¿Que pasaria si ten contara que todo lo que sabes es alreves?
¿Que pensarias si todo lo que sabes no fue exactamente de la misma manera?
¿Te atreverias a descubrirlo?
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Finalmente el día había llegado, después de largos entrenamientos con la pelirroja sentía un poco más de confianza.
Como lo había predicho la misma ceremonia se repitió solamente para hacer protocolo de ello, aunque le decepciono un poco al chico no tener una carrera de dragones aun. Su cuerpo pedía un poco de adrenalina y que mejor forma que estimularla con aquella competencia.
Sin perder tiempo todos tomaron rumbo al patio del castillo, pues esta vez la prueba se haría en aquel lugar al ser corta.
A su vista se encontraban 4 blancos perfectamente colocados, a una distancia prudente enfrente de cada uno se encontraba un estandarte con las insignias de cada uno. Sin tiempo que perder Hiccup iba a colocarse en la suya más una mano lo atrajo para distanciarlos de algo, el castaño estaba a punto de protestar pero al ver que se trataba de la pelirroja decidió callar.
-Suelta un grito y juro que una flecha estará en tu cabeza antes de que puedas parpadear-comento la chica esperando que nadie la observara.
-Hola Merida ¿Cómo estas? Yo estoy bien gracias por preguntar-bufo con ironía-Sabes con solo pedirme hablar hubiera sido más que suficiente-
-Para lo que voy a decirte no necesito un guardia-lo enfrento con tranquilidad-Toma-de su cuerpo de quito un arco que llevaba consigo-Lo necesitaras-
-Pero ya tengo uno-se justificó el castaño-No creo que...-
-Créeme, te dará confianza-sonrío-Era de mi padre y déjame decirte que era un gran arquero, posiblemente de un poco de suerte-
-Merida no creo que...-sin embargo la pelirroja no lo dejo continuar.
-Escucha, tomaras el arco, lo usaras, ganaras y punto-comento la chica-Déjame en vergüenza después de haberte entrenado y juro que no tendrás descendencia por el resto de tus días ¿Qué claro?-
Hiccup solamente se limitó a asentir, con más tranquilidad Merida sonrío mientras algo en el interior del castaño temblaba igual que una gelatina. Fue como regresar a esa época en donde solo era un niño pequeño y delgaducho que era amenazado por todos, claramente la pelirroja tenía un carácter muy duro y no aceptaba un no por respuesta.
-Otra cosa-hablo antes de irse-Suerte-tras darle una pequeña sonrisa la joven se retiró del lugar.
Aquello simplemente lo dejo sin palabras, sin darse cuenta su escamudo amigo se colocó atrás de él. Como siempre recargo su cabeza en la del castaño, logrando que este sintiera el gran peso.
-Oye amigo, no quiero ofenderte pero ¿Sabías que no eres un bebé?-replico el chico-No quiero decir que estés gordo pero...-
Chimuelo entendió la indirecta, aquello a pesar de ser indirecto fue un insulto a su persona. Molesto e indignado simplemente saco su lengua y dejo caer una gran cantidad de saliva en la cara del castaño.
