En la academia el trasiego de personas, el ruido por todos lados, la incomodidad a la hora de comer, a la hora de dormir... Todo eso había resultado agotador y extrasante. Al principio esa academia parecía pequeña para los dieciséis, parecía un espacio demasiado pequeño para todos. El principio del claustro había resultado agotador y agobiante a partes iguales. Las dos primeras semanas fueron un trasiego de personas por todos lados, de nerviosismo por todos lados. Pero después se fue Mimi. Los problemas ocasionados por pasar tanto tiempo juntos no tardaron en llegar. Las broncas por cosas como lavar los platos se convertirán en un frente abierto durante días. Más de una vez tuvo que subir Noemí para poner orden. Por que si no se hubiesen matado entre ellos en un par de semanas.
Los concursantes iban abandonando la academia semana tras semana, nominación tras nominación. Los armarios se fueron quedando vacíos, al igual que la academia. En algún momento, que ninguno de los que quedaban allí recuerdan con claridad, dejaron de necesitar dos mesas. Solo necesitaban una. Y en algún momento, el espacio de separación entre ellos era casi inmenso. Las últimas semanas el silencio inundó la academia. Las navidades habían pasado y el invierno había llegado, aunque no se notaba mucho en la academia. Aún así, el frío de enero les quemaba la piel. Y sin esperarlo llegó el final. Último pase de micros. Último repaso de gala. Últimos ensayos. Último desayuno. Último día. Última gala.
El sofá que les había acompañado semana tras semana, haciéndose cada vez más pequeño. Recordando que el final llegaba. Volvió a su longitud original. Ese sofá volvió a ser ocupado por sus dueños. Sus dieciséis dueños. Terminarían eso como lo empezaron. Juntos. Juntos y con miedo. Pero con miedos distintos.
En la gala 0 existían miedos, ninguno tenía claro que fuese a entrar. Y les daba miedo la experiencia. El claustro era imponente y les hacía sentirse temerosos, pequeños. En la gala final había un miedo distinto. Para los que llevaban tiempo fuera no existía miedo ninguno. El miedo inicial ya había desaparecido de sus cuerpos. Algunos como Mimi estaban ya curados de espantos. Los meses fuera los habían curtido profesionalmente. Los que estaban enfrentándose a la gala como finalistas tenían miedo a la salida. Miedo a todo lo que les venía, miedo a lo desconocido. Y después existía un miedo diferente. El Miedo de Amaia. El Miedo de M-Clan. El miedo al final. El Miedo que no lo daba.
Y ahí estaban otra vez.
Estaban reuniéndose. Pero esta vez estaban reuniéndose para preparar la despedida. La despedida final. E iban a tener un final genial. Su plan era montar un macro concierto. Universal les dejaría el escenario, sí. Pero también requerían una parte de los beneficios. Un 4%. Pero eso en un concierto de grandes dimensiones era mucho dinero. Porque mucho decir "nos desentendemos del concierto" pero el dinero sí que lo queremos. Los músicos irían por parte de Manu, con él a la cabeza. Los bailarines, sus bailares, esos que habían empezado siendo desconocidos y acabaron siendo amigos también participarían en el concierto. No había nadie dispuesto a trabajar sin cobrar (porque no había presupuesto para pagar a todo el mundo. Eso sí, irían a gastos pagados.) y que se aprendiesen tantas coreografías. Y por supuesto, Noe y los Javis supervisarian cada paso que ellos diesen.
Y allí estaban. En la sala que Universal les había donado para que hiciesen el repertorio final. Querían hacer un concierto de casi 4 horas. Ya que se despedían se despedían bien. Querían cantar todos y cada uno de los temas que habían marcado la edición, su edición. Pero también querían disfrutar canciones que no estaban en el repertorio original de la gira. There's nothing holding me back, Comiendote a besos, Mientes, One song glory, Dancing on my own... y muchas más. Así que se sentaron, en una misma mesa. Repartiendo ideas.
Después de casi dos horas de reunión, consiguieron ponerse de acuerdo. Todos veían el repertorio con tristeza. No sería la última vez que cantaran esas canciones. Pero ya no la volverían a cantar como triunfitos. Muchos de ellos ya habían trabajado para quitarse la etiqueta de triunfito del nombre. Otros lo harían después del concierto. Pero en cuanto las luces del escenario se apagaran pasarían el testigo a una nueva generación.

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Adiós - Aiteda
FanfictionLa academia acabó, OT acabó pero sus relaciones no lo hicieron.Las primeras semanas después de la academia se afrontaron con ilusión y emoción en todos. Hasta que los contratos dejaron de llegar y las llamadas dejaron de hacerse. En ese momentos las...