Amor Real (Terminada)

Capitulo 43

El tiempo pasa y nada resulta más sencillo, cada día extraño más a Mairena. Había pensado que respondería a mi carta, sin embargo han pasado seis meses desde entonces y no recibí ni un mensaje siquiera. Antes Camila me decía si estaba bien, pero ahora con Camila en New York la incertidumbre es angustiante, aunque  tengo entendido que su relación con Esperanza ha mejorado, a tal punto que la empresa se trasladará a España, lo cual es perfecto para Guillermo; quien echa de menos a su prometida.
Quien lo diría, Guillo comprometido primero que yo.

Por otro lado mi relación con Tania volvió a verse afectada cuando nuevamente evite que me besara. Sabia que la lastimaba, pero, ¿como podía permitir que se hiciera ilusiones? ¿como podía besarla sabiendo que las cosas entre ambos no funcionarían?

Los sentimientos no pueden ser forzados, de lo contrario estarías condenando a una persona a vivir de infelicidad y falsedad, mientras tú te fuerzas a vivir en la mentira y la perdición ciega. 

He perdido la cuenta de las mujeres que he tenido que evitar e incluso muchas veces ignorar. Simplemente soy incapaz de traicionar a la chica de ojos azules. 

Mairena.

Ha sido real lo que Raúl dijo en su carta, todo está siendo un proceso. Aún me encuentro a mi misma repitiendo una y otra vez que perdono a Josh, repito las palabras hasta el cansancio, sin poder llegar a contarlas.
Algo cambió el día que recibí aquella carta, no puedo explicar que, pero si puedo decir que no quiero seguir viviendo cargando con resentimientos por el pasado, que no quiero seguir despertando en mitad de una pesadilla y mucho menos quiero mirarme en el espejo y detestar el azul de mis ojos, el azul que tanto ama Raúl.
Raúl, cuanto lo echo de menos, aunque en un principio quise responder a su carta y disculparme por mis prejuicios, por mi actitud borde, por haber sido tan injusta, no lo hice, por alguna razón siempre terminaba arrojando el papel al suelo, hasta que desistí de ello. Me pregunto si él también me extraña, si en las noches los recuerdos le arrebatan el sueño, si las ganas de dejar todo de lado y correr en nuestro encuentro no le resultan aplastante, o si por el contrario, ha logrado seguir con su vida y se ha permitido estar con alguien más.

Ante ese pensamiento los celos me invaden, causándome un punzante dolor en el pecho.

¿Que mujer no se sentiría atraída por él? Está buenísimo, lo que le sigue a buenísimo. Sin embargo más allá de su atractivo, es de los hombres que se encuentran escasos, es de los hombres que solo las estúpidas como yo dejan ir.

Suspiro y tomo el caracol entre mis manos. Cierro los ojos y escucho el sonido del océano.
Una declaración de amor.

¿Porque los seremos humanos solemos complicar algo tan sencillo como el amor?

La vida ha cambiado, todo lo que conocía ha mutado en estos meses. Mi relación con mi madre ha mejorado, he dejado de lado todo aquel rencor que incluso sentía por ella y ella ha reconocido el poco tacto que tuvo alejándose de mi en el momento que más necesitaba de su apoyo.

He decidido continuar con el proyecto Roty, sé que es algo que haría sentir orgulloso a Raúl. Aunque nunca le hablé al respecto, de igual forma, él fue quien me ayudó a ver más allá de mi egoismo.

Raúl.

Dos años desde la ultima vez que vi a mis amigos, a Marcelo, a Mary, a Mairena y a Antonio. Echo de menos la vida que tenía en España, echo de menos el hospital y a mis compañeros, echo de menos sentir el calor afectivo de aquellos que me esperan.

Estar alejado me ha servido para pasar más tiempo con mi padre, para comprender que Marcelo y Mary ya son mi familia, para recordar que Camila y Guillermo son mis hermanos, para aclarar que Mairena sigue siendo la única mujer en el mundo que quiero tener en mi vida.

Me he retenido de llamarla, de escribirle un texto u otra carta, de tomar un vuelo e ir a su encuentro. Aunque su lejanía duela he decidido no forzar la situación, solo ruego porque en este tiempo haya logrado escapar de su pasado, porque sus ojos azules resplandezcan, porque la sonrisa en su rostro sea enorme, porque deje de utilizar los pies y empiece a hacer uso de sus alas.

Dos años y la sigo amando como aquel primer día en el que la vi, dos años y sigo sintiendo esa descarga con solo recordar su mirada, dos años y mi corazón sigue perdiendo el control cuando pronuncio su nombre, dos años y nada ha estado más vivo jamás como mis sentimientos hacia ella. 

Mairena.

Observo con una sonrisa como las personas comparten entre ellas entre risas y bromas.
Hacer el proyecto Roty realidad no fue sencillo, pero con el apoyo de mi madre e incluso con el de Marcelo, todo salió de maravilla. Ahora puedo observar como las personas de la calle, aquellas con las que un día pude compartir, gozan de un techo donde vivir, de comida y de ropa, puedo ver como con los meses el aspecto de muchos ha mejorado e incluso he observado con lágrimas en los ojos como algunos se reencuentran con sus familiares.

No me había sentido tan plena en mi vida como cuando volví a ver a Rotilia y me abrazó tan fuerte que temí me dejara sin respiración.
No me había sentido tan libre como cuando logre decir te perdono solo una vez, sin sentir odio o resentimiento, sin sentir nada.
No me había sentido tan fuerte y capaz si en todo el proceso si Dios no hubiera sido mi aliado.

Solo me hace falta él para sentirme completa, solo me hacen falta el dorado de sus ojos y el olor de su perfume, solo me hace falta oir su voz y sentir la calidez de sus brazos.
Ahora que mi vida había cambiado quise llamarlo, incluso alcance a marcar su numero, pero no podía permitir que él abandonara aquel doctorado, ademas tenía miedo de que alguien más atendiera a su móvil y evite el impulso de llamarlo.

Y es que lo echo tanto de menos que duele. ¿Como no seguir amandolo cuando él me motivó a volar cuando mis pies no hacían más que hacerme tropezar? ¿como no seguir amandolo cuando mis heridas quedaron frente a él y con amor las besó? ¿como no amarlo sin aún en la distancia el fuego de sus ojos sigue dandome calor?

No, no hay nada que pueda cambiar lo que siento por él.