado de mí —dijo mirándome.

—Sí, Jay mencionó eso una vez.

—Emm... ¿Hola? —interrumpió Matt, fulminándonos con la mirada. Giró su cara hacia Jacob—. Ya me puedes soltar.

Jacob lo miró inseguro, pero luego soltó su brazo y Matt hizo una mueca en su dirección.

—Kimberley, necesito una explicación ahora mismo —espetó Matt, apretando la mandíbula.

Que me llamara con el nombre completo me hizo notar que estaba lo suficientemente furioso como para no soportar una broma. Tendría que ser directa y tratar de que no enfureciera de nuevo.

—Matt, necesito que te calmes primero —le dije con tranquilidad. Él bufó, pero después dio un respiro profundo y asintió. Continué—: En realidad es muy sencillo: soy la prometida de Jay.

Él abrió la boca, bastante sorprendido ante mi respuesta. En el exterior de seguro yo lucía calmada y segura, pero si se diera cuenta de los rápidos latidos de mi estúpido corazón no estaría tan impresionado.