-TRUST ISSUES- [+15]

Capitulo 22.

Llegamos a un restaurante no muy lujoso pero sí con vista de que era algo caro comer ahí. Bajamos y él me abrió la puerta para que entrara primero, al elevar mi vista un mareo me invadió por la multitud de gente que se encontraba, hace mucho que no salía a algún lugar público, y en el pueblo hay muy poca gente, casi nada comparada con esto.
         —¿te sientes bien Jane?— me tomó los hombros por detrás y me miró con rostro preocupado.
         — si...— respire hondo y di media sonrisa mientras me cubría lo más que podía — todo bien.—
Una mesera se acercó a nosotros y nos recibió con una cálida sonrisa. Richard pidió una mesa, la más apartada que hubiera, la chica nos llevó hacia el fondo de todo, una perfecta mesa de dos.
Nos sentamos y nos dio menús, se marchó y mencionó que volvería en unos minutos para tomar nuestra orden.
Leía el menú con cuidado, ya que todo tenía precios altos y no quería parecer una aprovechada.
— puedes pedir lo que quieras, no tienes por qué preocuparte por el precio.— lo mire y él tenía su vista clavada en el menú con media sonrisa.
—¿la tarjeta de papa lo paga todo?— me reí por lo bajo.
— ya te he dicho que no, es mi arduo trabajo y mis grandes negocios que lo pagan.— bajo el menú y se cruzó de brazos.
— bien, dejaré de ofenderte.—
Después de ordenar y comer tranquilamente, Richard pidió la cuenta y mientras esperábamos, comencé a ver alrededor buscando un teléfono.
         — ¿buscas algo?— pregunto mientras se metía una menta en la boca.
         — un... Teléfono, quiero llamar a casa.— metió su mano a su bolsillo y sacó un teléfono móvil, lo tome y marque a casa, me levante de la mesa y salí del restaurante mientras Richard pagaba.
— diga...— sonó la voz ronca de Jeff.
—¿Jeff?, soy... Jane, ¿cómo están las cosas por allá?— pregunte mirando hacia, todos los lados posibles.
— todo bien, supongo...— hubieron unos segundos de silencio incómodo, pero después él lo rompió —¿desde qué celular me hablas?— me tense un poco, debía mentir.
— ¿cuál celular?, te... te hablo desde un teléfono público, te quería avisar que ya recogeré a Lane, tratare de no tardar...— me interrumpe subiendo la voz.
— te lo repito, ¿de quién es el teléfono con el que me estás hablando?, ¿con quién estás?—
— el tiempo del teléfono se termina, así que, solo hablaba para avisar, nos vemos más tarde...— colgué sin dejarlo decir ninguna palabra más.
          — hey, ¿lista para recoger al bebé?— le entregue su celular y di media sonrisa mientras asentía.
Volvimos al auto y nos dirigimos nuevamente a la guardería, los niños salían con sus madres tomados de las manos, aquellos bebes ya caminaban, ¿acaso Lane ya debía caminar también?.
    Salí del auto y cubriéndome bien el rostro me acerqué a la puerta, donde una jovencita me preguntó el nombre del niño que iba a recoger.
          — Lane...— dije a secas, ella extrañada levanto una ceja y me miró con un rostro de que esperaba el apellido, pero no sabía si decir el mío o el de Liu. — am... ¿Woods?—  la señorita miro una lista y asintió, entro y salió con Lane en manos.
         — aquí está el pequeño Lane, lloro un poco al principio, pero después se junto con Samantha y Lucas, unos pequeños gemelos, y se tranquilizó jugando con ellos. La próxima , la institución prefiere que traigan una comida saludable.— lo tome en brazos y asentí. — hasta luego Lane.— él se despidió con la mano y después me abrazó mientras cerraba sus ojitos, tal vez estaba cansado.
   Subí al auto y lo acosté en mis piernas, miraba el auto, desconcertado y confundido, con algo de ganas de llorar.
          — sé que no es el auto de papá Lane, es algo más deportivo, ¿cierto?, ya iremos a casa.—
           — hey chiquillo...— le hablo Richard, sacó un dulce de la guantera y se lo dio —  no tienes por qué llorar, ya iremos a casa con...— me mira y termino la frase.
        — iremos con tío Jeff, y papá vendrá en la mañana.— se tranquilizo y comenzó a comerse el dulce.

Al llegar nuevamente al pueblo, Richard insistió en dejarnos frente la casa, insisto en un no, rotundo, además sin el saber la dirección, le fue imposible seguir suplicando, así que nos dejo en la plaza principal.
— te lo agradezco mucho, pero será mejor que no nos volvamos a ver...— abrí la puerta y sentí como tiraba un poco de la maleta de Lane que me había colgado en un hombro.
—¿cómo?, de verdad, ¿jamás volver a vernos?, por dios, estamos atrapados en este pueblo donde todos saben los secretos de los demás.— río.
— entonces, tendremos que evitarnos.— trato de salir pero nuevamente tira de la maleta. —¿puedes soltarme de una maldita vez?— exigí molesta.
— ¿es por miedo a que te haga algo ese Jeff?— tragué saliva y le evite la mirada — por qué te puedo asegurar que a mí nada me pasara, pero tú...— lo interrumpí
—¿él es muy impredecible, si?, no tendrá piedad con ninguno de los dos, así que, aléjate de mi, por tu bien, y por el mío.— me solté de su agarre y comencé a caminar a paso veloz.
Al llegar a la puerta principal de casa, respire hondo y al estar a punto de abrir la puerta, Jeff ya la había abierto, sonreí nerviosa y entre, deje a Lane en el suelo y él comenzó a arrastrarse hacía unos juguetes que habían en la sala.
Seguía adentrándome lentamente y sujetaba con fuerza la maleta pequeña de Lane.
—¿con quién estaban?—
         —¿qué?, ya te dije que te hable por...— callo al ver que mi respuesta no será suficiente.
        — ¿ahora el teléfono público tiene número de celular?— cerró la puerta de golpe y colocó sus manos en sus caderas. — no tienes por qué enojarte por lo de esta mañana, fue tu culpa. Además... — tomo un mechón de mi cabello y jugó con el — no me gusta el hecho de que estés con alguien más que no sea yo.. O Liu, claro.— aparte su mano y me aleje un poco.
        — sé cuidarme sola, gracias.—