El ligero temblor que realizaba el cuerpo del científico se iba aminorando hasta que logró estabilizarse.
—¿Doctor... Se encuentra bien? — White Hat había quedado a sólo pasos de él, casi sosteniendo su frustración al no poder acercarse ni un paso sin que el otro lo retrocediera a su vez.
Tal vez le había hablado con mucha rudeza, pero es que no cabía en la idea de que este sólo agacharse la cabeza resignado ante los tratos de su jefe, y por lo que decía la chica pelirroja, ese Black Hat era capaz de comerse a su empleado vivo.
A no ser...
¿Creía que era igual a él?
Fue hecho a su semejanza, pero a la vez se sentía diferente. Había un contraste innegable entre ambos, incluso parecían contrarios, hasta en los colores se notaba.
Flug asintió recobrando la compostura.
—Disculpe señor, ¿E- estuvo escuchando todo? — Llevo con vergüenza una mano atrás de su nuca, tocándola por encima de la bolsa.
—Le pido disculpas doctor, pero temía que le hiciera algo malo.
Los labios del científico se curvaron formando una suave y fina línea, mientras entrecerraba levemente sus ojos cubiertos por esos enormes cristales que conformaban sus anteojos, dando espacio a una tierna sonrisa que White Hat no fue capaz de apreciar debido a aquella bolsa.
Ese pedazo de papel era objetó que motivaba una especie de pequeña obsesión al incentivar más su curiosidad sobre el científico.
Había algo en su mente que le hacía recordar un rostro bonito y maltratado, un recuerdo empañado de la mente de la cual había sido sacado; de la mente aquel villano que llamaban Black Hat.
Se preguntaba si todo lo que sentía también era una copia del otro así como sus recuerdos. Aunque lo dudaba, el no se sentía asociado con la villanía.
No podía saber que le había dedicado una sonrisa, pero el gesto infantil en sus ojos entrecerrados le era tan gracioso. Se veía adorable y era curiosamente expresivo incluso con eso puesto, lo cual formaba la incógnita de ¿Cómo podría ser eso posible?
—Le agradezco su preocupación Sr. White Hat. Ahora, ¿Le parece si le muestro su habitación? — Junto sus manos al ofrecer esto, mostrando entusiasmó.
—¿No hay ningún problema con eso? Podría irme si así lo desea... — Señaló con el pulgar la puerta negra de la oficina del señor de la casa, antelando que iban a chocar mucho si se quedaba.
—No, no, no, esta bien. Además ¿Acaso tiene a donde ir? — La pregunta era una obvia negativa.
—No, pero eso no es problema. Yo puedo arreglarme.
—¡Nada de eso! Acompañeme, por favor. — Pidió con amabilidad dándose media vuelta para luego indicar que lo siguiera.
El de blanco fue de tras de él obedientemente, ¿Cómo negarle algo? No era concebible.
La casa era grande y un tanto lúgubre, con ese papel tapiz negro y piezas de arte como decoración, algunas de gustó excéntrico.
En una de las paredes incluso vio exhibidos unos calzoncillos que parecían un trasero enmarcado. Una mueca ácida le desafino un poco la cara cuando leyó la palabra "Héroe"
—Mi habitación está al fondo de este pasillo, pero generalmente estoy en el laboratorio, por si llega a necesitar algo, sólo busqueme.
—¿Ya se va? — Sintió cierta decepción notoria al formular la pregunta.
—Lo siento mucho, tengo que volver a trabajar, pero estaré viniendo a verlo.

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Dualidades.
Fanfiction"Después de todo, él también era el "Jefecito" ahora, ¿No? ..." Una falla en aquella pequeña maquina, causa la creación de un Black Hat benévolo. •Villanos©Alan Ituriel. •Los fanarts e ilustraciones son propiedad de sus respectivos autores. •@hakuri...