➶ 19 "Esta es la verdad"

630 75 35
                                    

Capítulo 19 – Esta es la verdad.

Canción sugerida: I Have Questions – Camila Cabello.

Narra María Cadepe:

Y allí estábamos ella y yo, sentadas en un auto a las 03:45 a.m. . Parecía casi imposible que después de todo estuviésemos aquí. Me sentía cómoda, pero también me sentía engañada. ¿Y si aquella historia no hubiese sido así para ella?

¿Y si todas mis preguntas no fuesen nada más que otra historia que yo misma inventé?

Ella quería hablar. Yo estaba allí para escucharle a pesar de todas nuestras indiferencias. La estaba mirando, ella también a mí y nuestros ojos estaban preparados para derramar algunas lágrimas.

—María, no puedo esperar más—, dijo ella, impaciente y algo triste.

—Necesito saber la verdad, si es que todavía la hay—. Suspiré, ella ni se inmutó.

¿Recuerdas mi carta? ¿La recuerdas? Ahora relaciona esa carta con todo lo que ha pasado.

—No tendría sentido. Esa carta no tiene sentido.

—Tú lo has dicho. Esa carta no tiene sentido porque tú no te la creíste. Era obvio que no ibas a creerla después de lo que sucedió. Como bien sabes...

—Despacio, Melo—susurré.

—Está bien. Juan entró a la empresa, siendo casi el ojo derecho de nuestro jefe. Juan acordó un trato conmigo, lo tuve que aceptar a la fuerza. Él había hecho un acuerdo con Jane Smith. El plan era que lo nuestro no funcionase. Pero todo no acaba ahí...

Inmediatamente mis ojos no pudieron aguantar y echaron a llorar en cuánto escuchó aquellas palabras. Demasiado dolorosas, todo no era como yo creía.

—Él y yo volvimos a discutir, acabando en una fuerte pelea. Por suerte no me hizo heridas en la cara, ya te hubieses dado cuenta. Pero eso no era lo importante—lágrimas también resbalaron por sus enrojecidas mejillas. Y eso todavía me hizo llorar más.

María, ellos acordaron crear una escena para hacer que tú te enfadaras conmigo. Si yo me negaba a recrearla...

—¿Que hubiese pasado?—pregunté entre sollozos.

Tu estarías muerta. Por eso hice como que te dejé. Por eso dejé de hablarte. Para que tu no murieses. Yo no quería, yo prefería estar sin ti a que tú no estés en este mundo. Se que habrían tiempos mejores, por eso es que lo hice. Yo en ningún momento te dejé, por eso escribí la carta, debes creerme María.

Así que yo estaba equivocada, Melo—fue lo único que pude decir.

Lo estabas hasta ahora.

Entonces la miré fijamente cómo ella me miraba a mí. Estaba segura de que todavía quedaban preguntas, pero ahora nisiquiera sabíamos lo que íbamos a hacer.

—¿Por qué no me dijiste?, ¡podrías haberme mandado un mensaje y explicármelo todo, Melo!—yo solo sabía llorar.

—María no entiendes, ya era tarde cuando supe que estabas con esa mujer...

—Estaba con ella porque era lo único que podía hacer, estaba enfadada. Claro que te vi actuar en el evento, claro que me volví loca intentando saber quien era esa chica con la que estabas...

—Se llama Shay Mitchell. Es muy buena chica. Conoce a Jordan a la perfección. No sabía nada más de ti solo que estabas constantemente con Elizabeth..

—Elizabeth no me ama, Melo.

—¿Te ha hecho daño esa jodida zorra? Es el diablo—intervino ella preocupada.

—No me ha hecho ningún daño, puedes estar tranquila. Cuando se entere que estoy aquí seguro hasta me matará—reí tristemente y tomé una de sus manos.

—Te lo juro que voy a matar a esa estúpida como te toque y...—la interrumpí.

Me pasé a su asiento y me senté en sus piernas. Sus manos fueron dirigidas de nuevo a mi cintura. Yo acomodé mi cabello y tomé su cuello con las dos manos, había extrañado tanto esto. Me miraba fijamente y yo a ella, devorándola con la mirada. Finalmente nos besamos apasionadamente, pero lento. Necesario para compensar todo este tiempo sin probar sus labios. Cuando nos separamos seguíamos mirándonos, esta vez sonriendo como tontas al mirarnos.

—Nisiquiera esa estúpida de Jordan ha podido compararse con usted, señorita Melody—bromeé dándole besos cortos.

—¿María por qué esto es tan difícil? Tu no eres un amor prohibido así como así. Ambas necesitamos la una de la otra. ¿Por qué? El tiempo pasa rápido, no sé si mañana te tendré de nuevo. Yo no quiero que pase algo más con Juan.

—No pasará nada hasta que no lo digamos...—justifiqué, cómo si eso nos valiese. Puso su cara de descontento con lo que había dicho, suspiró y me miró de nuevo a los ojos.

—¿Vamos a escondernos de nuevo, María?—preguntó seria y preocupada.

—Es la única solución hasta que Juan esté preso por lo que hizo, todos lo deberían estar—asentí triste.

—Ya no quiero que nos escondamos más. No nos lo merecemos. Tengo el dinero y la fama suficiente para quitarnos de problemas sin importancia.

—¿Qué vamos a hacer entonces?—pregunté sorprendida ante ella.

—Lo primero que debes hacer tú es deshacerte de esa estúpida de Elizabeth. Porque, creo que ni tu ni yo la queremos cerca—empezó a reír y yo con ella.

—¿Y entonces tú?, ¿que vas a hacer con Shay?—pregunté, tenía curiosidad.

—Shay se ha convertido en una buena amiga mía. No te voy a mentir, me ha ayudado muchísimo en lo que hacer con nuestro problema. Ella... a ella le gusto.

—Lo sabía, esa niñata quería algo de ti.

—Ella es buena chica, María. Quiere algo de mí que solo tú tienes.

[...]

A la mañana siguiente, cuando desperté, recordé que ella me había llevado hasta mi casa—ella había dormido aquí—pero ella no estaba en mi cama, a mi lado. Ella simplemente estaba sentada en el sillón mirando por la ventana.

Cuando notó mi presencia me miró, sonrió. Pero no se levantó de allí. Justo unos segundos después volvió a mirar por la ventana y yo seguía con la mirada fija en ella, cuando abrió sus labios.

—Buenos días, mi amor—y cuando lo dijo, volvió a mirarme y a sonreírme cómo siempre.

[Pt.2] Obsession and Love - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora