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Martes 21 de Septiembre del 2018.
Llegas tú ya está disponible en todas las plataformas digitales, incluida en Youtube su videoclip.
Luis escucha la voz de Miriam a su lado, pero mantiene fija la mirada en el ordenador desde el que están haciendo skype con Aitana. Ninguno de los dos han visto todavía el videoclip y los nervios los comen por dentro. Ana, Mimi, Miriam, Roi, Cris, Agoney y él se han reunido en el piso de Cepoi + Cris para ver el videoclip. Aitana desde Barcelona esta haciendo skype con ello para verlo al mismo tiempo. Miriam no deja de actualizar Youtube desde la television smart del salón de los gallegos. Y entonces aparece el vídeo. La miniatura es Cepeda de espaldas, por lo que no hace ningún tipo de spoiler. Miriam le da al ok del mando y esperan unos segundos a que el vídeo cargue. Y la voz de Luis se escucha y el silencio se hace.
Durante casi cuatro minutos permanecen en absoluto silencio. Deleitándose de la maravilla de vídeo. La mayoría han sido testigos de momentos parecidos a los que salen en el vídeo. Pero sin quererlo ni pretenderlo, el vídeo estaba cuidado al máximo. Los detalles eran increíbles, la manera en que todos los colores combinaban. Después de ver el vídeo y estar unos minutos comentándolo, y sobretodo después de estar Aitana y Cepeda recibiendo halagos, sus compañeros comenzaron a irse. Cepeda le dijo a Aitana que esperara y así hablaban antes de acostarse. Pero Luis tenía algo que hacer antes de que sus compañeros se fuesen. Observó a Miriam impaciente y nerviosa, cogiendo sus cosas. Fue rápidamente hacia ella y la interceptó.
—Yo me voy ya Luisiño.— se acercó a él para abrazarlo. Estaba tensa y nerviosa. Luis lo notó mientras la abrazaba. En cuanto se separaron él la obligó a mirarle. Veía la tristeza en sus ojos, esa que podía ser muy imperceptible para los demás, pero que él podía verla.
—¿Qué pasa?—le preguntó. Ella no le aguantó la mirada. Sabía que a él no podía mentirle. Por mucho que quisiese y esperase poder hacerlo. Luis acarició su mejilla mientras ella miraba al suelo.
—Creo que lo he dejado con Pablo.— su voz era plana, ronca e insegura.
Luis no se esperaba eso. Le parecía raro que Miriam estuviera en Madrid, sí. Por que supuestamente la gallega iba a pasar una semana con su familia y su pareja, pero hace solo unos días les informó de que estaba en la capital. Pero Pablo y Miriam eran la pareja perfecta. Él había sido con diferencia la pareja que mejor se había comportado de todos los concursantes de OT. El chico había permanecido casi en el total anonimato, apoyando a Miriam desde las sombras y dándole todo el protagonismo que merecía. Y cuando ella había salido de la academia su relación no había cambiado. Tuvieron que adaptarse a la nueva situación, pero eso sólo hizo reforzar su relación. Se acostumbraron a verse menos, a pasar más horas pegados al teléfono y a la pantalla del ordenador. Pero a parte de eso seguían igual de enamorados que cuando ella entró en el concurso.
—¿Qué ha pasado?— Luis pensó en tirar de ella para envolverla en un abrazo, pero sabría que eso rompería a la gallega. Ella subió la mirada. Frunció los labios y se encogió de hombros.
—Llegué a Galicia y quedamos para vernos. En cuanto llegué comenzó a recriminarme que ya no estaba con él, que llevábamos semanas sin tiempo para nosotros y que estaba agotado de la situación. — la voz de la leona se quebró y Luis agarró su mano con fuerza. Hace unos meses ni siquiera se hubiera imaginado estar en esa situación con ella, pero el tiempo había sabido poner las cosas en su lugar. En las últimas semanas de Cepeda en la academia ambos se habían acercado y después del concurso habían tenido una larga charla. En ella se dijeron todo a la cara y comprendieron que eran muy parecidos y que juntos eran mejor que por separado. Tal vez, después de todo, mientras no pasasen juntos 24 horas los siete días a la semana todo iría bien.

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Adiós - Aiteda
Hayran KurguLa academia acabó, OT acabó pero sus relaciones no lo hicieron.Las primeras semanas después de la academia se afrontaron con ilusión y emoción en todos. Hasta que los contratos dejaron de llegar y las llamadas dejaron de hacerse. En ese momentos las...